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Cinco alimentos que jamás debes lavar antes de cocinarlos
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CONSEJOS

Cinco alimentos que jamás debes lavar antes de cocinarlos

La higiene debe ser extrema en la cocina para evitar intoxicaciones y por ello tendemos a pasar por debajo del grifo carnes, frutas y verduras. Una costumbre que, a veces, resulta peligrosa

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Aunque parece que todo indica lo contrario, existen algunos alimentos que, pasando por alto las normas generales de higiene que indican que lo mejor para evitar intoxicaciones es lavar o pelar antes de cocinarlos e ingerirlos, hay que mantener sin pasar por el grifo ya sea por razones de salud o de sabor.

Al contrario que los pescados con vísceras, que hay que limpiar para acabar con los restos de las tripas, las frutas o verduras compradas a granel o las legumbres, un alimento al que el contacto prolongado con el agua le favorece a la hora de la cocción, además de ayudar a reducir los componentes que producen flatulencias, estos cinco alimentos es mejor, según la OCU, mantenerlos alejados de la misma:

1. Huevos

placeholder Huevos. (Unsplash)
Huevos. (Unsplash)


Pese a que los huevos son un alimento delicado, pues si la cocción no es la correcta pueden llegar a provocar una infección por salmonela, y a veces llegan a nuestras neveras acompañados de algo de tierra e incluso excrementos de las propias gallinas que los producen, la realidad es que la mejor manera de asegurarse de que son seguros para el consumo humano es conservarlos sin lavar.

La cáscara del huevo es porosa y cuenta con una fina cutícula que impermeabiliza al alimento impidiendo que los gérmenes accedan al interior del mismo, ejerciendo así de barrera ante posibles infecciones alimentarias. En caso de lavar el huevo, puede destruirse esta capa protectora y permitir el acceso de gérmenes.

Eso sí, desde la OCU indican que hay algunas medidas a tener en cuenta a la hora de cocinar este alimento sin lavar, como evitar que el exterior del huevo manche el interior del mismo en el momento de cascarlo; utilizar la cáscara para separar la yema y la clara, pues podría contaminarse con la suciedad de la misma, o por la misma razón, cascar el huevo en el borde del mismo recipiente en el que se va a cocinar.

2. Pollo

placeholder Pechuga de pollo. (Pixabay)
Pechuga de pollo. (Pixabay)


Aunque no es tan común lavar el pollo como los huevos, la realidad es que, para evitar una intoxicación alimentaria, según la organización de consumidores, lo mejor es no lavar este producto. Además, será determinante para destruir las bacterias que pueda contener cocinarlo por completo, evitando consumirlo medio crudo, además de guardarlo en la nevera por debajo de los 4ºC, pues a esta temperatura pueden empezar a aparecer bacterias, que de ingerirse por humanos, pueden provocar intoxicaciones.

3. Cerdo y ternera

placeholder Solomillo de ternera. (Pixabay)
Solomillo de ternera. (Pixabay)


Como pasa con el pollo, también es preferible no lavar los filetes de cerdo y de ternera antes de cocinarlos. En este caso, porque pierden sabor y propiedades nutritivas. Aquí, para acabar con posibles infecciones provocadas por bacterias, lo más recomendable es cocinar bien la carne, evitando comerla cruda.

4. Setas

placeholder Setas. (Unsplash/Jenn Kosar)
Setas. (Unsplash/Jenn Kosar)


Como pasa con las carnes anteriores, la razón que trae a las setas hasta esta lista es el sabor. Si se lavan con agua estos alimentos la absorben, algo que hace que pierdan su textura original además de mucho sabor y olor. Por eso, lo más recomendable para evitar intoxicaciones alimentarias es escaldarlas en agua hirviendo, y sobre todo, no comerlas nunca crudas.

Así, la mejor manera de limpiarlas para quitarles la tierra que suelen tener incrustada es pasándoles un trapo húmedo por encima o un cepillo. Con esto se soltará la tierra y no se perderá ninguna propiedad.

5. Verduras en bolsa

placeholder Espinacas lavadas. (Unsplash/Pille-Rin)
Espinacas lavadas. (Unsplash/Pille-Rin)


Aunque se pueden lavar, las verduras que se venden en bolsa, es decir, preparadas para consumir sin necesidad de cocinado alguno, están sometidas a procesos de higienización y ya suelen estar tratadas con desinfectantes en baja dosis para evitar patógenos,. Así, volverlos a limpiar solo tendrá como consecuencia que incluyamos sin querer más agua en el plato.

Aunque parece que todo indica lo contrario, existen algunos alimentos que, pasando por alto las normas generales de higiene que indican que lo mejor para evitar intoxicaciones es lavar o pelar antes de cocinarlos e ingerirlos, hay que mantener sin pasar por el grifo ya sea por razones de salud o de sabor.

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