Los secretos tras tu menú McDonald's: de dónde viene la cebolla de tu hamburguesa

‘¿Estarías dispuesto a esperar más de seis meses por tu menú de McDonald’s?’ Es una pregunta insólita, especialmente en un mundo que gira a toda velocidad y en el que se trabaja contrarreloj para reducir al máximo los tiempos de entrega. Pero es precisamente ahora cuando la marca nos pide que bajemos de revoluciones y miremos a la esencia del producto; su propuesta, que lleva por nombre El pedido más esperado, nos acerca al ciclo de producción y crecimiento de los ingredientes de su Big Mac, McRoyal Deluxe, Cuarto de Libra y del helado McFlurry.

"Se trata de poner en valor el trabajo del sector primario, del campo español. Sin el esfuerzo conjunto de agricultores y ganaderos, nuestro menú no llegaría a la mesa. Y ese esfuerzo conjunto dura seis meses, porque ese es el tiempo que desde la granja y la huerta tardan en elaborar sus productos", explican fuentes de la compañía. Para ello, a través de una newsletter mensual, el consumidor puede hacer un seguimiento de todo el proceso de cultivo y crecimiento del tomate, la lechuga, la cebolla, los cereales del pan o la leche del helado, todos ellos de producción local. Desde El Confidencial hemos hablado con agricultores y ganaderos para conocer de primera mano cómo trabajan y descubrir los secretos tras los primeros ingredientes: la cebolla de las hamburguesas y la leche del McFlurry.

Los cinco meses de la cebolla

“Desde que se planta hasta que se cosecha, la cebolla tarda unos cinco meses en crecer”. Lo explican Fernando y Javier, agricultores que cultivan para McDonald’s la cebolla que después saborearás en tu hamburguesa. “Es una planta hortícola que requiere una especial dedicación y los cuidados típicos del cultivo de huerta: riego muy bien dosificado, abonos, prevención de enfermedades… Es, además, muy sensible a la climatología: con el granizo se viene abajo”.

Ellos siembran “a mediados de marzo y recogemos a primeros de septiembre. Cuando ya se ha hecho la recolección, Vegenat nos manda camiones y se la llevan, para almacenarla con las condiciones adecuadas de temperatura y humedad”.

Además de las cebollas de la huerta de Fernando y Javier, la compañía de restauración utiliza las de muchas otras explotaciones agrícolas. Así nos lo explica Alejandro, técnico agrónomo de Vegenat, la empresa que provee las cebollas de los Big Mac que se consumen en nuestro país. “Mi labor es contactar con agricultores para cubrir el número de hectáreas que se necesitan. Hacemos una siembra escalonada en las distintas regiones; se trata de organizarnos para dar abasto, para que sea todo muy dinámico y no tengas que recolectar todo a la vez”.

"El trabajo entre agricultores y proveedores es mano a mano", continúa Alejandro, "hacemos con ellos una labor de asesoramiento, vamos juntos en el proceso desde la siembra, siempre atentos a los productos sanitarios, riegos, abonos, herbicidas… Así hasta la recolección". Y explica que uno de los momentos más delicados es el de la siembra: "El posicionamiento es muy importante, si pones la semilla muy arriba no tiene humedad y no germina; si es muy profundo, no nace. Te juegas mucho, y sembrar en condiciones hace que tengas el número de plantas necesario o que sea un fracaso".

Igual que la cebolla requiere seis meses de atención, la leche con la que se elabora el helado McFlurry también requiere un proceso, no viene directa del tetrabrik. Tenemos que irnos a las granjas asturianas, donde crecen y pacen las vacas de las que se obtiene esa leche. “En una vaca, la gestación dura nueve meses, igual que en los humanos”, explica el ganadero José Ramón González, a quien todos conocen como Chocolate. “Para que la ternera que nace pueda dar leche es necesario que pasen dos años. A partir de ahí ya se la ordeña, pero es fundamental que todo esté bien hecho: controles sanitarios, bienestar animal, alimentación… Y, después, pasamos la leche cruda a Reny Picot, que son los proveedores de McDonald’s”, concluye el asturiano.