Alertan de que el bisfenol A en contacto con alimentos es un riesgo para la salud
La reevaluación de los expertos de la EFSA concluye que es un problema de salud para los consumidores de todos los grupos de edad tras establecer una nueva ingesta diaria tolerable
El bisfenol A (BPA) en contacto con los alimentos es un riesgo para la salud. Así lo ha confirmado la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en su reevaluación del peligro de la presencia de esta sustancia en los alimentos. Los científicos concluyen que la exposición alimentaria al BPA es un problema de salud para los consumidores de todos los grupos de edad al identificar efectos potencialmente nocivos para la salud en el sistema inmunitario y superarse en 2 o 3 órdenes de magnitud la nueva ingesta diaria tolerable (IDT) establecida.
La última evaluación se realizó en 2015. En ese momento, la IDT que se fijó se hizo temporal, ya que los científicos de la EFSA detectaron una serie de lagunas e incertidumbres en los datos, que se comprometieron a reevaluar cuando se dispusiera de nuevos datos, en particular un estudio crónico de dos años patrocinado por el Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos.
Por qué es peligroso
Según recoge la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), en la nueva evaluación, publicada el 19 de abril de 2023, se ha tenido en cuenta la evidencia de los datos de animales y los estudios observacionales en humanos y se ha determinado que el sistema inmunitario fue identificado como el más sensible a la exposición al bisfenol A. El efecto crítico se halló en un tipo de linfocitos T colaboradores que juegan un papel fundamental en los mecanismos de la inmunidad celular y se encuentran involucrados en el desarrollo de reacciones inflamatorias, incluyendo autoinmunidad e inflamación pulmonar. Asimismo, la EFSA también tuvo en cuenta otros efectos sobre el sistema reproductivo, sistemas de desarrollo y metabólicos potencialmente dañinos para la salud.
Ahora, sobre la base de todas las nuevas pruebas científicas evaluadas, los expertos de la EFSA han establecido una IDT de 0,2 nanogramos (2 mil millonésimas de gramo) por kilogramo de peso corporal al día, en sustitución del nivel temporal anterior de 4 microgramos (4 millonésimas de gramo) por kilogramo de peso corporal al día. La IDT es aproximadamente 20.000 veces menor que antes.
Todas las personas con una exposición media y elevada superan la cantidad tolerable
Al comparar la nueva IDT con las estimaciones de la exposición de los consumidores al BPA en los alimentos, la EFSA concluye que las personas de todos los grupos de edad con una exposición media y elevada superan la nueva cantidad tolerable, un motivo de inquietud en materia de salud. La Aesan asegura que, tras conocer estos nuevos datos sobre el riesgo del bisfenol para la población, la Comisión Europea y los Estados miembros adoptarán las medidas pertinentes reglamentarias para la protección de los consumidores.
Dónde está presente el bisfenol A
La EFSA explica que el bisfenol A (BPA) es una sustancia química que se utiliza en combinación con otras sustancias para fabricar plásticos y resinas. El BPA se utiliza, por ejemplo, en plásticos de policarbonato, un tipo de plástico transparente y rígido utilizado para fabricar dispensadores de agua, recipientes de almacenamiento y botellas de bebidas reutilizables. También se utiliza para producir resinas epoxídicas empleadas para fabricar recubrimientos protectores y láminas para latas y cubas de bebidas y alimentos.
Las sustancias químicas como el BPA utilizadas en contenedores de productos alimenticios pueden migrar en cantidades muy pequeñas a los alimentos y bebidas que contienen, por lo que los científicos de la EFSA revisan periódicamente su seguridad.
El bisfenol A (BPA) en contacto con los alimentos es un riesgo para la salud. Así lo ha confirmado la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en su reevaluación del peligro de la presencia de esta sustancia en los alimentos. Los científicos concluyen que la exposición alimentaria al BPA es un problema de salud para los consumidores de todos los grupos de edad al identificar efectos potencialmente nocivos para la salud en el sistema inmunitario y superarse en 2 o 3 órdenes de magnitud la nueva ingesta diaria tolerable (IDT) establecida.