¿Sustituir el papel film transparente? La OCU da alternativas para reducir plástico
La organización recoge las sugerencias de la italiana Altro Consumo para minimizar el uso de protectores derivados del petróleo y contribuir a conservar el medioambiente
Tradicionalmente, el papel film transparente, al igual que el papel de aluminio, han sido materiales imprescindibles en la cocina, una concepción que en la actualidad puede cambiar para aquellos que cocinen con la máxima de reducir los residuos y, especialmente, los plásticos de un solo uso. Para ello, es vital tener en mente que hay recursos alternativos con los que conservar los alimentos en la nevera o recubrir ciertos envases que también tienen que encontrar su hueco en el refrigerador.
Para sustituir un producto desechable como el papel film, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado algunas de las alternativas dadas por la organización italiana Altro Consumo que se pueden empezar a utilizar en el hogar para no añadir a los desechos diarios aún más envases de plástico con poca vida útil y con un efecto muy contaminante. Para empezar, una de las claves para disminuir la presencia del papel transparente en el día a día es volver al menaje tradicional recurriendo a recipientes reutilizables de cristal o acero inoxidable, o buscando trapos o servilletas que se puedan usar varias veces para envolver los alimentos.
Otra buena opción para poder jubilar un recurso tan presente en la cocina es usar tapas de silicona reutilizables, que se adaptan a los recipientes que se usen y con las que se puede contar en múltiples ocasiones. Es una solución para aquellos táperes que no se van a sacar de casa para llevar la comida al trabajo o a un pícnic, ya que para estas ocasiones es preferible hacerse con un recipiente de cristal hermético para prevenir que se pueda derramar algún líquido.
Se pueden meter en el microondas y se suelen adaptar a envases de distintos materiales, como cerámica o pírex, aunque los envases de plástico se le resisten y no son del todo eficaces a la hora de crear vacío y transportar la comida. Dependiendo de la marca, se pueden emplear o no para envolver directamente los alimentos y refrigerarlos. No obstante, antes de adquirir nuevos artículos para conservar los alimentos, lo mejor es echar mano de todos aquellos que se puedan encontrar por casa y usar de forma continuada durante un cierto tiempo.
Bolsas de silicona o de cera de abeja
Junto con el papel film transparente, las bolsas herméticas de plástico también son otro recurso al que se suele acudir cuando se quiere transportar alguna merienda o 'snack'. Para reducir el consumo de este tipo de bolsas, está la opción de pasarse a las que están fabricadas con silicona, que son reutilizables y más versátiles que las bolsas de plástico. Son aptas para microondas y congelador, aunque también tienen sus inconvenientes: que no se lavan de forma fácil y es complicado conseguir que se sequen, al igual que su forma no es la más adecuada para cierto tipo de sustancias.
La otra opción puede ser hacerse con envoltorios biodegradables elaborados con cera de abeja, un material que puede causar más de un inconveniente ya que a la larga el producto se puede deteriorar puesto que cuesta que se limpien y sequen bien por la suciedad que libera la propia cera. Además, tienen un olor bastante fuerte y no se pueden meter ni en el microondas, ni en la lavadora o el lavavajillas.
Tradicionalmente, el papel film transparente, al igual que el papel de aluminio, han sido materiales imprescindibles en la cocina, una concepción que en la actualidad puede cambiar para aquellos que cocinen con la máxima de reducir los residuos y, especialmente, los plásticos de un solo uso. Para ello, es vital tener en mente que hay recursos alternativos con los que conservar los alimentos en la nevera o recubrir ciertos envases que también tienen que encontrar su hueco en el refrigerador.