Los alimentos 'extranjeros' que se producen en España

Hay alimentos que nos pueden resultar exóticos por venir de tierras lejanas y diferir de los más clásicos y tradicionales cultivados en España. El kiwi y el aguacate son ejemplos de estos productos que generalmente han llegado del extranjero. No obstante, para sorpresa de muchas personas, los dos citados, y otros tantos más, también se crían en nuestro país en algunas zonas cuyos climas son similares a los de sus regiones originarias. De hecho, se recomienda que se consuma el aguacate español antes que los foráneos. Entre este tipo de alimentos ya no tan exóticos hay una gran cantidad de frutas desconocidas o raras.

Y aunque suene extraña su producción dentro de nuestras fronteras, quién sabe si en un amplio periodo de tiempo no se convierte en algo tan habitual como ocurriera en su día con la patata o el tomate. A fin de cuentas, estos dos productos de la tierra tan comunes en España eran desconocidos por aquí antes del siglo XVI. El cambio climático podría provocar también que en el futuro veamos nuevos cultivos o la desaparición de otros.

Extranjeros parecen, españoles son

Aguacate. México, Estados Unidos y diversos países de América Latina y el Caribe son los principales productores de esta fruta verde. No obstante, en España cada vez se cultiva más este fruto. Es en las costas de Málaga y Granada, y gracias a su microclima tropical, donde hay una gran producción del mismo conformando en torno al 90% de la misma. En Canarias se cría el resto.

Kiwi. Cuando se piensa en esta fruta de pulpa verde y se mira su etiqueta se puede apreciar que gran parte de ellos proceden de Nueva Zelanda, uno de los principales países productores del mismo. Este producto es originario de China y a día de hoy también se puede encontrar en España, concretamente en la región de Galicia. Allí comenzó a cultivarse a partir de 1969 y es la comunidad autónoma española que más produce. Asturias es otra de las zonas donde más impulso han tenido.

Papaya. Otra fruta tropical originaria de Centroamérica de la que se pueden encontrar cultivos en España es la papaya. Almería principalmente y Málaga, Granada y Murcia son las zonas en las que predominan las plantaciones de este fruto de piel verde e interior naranja. El clima subtropical semiárido de estas zonas, que garantiza veranos secos e inviernos suaves, permite que puedan criarse de manera productiva en dichas regiones.

Mango. La costa mediterránea de Andalucía, con las provincias de Málaga y Granada, vuelve a ser protagonista en la producción de una fruta como el mango. La Asociación de Tropicales señala que la variedad predominante en España, ocupando más del 80% de la superficie plantada, es la osteen, que procede de Florida. Esta especie se caracteriza por tener un peso medio de entre 350 y 550 gramos y solo se cría en Europa en estas zonas andaluzas.

Fruta del dragón o pitahaya. El aspecto de este fruto típico de Asia y América es llamativo porque parece digno de una obra de fantasía y ficción. Pero nada más lejos de la realidad. Es un vegetal real que puede ser rosa o amarillo en el exterior y por dentro, la pulpa, puede ser rosada o blanca, con una carne similar a la de los kiwis. La fruta del dragón, también conocida como pitahaya, se puede encontrar en los cultivos de las costas tropicales de las provincias de Málaga, Almería y Granada.

Guayaba. América, Asia y Oceanía copan la producción mundial de la guayaba, el que es uno de los frutos tropicales más exóticos. Los municipios granadinos y malagueños de Motril, Salobreña, Almuñécar, Jete, Nerja y Vélez-Málaga vuelven a ser las principales zonas donde se planta esta fruta en España. Una oportunidad cercana para quienes quieren adquirir un producto que antaño no existía en nuestro país.

Quinoa. Este 'superalimento de moda' ha experimentado tal boom en los últimos años que provocó que los estantes de los supermercados se llenasen con quinoa, un producto tradicional y originario de la región de los Andes. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hasta 2010 los principales productores fueron Bolivia, Perú y Ecuador. Actualmente, cada vez está más extendida en países europeos y España no es una excepción. Andalucía es la región donde más se cultiva este pseudocereal y le siguen las áreas de Valladolid y Huesca.

En este sentido, si se compran aquellos cosechados en la península, disminuye la huella de carbono. Es decir, su consumo tiene un menor impacto ambiental porque enviarlos hasta el lugar en el que se venden implica una menor emisión de gases de efecto invernadero derivados del transporte y mantenimiento de los mismos. Un kiwi de Galicia no necesita ser trasladado tanta distancia como sí se haría con uno proveniente de Nueva Zelanda. Por ende, causan menos daños para el medio ambiente pues no gastaría tanto en combustible y conservación del mismo. Y además estimula la economía local.