Qué es el pan de gambas: ¿realmente tiene gamba entre sus ingredientes?
Este snack propio de las cocinas asiáticas, en especial de la indonesia y de la china, es uno de los alimentos más crujientes que existen, pero sus ingredientes parecen un misterio
Se trata de uno de los snacks más populares de determinadas gastronomías asiáticas, principalmente de la china, la malaya y la indonesia. Su característica textura seca (a pesar de tratarse de un producto frito y que, una vez cocinado, contiene grandes cantidades de grasa), extraordinariamente crujiente, así como su particular sabor hacen las delicias tanto de los más pequeños como de los que ya estamos entrados en años.
Pero, a pesar de su popularidad, una gran pregunta queda sobre la mesa: ¿el pan de gambas contiene, como su nombre indica, gambas? La respuesta es complicada y se puede resumir de este modo: teóricamente sí, pero no siempre.
En primer lugar, al probarlo, no sería extraño descubrir que, en realidad, el pan de gambas no sabe, al menos en muchas ocasiones, lo más mínimo a gambas. Tiene un sabor umami, salado, que junto a su textura hacen que sea tremendamente identificable, pero si nos vamos a una lonja de Huelva o de Garrucha (Almería) y hacemos a la plancha una de sus gambas (blancas o rojas) y las comparamos con el snack asiático, descubriremos que no se parecen en lo más mínimo, solo en el nombre.
A todo esto hay que sumar que, dependiendo de la empresa que manufacture el producto, el resultado puede variar mucho, pues cada cual elige los ingredientes y en nuestro país es posible encontrar pan de gambas que lo más cerca que ha estado de un crustáceo de este tipo es en una foto en la revista que guarda en su taquilla uno de los trabajadores de la fábrica.
De hecho, tanto su precio como su calidad dependen en gran medida de la cantidad de gamba que contienen (casi nunca más del 20%, y normalmente rondando el 7%). En los mejores panes de gamba, los tradicionales (difíciles de encontrar en nuestro país), se suelen utilizar camarones de pequeño tamaño, frescos, que se añaden a la masa que luego se fríe.
Esta, por desgracia, no es la tónica general de los panes de gambas, hechos o no, que podemos comprar en el supermercado. En estos casos siempre se utiliza un polvo hecho con gambas y otros mariscos secos triturados. El resto de ingredientes, aunque reiteramos que su selección depende mucho de la empresa que lleve a cabo el proceso de manufacturación, suelen ser:
- Fécula de patata
- Harina de tapioca
- Aceite de girasol
- Polvo de gambas y mariscos secos
- Azúcar
- Huevo
- Sal
Podemos afirmar, por tanto, que sí: en gran parte de las ocasiones, el pan de gambas contiene gambas, pero no tienen nada que ver con las que nos gustan de verdad, las repletas de sabor que podemos encontrar en cualquier pescadería que se precie de nuestro país.
Se trata de uno de los snacks más populares de determinadas gastronomías asiáticas, principalmente de la china, la malaya y la indonesia. Su característica textura seca (a pesar de tratarse de un producto frito y que, una vez cocinado, contiene grandes cantidades de grasa), extraordinariamente crujiente, así como su particular sabor hacen las delicias tanto de los más pequeños como de los que ya estamos entrados en años.