¿El chocolate blanco es o no una variedad del tradicional?

Llamar chocolate al chocolate blanco quizás sea lo más parecido a llamar hamburguesa a una hamburguesa vegetariana. Aunque es cierto que esta analogía puede provocar cierta controversia, pues es innegable que en el chocolate blanco hallamos un componente, aunque mínimo, de cacao. En cambio, en las hamburguesas veganas no hallamos ni un solo gramo de carne.

Sirva esto como introducción a un debate que trae cola: ¿debemos considerar el chocolate blanco como una variedad más de chocolate? Muchas voces lo niegan rotundamente y, en su opinión, no estamos más que ante un subproducto diferente que simplemente ha sido elaborado a partir del cacao. No en vano, en una tableta podemos encontrar tan solo un 20% de manteca de cacao, el resto de ingredientes lo suelen conformar la grasa de la leche y, cómo no, una gran cantidad de azúcar u otros edulcorantes que se añaden para colmar las expectativas de los paladares más golosos.

Fue la marca Nestlé la primera en lanzar al mercado un chocolate vestido de blanco inmaculado en 1930. Bautizó al producto como Galak, el antepasado del actual Milkybar, que se sigue comercializando con su antiguo nombre en países como Venezuela. La lista de ingredientes de la más famosa tableta de 'chocolate' blanco reza así: azúcar, leche en polvo (26,4%), manteca de cacao, suero de leche en polvo, emulgente (lecitina de girasol) y aroma natural de vainilla. Lo cierto es que en ningún momento se publicita como chocolate. De hecho, si traducimos su nombre comercial, veremos que no puede ser más claro al respecto: barra de leche. Resulta curioso que Nestlé, la principal marca comercializadora y prácticamente su inventora, elude expresamente este nombre en el producto, aunque muchas de sus competidoras no dudan en emplear esta denominación.

Producto de confitería en Estados Unidos

Una vez dicho esto, debemos explicar cuál ha sido la peripecia del chocolate blanco en un país como Estados Unidos, uno de sus máximos consumidores. Hasta 2002 el chocolate blanco no se consideraba como tal en dicho país, donde entraba en la categoría de producto de confitería. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) se vio obligada a replantear esta postura tras la solicitud de Hershey Foods Corporation y la Chocolate Manufacturers Association, que querían que la situación se clarificara.

La FDA publicó entonces una normativa final que estableció un estándar de identificación para el chocolate blanco. Para ser comercializado bajo esta denominación, el producto en cuestión debe "contener al menos un 20% de manteca de cacao, un 14% de sólidos lácteos totales y un mínimo de un 3,5% de grasa láctea. No puede consistir en más del 55% de edulcorante de carbohidratos nutritivos", exponen. Además, este organismo alerta que contravenir estas normas y comercializar un producto de chocolate sin cumplir con las diferentes regulaciones de la FDA puede derivar no solo en las pertinentes advertencias, sino también en detenciones y otras condenas.

Un 5% de ventas de chocolate blanco

De todos modos, la cuestión no parece quitar el sueño al consumidor español dado que este chocolate, si finalmente lo reconocemos como tal, es el menos consumido en nuestro país. De hecho, solo supone un 5% del total de las ventas de chocolate, según un estudio realizado por la consultora Nielsen. Llegados a este punto, a pesar de que muchos ya lo tendrán más o menos claro, toca dilucidar su carácter saludable. Lo cierto es que las ínfimas cantidades que posee de cacao provocan que nos perdamos muchas de las virtudes del chocolate que, no olvidemos, puede incluso prevenir la caries.

Nestlé lanzó al mercado la primera tableta de chocolate blanco en 1930, lo bautizó como Galak

A esto se añade la opinión de un organismo tan reputado como la Escuela de Salud Pública de Harvard, que pone el listón muy alto pues considera que una tableta de chocolate solo es saludable si cuenta con una concentración de cacao del 70% como mínimo. Una cifra que, ni de lejos, hallaremos en una de color blanco que, para colmo, ofrece azúcar en altas dosis. Justamente el ingrediente que tratan de evitar los defensores de una alimentación saludable.

Lo cierto es que, a pesar de que el consumo de chocolate en Europa lo inició Hernán Cortés en 1527 cuando volvió a España con la famosa receta de chocolate caliente, nuestro país no es un gran consumidor de dicho producto. Aunque la tendencia está cambiando, nos situamos en los 2 kilos anuales por persona, todavía muy lejos de los once que disfrutan los alemanes. Eso sí, tomamos la misma cantidad que los rusos, mientras que en la cultura china el chocolate es algo bastante inusual en la dieta, pues únicamente consumen 100 gramos anuales.