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(Eliseu Isla): "El consumo anual de carne de un español contamina como un Madrid-Bilbao en coche"
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PRESIDENTE DE PROVACUNO

(Eliseu Isla): "El consumo anual de carne de un español contamina como un Madrid-Bilbao en coche"

Conseguir la neutralidad climática para 2050. Es el compromiso del sector vacuno, desde el que se insta a políticos, activistas e ‘influencers’ a “hablar menos y trabajar más”

Foto: Eliseu Isla, presidente de Provacuno.
Eliseu Isla, presidente de Provacuno.

Según datos del Ministerio de Transición Ecológica, un 3,6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en nuestro país corresponde a la carne de vacuno. Reducir este porcentaje no es el único frente que tiene abierto el sector: los datos de Consumo confirman la tendencia a la baja en la ingesta de carne -desde 2012 a 2019 se ha reducido en un 14,4%-, al tiempo que se continúa cuestionando su efecto sobre la salud. De todo ello conversamos con Eliseu Isla, presidente de Provacuno, que arranca la entrevista hablando sin reparos de los protagonistas de la Cumbre de Glasgow: “Todos tienen muy buenas intenciones, pero luego vemos lo que pasa. Se queda en eso, en intenciones. Y, además, no predican con el ejemplo: van con jets privados, contaminan…”.

PREGUNTA. ¿No han sacado nada en claro de la COP26?

RESPUESTA. Ellos hacen sus cumbres, pero nosotros, como sector, intentamos cambiar las cosas con rigor y sin fuegos artificiales. Nosotros ahora debemos trabajar en lo que nos toca.

P: ¿Qué les toca? ¿Qué es lo que tienen que cambiar?

R. Creo que lo primero es que se conozca realmente, en su valor justo, cuántos gases de efecto invernadero emite el sector del vacuno. Porque el transporte representa un 29%, la industria el 21%… Nosotros, del cien por cien, solo emitimos un 3,6%. Y no lo decimos nosotros: son datos del Ministerio de Transición Ecológica.

P. Ustedes defienden que su sector, más allá de contaminar, también tiene un efecto positivo sobre el medioambiente.

R. Por una parte, hay que tener en cuenta que las plantas que se comen las vacas necesitan CO2 para hacer la fotosíntesis. Hay cálculos que estiman que los montes y dehesas ‘secuestran’ más carbono que muchos bosques. Por otra, las vacas hacen una limpieza importantísima del bajo monte, por lo que ayudan a prevenir los incendios forestales. Dejar de comer carne sería como echar una cerilla al monte.

"El ganado vacuno ayuda a prevenir los incendios forestales. Dejar de comer carne es como echar una cerilla al monte"

P. ¿Y el metano de las vacas?

R. Se ha sobreestimado su impacto. Hay que recordar que el metano que emiten las vacas solo dura 10 o 12 años en la atmósfera; después, se convierte en CO2 y se absorbe en gran parte en la fotosíntesis. El problema no son las vacas, sino el almacenamiento y la producción de gas natural, o los vertederos en las ciudades. Señalar al vacuno como culpable no es solo injusto, sino también, falso.

P. Pero el vacuno contamina…

R. Sí, pero nosotros estamos alimentando al planeta. Y hay que hacer bien los números: la media de consumo de carne de vacuno en España es de unos cinco kilos por persona y año. Eso viene a contaminar lo mismo que un viaje en coche Madrid-Bilbao de ida y vuelta.

P. Antes hablaba de ponerse a trabajar. ¿Cuál es la hoja de ruta para reducir las emisiones?

R. En noviembre de 2019 ya aprobamos la estrategia ‘Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050’. Esto significa que queremos ser neutrales: absorber la misma cantidad de C02 que la que emitimos. Para ello, hemos elaborado un código de buenas prácticas medioambientales en cooperación con un panel de científicos que nos explican lo que debemos hacer y en qué campos hay que trabajar: alimentación del ganado, fisiología del rumen, gestión de los estiércoles, manejo de campos y cultivos, genética…

placeholder Eliseu Isla.
Eliseu Isla.

P. ¿Hay margen de maniobra?

R. Lo hay. Sabemos que es inevitable emitir gases de efecto invernadero y, de hecho, toda actividad los emite. Pero los vamos a reducir y, al mismo tiempo, para ser neutrales, vamos a aumentar la capacidad de absorber carbono. Y eso lo podemos conseguir poniendo setos, árboles, que captan el CO2 de la atmósfera.

