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El Gobierno las persigue, pero las bebidas energéticas no dejan de crecer entre niños
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El Gobierno las persigue, pero las bebidas energéticas no dejan de crecer entre niños

De la mano de 'youtubers' o 'influencers', las marcas juegan con colores eléctricos y nuevos sabores para atraer cada vez a consumidores más jóvenes, a pesar de que su ingesta puede ser perjudicial para la salud

Foto: Lineal de bebidas energéticas en un supermercado. (Getty Images/Brandon Bell)
Lineal de bebidas energéticas en un supermercado. (Getty Images/Brandon Bell)

Este verano, una abuela española fue de vacaciones con sus nietos a Reino Unido. En un momento dado, los niños, aún no adolescentes, le pidieron que entrara a una tienda y les comprara un particular refresco: "Ese, abuela, ese que pone Prime". Cuando fue a pagar, el encargado le dijo que no podía venderle esas botellas porque sabía que eran para los niños. El famoso Prime es una bebida energética lanzada por dos de los youtubers más famosos del mundo, Logan Paul y KSI. La bebida aún no ha llegado oficialmente a España (solo está en tiendas de importación), pero el hype entre los jóvenes es tremendo.

El refresco es vegano y no contiene azúcares, pero a cambio les suministra 200 miligramos de cafeína en vena, casi el doble de un Red Bull y el equivalente a seis latas de Coca-Cola. El mercado parece saturado de marcas, pero la industria siempre encuentra la forma de introducir algo más.

Los 'influencers' y la publicidad

Cada vez hay más bebidas energéticas y se consumen más y a edades más tempranas. El año pasado, el Gobierno elaboró un real decreto para limitar su publicidad, pero no ha servido de nada. Su difusión sibilina a través de influencers, líderes de opinión para miles de adolescentes, deja poco espacio para su regulación publicitaria. Para gustos, sus numerosos y novedosos sabores. Para venderlas, sus atractivos y potentes colores. Las bebidas energéticas inundan el estómago de cientos de jóvenes cada día, pese a su alta composición en cafeína y otros elementos perjudiciales si se ingieren en grandes dosis. ¿Deberían restringir su venta a mayores de edad? ¿Serían adecuadas campañas de sensibilización para alertar de sus peligros? El consenso de los expertos apunta a que la persuasión que ejercen para su compra en los jóvenes es un arma que no dejan de explotar las compañías.

placeholder Los 'youtubers' Logan Paul y el rapero KSI saludan a sus fans en Copenhague. (Reuters/Ida Marie Odgaard)
Los 'youtubers' Logan Paul y el rapero KSI saludan a sus fans en Copenhague. (Reuters/Ida Marie Odgaard)

El fenómeno de la aparición continua de marcas de bebidas energéticas ya ha sido estudiado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). Según apuntan los resultados de un informe elaborado en 2021, "un consumo excesivo de cafeína puede provocar efectos fisiológicos no deseados que van desde la alteración del sueño, tanto en el tiempo necesario para conciliarlo como su duración, hasta efectos psicológicos y alteración del comportamiento, así como trastornos cardiovasculares".

Asimismo, el consumo continuo de este tipo de bebidas puede causar dependencia física moderada a partir de 100 mg/día y tolerancia a esta sustancia, creando la necesidad de consumir una dosis mayor que la inicial para conseguir un efecto similar al original. En este sentido, las latas de bebida energética suelen ser de medio litro y tener unos 160 mg de cafeína, lo que equivale a dos cafés expreso.

El uso que se les da tampoco es baladí, pues algunos deportistas suelen añadirlas en sus rutinas. Más allá de eso, la utilización habitual de estas bebidas para estimular el organismo se ubica en ambientes de ocio nocturno, muchas de ellas incluso se llegan a combinar con bebidas alcohólicas. Esto puede llegar a traducirse en resultados fatídicos, como la muerte, algo que ya ha sucedido en alguna ocasión. Además, a menor masa corporal de una persona, mayores serán las alteraciones que producirá el producto, tal y como señala la Aesan.

Foto: Foto: Unsplash/@tomterifx

José Luis Palma es cardiólogo y presidente del Instituto Español de Medicina de Estilo de Vida: "Ya se ha demostrado que tomar café no es perjudicial para la salud, pero, como todo, debe hacerse en su justa medida, algo de lo que adolece la ingesta de bebidas energéticas", comienza su diatriba. Desde su punto de vista, la Aesan debería regular su consumo, ya que, entre los efectos secundarios adversos más livianos que pueden llegar a producir, se encuentran agitaciones, temblores, estados de inquietud y euforia. “Es como si se tomaran una pequeña dosis de cocaína”, ilustra este experto.

Limitar su consumo para el ocio

El uso deportivo de las bebidas energéticas es otra realidad que circunda a estos productos. "Hay de muchos tipos, pero suelen tener cafeína y aminoácidos añadidos, como la taurina y vitaminas del grupo B", especifica Alberto Sacristán, experto en nutrición, médico de familia y director médico de Sportsalud. "Yo creo que a nivel de ocio, en los adolescentes, se debería limitar esta bebida", agrega.

