Trucos y consejos para acabar con el desperdicio de comida en tu cocina
Comprar comida en exceso y cocinar más de lo que se necesita son las causas principales del desperdicio de alimentos en casa. Sigue estos consejos para no tirar comida
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Nuestras bisabuelas y abuelas han sido expertas cocineras. Seguro que recuerdas que nada sobraba en sus cocinas y nada se tiraba. Se trataba simplemente de una cuestión de ahorro y economía, pero con sus gestos contribuían inconscientemente a luchar contra el desperdicio de alimentos, algo totalmente distinto a lo que ocurre hoy en día.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cifra en 1.300 millones de toneladas la comida producida para el consumo humano, es decir un tercio del total, que termina en vertederos, cuando 1 de cada 9 personas en el mundo sufre hambre. Unas cifras terribles que deberían hacernos reflexionar al respecto.
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Cuando tiramos comida, desperdiciamos la mano de obra, el dinero y los recursos naturales que se emplean en la producción de los alimentos, sin mencionar los medios que se destinan a transportarlos con el consiguiente aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Y es que, aunque parezca que no podemos aportar nuestro granito de arena en este asunto, la verdad es que sí podemos.
Evitar el desperdicio de alimentos está al alcance de nuestra mano con pequeños gestos que empiezan por algo tan sencillo como tirar el menor número de alimentos posible a la basura ya que a muchos de estos productos podemos darles nuevos usos. De este modo, haremos que nuestro hogar sea más sostenible y conseguiremos un importante ahorro a fin de mes.
¿Cómo podemos reducir los desperdicios?
Para empezar, comprando solo lo que necesitamos y, para lograrlo, lo mejor es hacer una lista de la compra antes de ir al mercado o al súper y no comprar nada que no vayamos a consumir a corto plazo. Asimismo, debemos guardar las sobras y reutilizarlas para otro plato diferente.
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También es fundamental seguir la siguiente norma: “Primero en entrar, primero en salir”, es decir, se trata de consumir los productos más antiguos primero. Como truco, coloca los que vayan a caducar antes en primera línea y los que has comprado recientemente al fondo de la nevera. Otro consejo: almacena los alimentos a una temperatura entre 1 y 5 grados centígrados para que su vida útil sea lo más duradera posible.
Hay que saber diferenciar entre el concepto de fecha de caducidad, que hace referencia al momento a partir del cual un producto no debe consumirse porque es perecedero, y el de consumo preferente, que marca el tiempo en que el producto (sin abrir) mantiene sus propiedades, es decir, que pasada esa fecha se puede tomar sin riesgo, aunque haya perdido alguna de sus cualidades.
Hay que saber diferenciar entre el concepto de fecha de caducidad y el de consumo preferente
Y si queremos rizar el rizo, podemos instalar un contenedor de compost, ya que los desperdicios de los alimentos pueden aprovecharse como fertilizante o, incluso, para generar energía. Con todos estos consejos lograremos tirar menos alimentos y, lo que es más importante, ayudaremos a tener un mundo mejor y más sostenible.
Nuestras bisabuelas y abuelas han sido expertas cocineras. Seguro que recuerdas que nada sobraba en sus cocinas y nada se tiraba. Se trataba simplemente de una cuestión de ahorro y economía, pero con sus gestos contribuían inconscientemente a luchar contra el desperdicio de alimentos, algo totalmente distinto a lo que ocurre hoy en día.