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¿Pesticidas y herbicidas en el té? Así es la realidad problemática
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Té verde y negro

¿Pesticidas y herbicidas en el té? Así es la realidad problemática

El Instituto Nacional de Consumo de Francia publica en '60 Millions de Consommateurs' un análisis de 48 infusiones donde se han detectado 16 sustancias controvertidas

Foto: Foto: Unsplash/@forleaves.
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Año tras año, el uso de té en el mundo parece incrementarse. En 2020, se consumieron a nivel global algo más de 6.300 millones de kilogramos de esta bebida caliente y se prevé que para 2025 el consumo supere los 7.400 millones, según Statista.

Pero las malas noticias llegan de la mano de la revista editada por el Instituto Nacional de Consumo de Francia, ‘60 Millions de Consommateurs’, que se hace eco de una nueva investigación que constata la existencia de 16 sustancias problemáticas en los 48 productos testados en el laboratorio.

Entre estos se ha detectado glifosato, un herbicida que ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud como "probablemente cancerígeno para los seres humanos" y que está prohibido en muchos países. También han encontrado tiacloprid, un insecticida prohibido en Europa. Así como acetamiprid y clorfenapir, dos pesticidas permitidos hasta cierto límite.

Tés convencionales

La mayor cantidad de residuos de pesticidas se han detectado en todo tipo de tés convencionales, ya sean negros o verdes, además de infusiones a base de verbena. También se ha constatado la presencia de sustancias prohibidas en Europa en ocho muestras de té convencional. Sin embargo, estos tés pueden seguir a la venta porque la presencia de estas sustancias nunca supera los límites autorizados.

"Estos tés pueden seguir a la venta sin restricción porque la presencia de estas sustancias nunca supera los límites autorizados"

La literatura científica arrastra ya varios trabajos sobre esta problemática. Uno de los más recientes, de 2020, publicado en ‘Environmental Science and Pollution Research’, tuvo como objetivo investigar la concentración de 33 residuos de pesticidas en 60 muestras de té negro recolectadas en Irán, determinar su tasa de transferencia y evaluar su riesgo para la salud durante la preparación.

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Foto: Unsplash.

En él, los límites de detección (LOD) y los límites de cuantificación (LOQ) de pesticidas oscilaron entre 0,1 y 7,26 y entre 0,8 y 24 μg/kg para hojas de té secas y entre 0,03 y 3,1 y 0,09 y 10 μg/L para la infusión de té, respectivamente. Los niveles de residuos de plaguicidas en 52 (86,67 %) de 60 muestras de té estaban por encima del LOD (0,1-7,26 μg/kg). Veinticuatro (40%) de las muestras contenían pesticidas en una concentración superior al límite máximo de residuos (LMR) establecido por la Comisión Europea (CE). “Siete de los 33 pesticidas validados se detectaron en muestras de hojas de té secas y solo cuatro de siete, incluidos buprofezin, clorpirifos, hexaconazol y triflumizol, se transfirieron a la infusión de té, lo que demuestra que las concentraciones de pesticidas en la infusión aumentaron durante la preparación", concluye el ensayo.

Te verdé y negro

En el informe francés se encontró que el té verde, sobre todo con menta, era el más contaminado, con cinco referencias contaminadas de las doce analizadas. Y destacan: Cotterley de Intermarché porque contiene nada menos que cuatro residuos no autorizados (dos neonicotinoides: tiacloprid y acetamiprid, y dos insecticidas: clorfenapir y bifentrina).

En cuanto a los tés negros, hay un pesticida prohibido en tres referencias (Auchan Thé Noir Breakfast, U Earl Grey y Twinings Original English Breakfast). En general, las infusiones de hierbas se han salvado. El análisis únicamente detectó un pesticida prohibido en la infusión detox de té verde de la marca Lipton.

El análisis también ha detectado seis moléculas de pesticidas aún autorizados en Europa hasta 2023, entre ellos, el glifosato. Un herbicida permitido, pero que ha suscitado mucha polémica debido a sus posibles efectos cancerígenos, como enumeramos anteriormente. .

Se halló en el 30% de los productos, especialmente en los tés negros. Concretamente, once de las dieciséis referencias testadas contenían residuos de glifosato. También estaba presente en el té verde menta Lipton y cinco infusiones a base de verbena.

Dentro del límite máximo de residuos

En la Unión Europea (UE), todos los productos alimenticios destinados al consumo humano están sujetos a un límite máximo de residuos (LMR) de plaguicidas con el fin de proteger la salud humana y animal. La Comisión Europea establece los LMR que son específicos para determinados productos destinados al consumo humano o animal. También establece un LMR general que se aplica cuando no se ha fijado un LMR específico, este es un nivel por defecto de 0,01 mg/kg. En el estudio se han detectado sustancias prohibidas en Europa en ocho muestras de té convencional, pero ninguna de estas sustancias superaba el LMR.

Por el contrario, "solo los tés ecológicos brindan la garantía de cero pesticidas", escriben en su informe los expertos del análisis. Con respecto a las infusiones también se detectaron resultados mejores con solo una infusión afectada por la presencia de pesticidas prohibidos.

"El informe destaca que solo los tés ecológicos brindan la garantía de cero pesticidas"

Asimismo, se destaca la existencia de impurezas de origen biológico (vegetal y animal), con una mayoría de insectos enteros o fragmentados. Los tés negros y las infusiones son los que más presencia de ellas tenían.

Hay que recordar que la planta de té (Camellia sinensis) necesita un clima cálido y húmedo para su buen desarrollo, de ahí que se cultive más, por ejemplo, en China y sudeste de Asia. Este clima es muy propicio para el desarrollo de hongos e insectos y, en búsqueda de rentabilidad y eficiencia, se hace un uso sistemático de fungicidas e insecticidas en los cultivos. Además, también se debe tener en cuenta que el té no se lava en ningún momento durante su preparación y, por tanto, no hay manera de que se eliminen los restos de estas sustancias.

Año tras año, el uso de té en el mundo parece incrementarse. En 2020, se consumieron a nivel global algo más de 6.300 millones de kilogramos de esta bebida caliente y se prevé que para 2025 el consumo supere los 7.400 millones, según Statista.

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