Menú
Qué es el óxido de etileno y por qué se han retirado varios lotes de helado
  1. Consumo
No hay riesgos importantes para la salud

Qué es el óxido de etileno y por qué se han retirado varios lotes de helado

Dos fabricantes han publicado cuáles de sus lotes contienen residuos de una sustancia considerada cancerígena. La AESAN subraya que la alerta no afecta a todos los productos

Foto: Una tarrina de helado. (iStock)
Una tarrina de helado. (iStock)

La Red de Alerta Europea (RRASFF, por sus siglas en inglés) advirtió el pasado 22 de junio de la comercialización de productos con un aditivo que contiene residuos de óxido de etileno en una concentración superior al límite máximo legal. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutricion (AESAN) traspuso el aviso a España e informó de que se estaba trabajando en la retirada de todos los alimentos afectados, en su mayoría helados. El último capítulo ha tenido lugar este viernes, cuando dos fabricantes han especificado a cuáles de sus lotes afecta la alerta.

El óxido de etileno es una sustancia clasificada como mutagénica, carcinogénica y tóxica para la reproducción, según el Reglamento (CE) nº 1272/2008. A temperatura ambiente, se presenta como un gas incoloro, inflamable y de olor dulce. No suele utilizarse en la industria alimentaria, sino que habitualmente es una materia prima para la producción de compuestos químicos orgánicos, como por ejemplo fibras de poliéster, anticongelantes o detergentes. También se usa como antiemulsionante del petróleo, para fumigar ciertos materiales, como agente esterilizante del material médico-quirúrgico o, incluso, como propulsor de cohetes.

En algunos países su uso para el ámbito alimentario se encuentra autorizado. En concreto, se utiliza para la desinfección de hierbas y especias. No ocurre lo mismo en la Unión Europea, donde está prohibido como producto fitosanitario desde principios de los años noventa. Así por ejemplo, la presencia de óxido de etileno en los vegetales de Estados Unidos puede ser de 3,5 ppm (partes por millón), mientras que en Europa no puede exceder las 0,1 ppm en la mayoría de casos.

¿Cómo ha podido llegar a los helados?

Las principales fuentes de exposición humana al óxido de etileno derivan de su utilización en el ámbito laboral, su posible presencia en el medio ambiente, el uso de material esterilizado con esta sustancia y el consumo de productos vegetales en los que se haya aplicado como producto fitosanitario. En este caso, se han detectado residuos de óxido de etileno en algunas muestras de aditivo E410, también llamado goma de garrofín o algarroba, un estabilizante muy común en la producción de helados. Cabe subrayar que la alerta alimentaria no afecta a todos los productos que incluyan este ingrediente, sino sólo a algunos lotes concretos.

"No todos los lotes del aditivo E410 estaban contaminados, por lo que los productos que están en el mercado son seguros y cumplen con la legislación vigente", aclara la AESAN en un comunicado.

"No todos los lotes del aditivo E410 estaban contaminados, por lo que los productos que están en el mercado son seguros"

Los únicos dos fabricantes que han compartido información, hasta la fecha, sobre los lotes de sus productos afectados son Mars y Froneri/Nestlé. Ambos lo achacan a un ingrediente suministrado por sus proveedores. Ya en agosto del año pasado, Bélgica detectó la presencia de óxido de etileno en semillas de sésamo procedentes de la India. A raíz de este incidente, se constató que podía haber trazas de estas sustancias en multitud de materias primas de origen vegetal procedentes de terceros países. Además de en la goma de garrofín y las semillas de sésamo, en la pimienta negra, la cúrcuma, el jengibre molido, la semilla de psyllium, el polvo de espirulina ecológica, la linaza orgánica, el fenogreco ecológico, la harina de trigo sarraceno, el café verde orgánico y el aditivo alimentario E412 (goma guar).

¿Qué pasa si he consumido este producto?

Teniendo en cuenta que los restos de óxido de etileno se han detectado en aditivos, que representan una proporción pequeña del producto final, la exposición a esta sustancia es muy reducida. Según la AESAN, los niveles de óxido de etileno en los helados son muy bajos y están por debajo del límite legal de 0,02 mg/kg, con lo cual se descarta la existencia de un riesgo agudo para la salud. El organismo, dependiente del Ministerio de Consumo, tampoco tiene constancia de ningún perjuicio causado por los productos afectados.

Las intoxicaciones agudas por óxido de etileno suelen producirse en el sector industrial, cuando se producen exposiciones a altos niveles. De acuerdo con el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSST), las manifestaciones más graves sobrevienen después de algunos minutos de exposición a partir de 500 o 700 ppm. Al cabo de algunas horas, la exposición puede producir, en función de su intensidad, irritación en los ojos, nariz y garganta, náuseas, vómitos, neuralgias y cefaleas. En general, la recuperación se efectúa sin ningún tipo de secuelas.

Descartada esta opción, la única preocupación sería que una exposición prolongada al óxido de etileno provocara toxicidad a largo plazo. La retirada de los lotes afectados y el refuerzo de las medidas de control garantizan una nula exposición a esta sustancia en el futuro y, por consiguiente, que no haya riesgo de intoxicación crónica.

La Red de Alerta Europea (RRASFF, por sus siglas en inglés) advirtió el pasado 22 de junio de la comercialización de productos con un aditivo que contiene residuos de óxido de etileno en una concentración superior al límite máximo legal. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutricion (AESAN) traspuso el aviso a España e informó de que se estaba trabajando en la retirada de todos los alimentos afectados, en su mayoría helados. El último capítulo ha tenido lugar este viernes, cuando dos fabricantes han especificado a cuáles de sus lotes afecta la alerta.

El redactor recomienda