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Arsénico y arroz: tiene más del que crees, sobre todo si es integral o salvaje
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Arsénico y arroz: tiene más del que crees, sobre todo si es integral o salvaje

Los adultos, por una vez, estamos a salvo. Con los niños pequeños es una historia muy diferente. El peligro que supone este elemento químico para nuestro organismo no es nada desdeñable y tenemos que estar informados

Foto: Foto: Unsplash/@rafaeltran.
Foto: Unsplash/@rafaeltran.

La seguridad alimentaria es una de esas disciplinas ocultas de las que, si tenemos suerte, ni nos enteramos de que existen. Ahora mismo hay miles de profesionales a lo largo y ancho de Europa trabajando sin descanso para que lo que nos llevemos a la boca sea absolutamente seguro. Dicho de otro modo: que lo que comemos no nos haga enfermar. Si hacen bien su trabajo (y vaya que si lo hacen) no notaremos su aportación a nuestras vidas en ningún momento, pero lo más probable es que sin ellos hace ya tiempo que habríamos pisado un hospital.

Pero esta disciplina cambia día a día. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se asegura de establecer las reglas que dictaminan qué podemos comer y qué no. Pero la ciencia avanza gracias a los estudios que cientos de miles de investigadores realizan día a día en todo el mundo, muchos de ellos relacionados con la nutrición. Esto nos trae al presente, dado que ahora un grupo de científicos, liderados por Manoj Menon, de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, han elaborado un trabajo en el que han descubierto que algunos arroces presentes en el mercado británico superan el límite recomendado de arsénico.

"Para más de la mitad de los productos que analizamos, los niños deberían tener una limitación de 20 gramos"

El problema principal es más que paradójico. Estamos hartos de escuchar que lo más sano es consumir todos los cereales en su versión 'integral', dado que es esta la que contiene fibra de verdad. Como sabemos, la fibra es fundamental para nuestra buena salud gastrointestinal puesto que facilita el tránsito y además es un prebiótico que sirve de alimento a nuestra flora intestinal (el conjunto de bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino y que cumplen funciones vitales para nosotros). El problema es que la mayor parte de la fibra de los cereales se encuentra en el salvado, una cascarilla en la que los granos están envueltos con el objetivo de protegerlos y que, por desgracia, acumula también arsénico.

Por supuesto, viendo estos datos, la pregunta obvia es: si esto es así, ¿cómo es posible que la exposición a arsénico no sea más común de lo que es? La respuesta es muy sencilla: a los adultos se nos da de maravilla eliminar esta sustancia. Por desgracia, los niños son otro cantar. El doctor Manoj Menon, autor principal del estudio, explica que "el arroz integral y el salvaje son comidas muy saludables llenas de fibra y de vitaminas, y no existe razón alguna para que los adultos no las ingieran. Eso no quita que sea preocupante ver que existen tantas variedades en el Reino Unido que rompen con las regulaciones de seguridad alimentaria".

placeholder Foto: Unsplash/@lu_pi_ph.
Foto: Unsplash/@lu_pi_ph.

Lo que más preocupa al doctor son los más pequeños, y como gran parte de su alimentación gira en torno al consumo de arroz, se plantea cómo puede este elemento químico afectarles: "Los productos de arroz son considerados, por regla general, una opción segura para el consumo de los bebés y los niños pequeños, pero nuestra investigación sugiere que, para más de la mitad de los productos que analizamos, los niños de esas edades deberían tener una limitación de 20 gramos para evitar los riesgos asociados al arsénico. El Gobierno británico y la Comisión Europea deben introducir nuevos etiquetados que avisen a la gente de los niveles de arsénico en los productos que consumen. Esto hará que las familias puedan tomar decisiones estando bien informados".

Los resultados a los que hace referencia el doctor son más que reveladores. Para empezar tenemos que tener en cuenta que, según datos del Ministerio de Agricultura, cada español consume de media 5,8 kg de arroz al año. Puede parecer poco, pero tengamos en cuenta cuánto cunde un simple puñado. Dicho de otro modo: comemos arroz a mansalva. Los investigadores descubrieron que 28 de las 55 marcas de arroz que analizaron contenían niveles de arsénico que superaban el límite establecido por la Comisión Europea (situado en los <0,20 mg/kg para el arroz blanco y en los <0,25 mg/kg para el integral).

A partir de ahora, evitar en la medida de lo posible los consumos altos de arroz integral por parte de los más pequeños puede jugar en beneficio de todos.

La seguridad alimentaria es una de esas disciplinas ocultas de las que, si tenemos suerte, ni nos enteramos de que existen. Ahora mismo hay miles de profesionales a lo largo y ancho de Europa trabajando sin descanso para que lo que nos llevemos a la boca sea absolutamente seguro. Dicho de otro modo: que lo que comemos no nos haga enfermar. Si hacen bien su trabajo (y vaya que si lo hacen) no notaremos su aportación a nuestras vidas en ningún momento, pero lo más probable es que sin ellos hace ya tiempo que habríamos pisado un hospital.

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