P. Otro tema candente es el del consumo. ¿Es cierto que comemos menos carne que antes?

R. Es cierto que va bajando. Pero resulta interesante ver que, al tiempo que se reduce el consumo de carne, se incrementan los indicadores de obesidad infantil.

P. Pero la obesidad infantil parece que va más unida a un abandono de la dieta mediterránea en favor de otro tipo de alimentación.

R. Es cierto. La dieta mediterránea es nuestro faro, nuestra guía. Ha demostrado sus beneficios para la salud, y en ella está incluida la carne. En el momento actual, con menos tiempo para comprar y cocinar, se están aumentando los hidratos de carbono a costa de las proteínas de alto valor biológico, como la carne.

"¿Es más sostenible una hamburguesa vegana, ultraprocesada y hecha con ingredientes de fuera, que un filete?"

P. Más allá del cambio en los hábitos de alimentación, ¿por qué parece que se ve mal la carne?

R. Hay una desconexión de los jóvenes con el mundo rural. Y también está la tendencia de los ‘influencers’, el movimiento 'veggie'. Pero hay que preguntarse si es más sostenible una hamburguesa vegana, ultraprocesada, que se ha hecho con soja procedente de la otra punta del planeta, que un filete. No tiene sentido ni desde una perspectiva social ni medioambiental. Por eso hay que informar bien a los jóvenes. Los ultraprocesados vegetales han hecho una gran campaña de ‘greenwashing’, aunque pienso que, en breve, tendrá un efecto bumerán.

P. ¿Por qué tiene tanto éxito el movimiento 'veggie'?

R. Parece que es un movimiento auspiciado por grandes fortunas del planeta. La UE y, en general, todo el mundo occidental, debe tener en cuenta que jugar de esta manera con los alimentos puede salir muy caro. Que nos falte gasolina es una cosa, pero que nos falte comida…

P. Esta batalla está muy ligada a la de la salud. ¿Debemos reducir el consumo de carne?

P. Repito que el consumo de carne de vacuno en España es de unos cinco kilos por persona y año. Es cinco veces inferior al recomendado por la OMS.

P. Al límite máximo establecido por la OMS…

R. Sí, está de sobra dentro de un consumo responsable. Aquí comemos una cantidad que no es preocupante, piensa que en el norte de Europa se come cinco veces más. Y en Argentina, ni digamos.

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Eliseu Isla.

P. ¿Y los peligros para la salud?

R. Hay que comer de todo, y carne también. No se ha demostrado que sea perjudicial, insalubre o mala. Lo que si sabemos es lo realmente peligroso que es su abandono: anemia, deficiencia vitamina B12…

P. Pero sí se ha relacionado el consumo de carnes procesadas con mayor riesgo cardiovascular o de algún tipo de cáncer…

R. Nosotros hablamos de lo nuestro. De la carne de vacuno. Y la forma más habitual de comprarla y venderla es al natural. Cuanto menos procesada, mejor.

P. En este sentido, también les beneficiará el auge del movimiento ‘Real food’.

P. Sí, al fin y al cabo se trata de volver al sentido común.

P. ¿Piensa que hay una campaña en contra de la carne?

R. Lo que veo es que se nos ha castigado de forma injusta. Nosotros nos apoyamos en datos de la ciencia, usamos datos fiables de fuentes externas.

P. ¿Y su polémica con el Ministerio de Consumo?

R. Esto no es un tema de política. La carne gusta a todo el mundo. Nosotros lo que queremos es que no se hable tanto, nosotros trabajamos para mejorar.

P. ¿Qué opina del recetario saludable propuesto por el Ministerio?

R. Se contradice por sí solo. Muchos de los productos no son de temporada. Los que tendrían que hablar son los científicos, con datos, y no los políticos. Y, si nosotros hacemos algo mal, lo corregimos. Pero no se puede hablar sin conocimiento de causa. Recetarios de productos que no vienen de aquí… Madre de Dios.

Según datos del Ministerio de Transición Ecológica, un 3,6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en nuestro país corresponde a la carne de vacuno. Reducir este porcentaje no es el único frente que tiene abierto el sector: los datos de Consumo confirman la tendencia a la baja en la ingesta de carne -desde 2012 a 2019 se ha reducido en un 14,4%-, al tiempo que se continúa cuestionando su efecto sobre la salud. De todo ello conversamos con Eliseu Isla, presidente de Provacuno, que arranca la entrevista hablando sin reparos de los protagonistas de la Cumbre de Glasgow: “Todos tienen muy buenas intenciones, pero luego vemos lo que pasa. Se queda en eso, en intenciones. Y, además, no predican con el ejemplo: van con jets privados, contaminan…”.

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