Más alcohol a diario y en los pueblos: España, entre los países donde beber es lo normal

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, corrió a fotografiar su copa de vino blanco para compartirla en redes sociales cuando creyó que el Gobierno iba a limitar su consumo. "Un buen vino como el que los señores del gobierno nos quieren prohibir", podía leerse en su publicación en Twitter. La polémica venía de la 'Estrategia en Salud Cardiovascular' que se debatió el 27 de abril en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que planteaba en su borrador inicial colaborar con bares y restaurantes para "promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación, sin incluir en ella el consumo de alcohol". En la versión definitiva, esta mención al alcohol quedó suprimida.

Más allá de las polémicas, la evidencia científica disponible es clara: ninguna cantidad de alcohol está exenta de riesgo. Términos como "consumo moderado", "prudente" o "responsable" son equívocos o pueden confundir, según el último informe sobre los límites del consumo de Alcohol aprobado por la Comisión de Salud Pública. El personal técnico y científico encargado de elaborar este documento prefiere emplear el término "bajo riesgo".

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Para hacerse una idea: media copa de vino si eres mujer y una si eres hombre. Es la cantidad máxima diaria de consumo de alcohol considerada de bajo riesgo. Y lo de diaria va con pinzas porque, además, se recomienda que haya al menos dos días a la semana en los que no se beba ni una gota. Asumiendo este baremo, que va en la línea del que existe en otros países de nuestro entorno y de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, España está a la cola en términos de prevención de problemas asociados al consumo de alcohol. "El consumo de alcohol está cada vez más normalizado e integrado con nuestros espacios de ocio y diversión", apunta Celia Prat, jefa del equipo de formación de la fundación FAD Juventud.

La información sobre cómo son los patrones de consumo de alcohol es abundante, pero en las últimas semanas se han conocido nuevos detalles sobre cómo se bebe alcohol en el día a día. La conclusión más rápida es que hacerse mayor es casi un sinónimo de beber a diario. Algo menos de un 10% de los jóvenes de 15 a 24 años afirma que beben entre semana (de lunes a jueves), mientras que la cifra es del 30,4% entre los que tienen entre 55 y 64 años. Cuando se trata de consumir en fin de semana, no hay diferencias relacionadas con la edad.

La cerveza es la bebida alcohólica que más se consume en días laborables (78,8%), seguida del vino (49,4%) y de los combinados (22,7%). La nueva Ley Audiovisual, que vio la luz el pasado mes de julio, incluye por primera vez una limitación a la promoción de bebidas alcohólicas con gradación inferior a 20 grados: no podrán anunciarse antes de las ocho y media de la tarde a no ser que formen "parte indivisible de la adquisición de derechos y de la producción de la señal a difundir".

"La publicidad es un factor de riesgo que normaliza todavía más el consumo"

Para Prat, el esfuerzo que se ha hecho con esta nueva ley "ha sido muy grande" porque "la industria de producción de bebidas alcohólicas es muy potente". "Claramente, la publicidad es un factor de riesgo que normaliza todavía más el consumo", explica. Como responsable de formación, detecta que estos anuncios trabajan aspectos centrales de la vida de los adolescentes para atraerles. Un 71% de la población de entre 15 y 64 años considera que se debería prohibir la publicidad del alcohol, según las últimas estadísticas del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA).

Casi un 15% de los españoles afirma que bebe porque cree que es saludable o que forma parte de una alimentación equilibrada, un razonamiento que sigue estando bastante extendido y que incluso esgrimen algunos representantes políticos del ámbito de la salud, como la exministra de sanidad española y portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat. "Defendemos el consumo moderado del vino y nuestra reconocida dieta mediterránea", aseguraba hace unos meses.

Precisamente son tres países mediterráneos los que copan el ranking de bebedores diarios. España está en el segundo puesto en porcentaje de personas que afirma consumir alcohol todos los días, un 13%, solo superado por Portugal, donde la proporción es del 21%. Y después estaría Italia, con un 12,1%.

Por su parte, el grupo de expertos de la Comisión de Salud Pública insiste en que "recomendar el consumo de algunas bebidas alcohólicas, atribuyendo a estos beneficios diferenciados, no estaría justificado con la evidencia científica disponible en la actualidad". El porcentaje de gente que cree que hay algo de sano en beber es mayor entre la población de más edad, donde el consumo diario también está más extendido.

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Los datos de Eurostat permiten además ver si existe una relación entre nivel educativo o renta y más consumo habitual. En Europa, no hay una tendencia clara. Por ejemplo, en Portugal o España sí que hay algo más de incidencia de consumo entre aquellos con enseñanzas más elementales, pero en Bélgica son los que han pasado por la universidad los que beben con más frecuencia.

En general, los hombres son más propensos a este consumo diario de alcohol, pero justo España y Portugal son los países que presentan mayores diferencias por sexo: un 20% entre los españoles frente a un 6% para las españolas. Y atendiendo a los niveles de renta, en España, el consumo es más habitual entre el 20% más rico de la población. Pero por ejemplo, en Portugal, la mayor proporción se da entre los que están justo en los valores intermedios de renta, entre los que prácticamente un 30% afirma que bebe a diario.

Sí, hay un patrón más claro que se extrae de estas cifras europeas: en los pueblos se bebe más. Esto encaja con la cuestión de que la edad es un factor diferencial cuando se trata de consumir alcohol a diario, y justo las zonas rurales son las que están más envejecidas. En este caso, las últimas cifras son del año 2014, mientras que el resto de los datos citados del portal estadístico europeo son de 2019.

Con todo, cuando se habla de grandes borracheras, España no está entre los países que salen peor parados. Daneses (37,8%), rumanos (35%), luxemburgueses (34,3%) y alemanes (30,4%) son los ciudadanos europeos que más episodios de consumo excesivo al menos una vez al mes, siguiendo a Eurostat. Esta categoría incluye la ingesta de más de 60 gramos de etanol puro de una sola vez, el equivalente a unos tres cubatas.

Navarra, región de botellones

Volviendo a las cifras españolas, algo más de la mitad de la población cree que tomar más de una o dos cañas al día no puede causar muchos problemas. "Una baja percepción del riesgo tiene más probabilidades de favorecer el consumo y los problemas asociados", advierte Prat, que afirma que precisamente la percepción del riesgo es una de las variables que trabajan en el marco de la prevención.

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También entre los jóvenes, según la experta, es importante tener en cuenta la mirada que ellos mismos hacen sobre su propio consumo. "Conocen los riesgos de consumir alcohol, pero esperan muchos beneficios de ese consumo. Y al final, la balanza se inclina mucho hacia los beneficios. Es verdad que el alcohol sirve para celebrar, para integrar, y eso tiene un potente enganche con los jóvenes que es difícil de trabajar".

Aunque la tendencia apunta que cada vez son más los jóvenes abstemios, desde la FAD indican que las cifras de consumo de mayor riesgo son "preocupantes". En 1994, el 84% de los estudiantes de 14 a 18 años había bebido alcohol alguna vez en la vida, mientras que en 2021 el dato es del 73,9%, unos diez puntos menos, según el OEDA.

Para estos consumidores prematuros, hay diferencias entre regiones. Navarra destaca por ser la comunidad autónoma donde mayor es la prevalencia de borracheras: la mitad de los adolescentes se emborrachan al menos alguna vez al mes, muy por encima de la media nacional, situada en el 23%. A diferencia de los adultos, para ellos "el consumo de alcohol sirve mucho para romper la rutina", cuenta Prat. "Tienen unas responsabilidades que cumplen de lunes a viernes, pero el fin de semana es para ellos, para olvidar esas responsabilidades".