"A nivel de ocio, en los adolescentes, se debería limitar esta bebida"

El motivo que lleva a Sacristán a pensar esto es que las bebidas energéticas no solo tienen cafeína, sino azúcar, algo esencial para la práctica deportiva. “El abuso de estas bebidas no solo puede producir efectos adversos por la cafeína, sino por los demás componentes que tienen”, reitera el médico. “En las redes sociales, hay mucha información que no se ajusta a la realidad. El problema es que eso no se puede censurar, y muchos jóvenes que no saben mucho del tema, pero quieren beber lo mismo que su ídolo, lo van a hacer, y la cosa puede terminar muy mal”, subraya Sacristán.

'Marketing' escondido

El verdadero problema se presenta cuando el público objetivo de este tipo de bebidas son los jóvenes, muchas veces sin la consciencia necesaria para darles un buen uso. "No es que sean adictivas de por sí, pero si alguien se toma una bebida energética y se siente más activo, seguramente piense que dos duplicarán esa sensación", apunta Palma, también colaborador del Colegio Oficial de Medicina de Madrid.

José Luis Palma limitaría su venta a personas entre los 16 y los 21 años

Palma limitaría su venta a personas entre los 16 y los 21 años, aunque tampoco se le escapa que es algo complicado debido a la profusión que de ellas hacen los creadores de contenido en internet. "Detrás de todo esto hay un marketing remunerado para que esta publicidad aparezca continuamente en streamers y personas a las que siguen miles de jóvenes. Realmente, son influencias perniciosas en el segmento más permeable a este tipo de información, que es la juventud", en sus propios términos.

Uno de los principales factores que tienen en cuenta las empresas de publicidad a la hora de comunicar un producto es a qué público se dirige y cuándo suele ser consumido. En el caso de las bebidas energéticas, son los jóvenes, tanto chicos como chicas, y en verano. Así lo reseña Antón Álvarez, profesor de Estrategias de Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y asesor de compañías publicitarias.

Una cuota de mercado muy grande

Hace años, tan solo existía Red Bull. Esta marca, ya de sobra posicionada en el mercado, pensaba que reduciría sus ventas cuando llegó la prohibición de publicitar tabaco y bebidas alcohólicas en televisión, por eso empezó a apostar por patrocinar deportes extremos. En ninguno de sus anuncios televisivos ha aparecido una persona, y siempre te dan alas. “Años después, se vio que había cuota de mercado para muchas más y se sumaron otras como Monster y Eneryeti. El sector se ha expandido hasta marcas blancas de supermercados”, apunta el profesor universitario.

placeholder Jóvenes sostienen botellas de Prime en Londres. (Reuters)
Jóvenes sostienen botellas de Prime en Londres. (Reuters)

Por otra parte, las ya existentes diversifican su gama en cuanto a lo que sabores y tamaños se refiere. "Están focalizadas en un nicho de consumidor muy concreto. No son como la Coca-Cola, desperdiciarían dinero si su publicidad apareciera en medios generalistas", añade Álvarez. Este es el motivo por el que los medios para hacerse conocer están tan focalizados. Más allá de los influencers, también suelen patrocinar festivales de música y actuaciones, sobre todo en Latinoamérica.

No es raro ver a algunas de estas marcas regalar sus productos en los campus universitarios en época de exámenes

A ello se suman actuaciones invisibles para el gran público. Por ejemplo, no es raro ver a algunas de estas marcas regalar sus productos en los campus universitarios en época de exámenes. "Son acciones muy específicas que no se llegan a conocer por el resto de la sociedad porque incluso podrían estar mal vistas", agrega el experto. Álvarez sabe bien que hay chavales que las empiezan a tomar a los 12 años, muchas veces como sustitutivo precoz del alcohol. “Estos productos tienen una serie de contraindicaciones que deberían ser mejor explicadas y conocidas”, sostiene.

Limitar su publicidad, ¿imposible?

Otro de los principales problemas es que, a pesar de que la publicidad convencional es fácil de regular, no sucede lo mismo con la ejercida por parte de los medios que suelen utilizar las bebidas energéticas para promocionarse. "No le puedes negar a una persona hablar bien de una bebida energética mientras graba un vídeo en directo, porque sería limitar la libertad de expresión. No es un anuncio de la marca lo que aparece, sino una opinión personal, aunque la haya comprado la empresa", explica el profesor de la UCM.

Los colores de sus latas, por otra parte, también suelen atraer a los más jóvenes. Colores electrizantes y chillones protagonizan un packaging cuyo producto está destinado a ser tomado en ambientes de fiesta. Esta estética también va acompasada con la gran variedad de sabores que aparecen. "A la gente algo más madura no le gusta que haya tanta gama, porque se desnaturaliza el producto, pero a los jóvenes les gusta probar cosas nuevas. Si siempre han tomado una bebida sabor a fresa y sale la de coco, la comprarán, por si acaso les gusta más", concluye Álvarez.

Este verano, una abuela española fue de vacaciones con sus nietos a Reino Unido. En un momento dado, los niños, aún no adolescentes, le pidieron que entrara a una tienda y les comprara un particular refresco: "Ese, abuela, ese que pone Prime". Cuando fue a pagar, el encargado le dijo que no podía venderle esas botellas porque sabía que eran para los niños. El famoso Prime es una bebida energética lanzada por dos de los youtubers más famosos del mundo, Logan Paul y KSI. La bebida aún no ha llegado oficialmente a España (solo está en tiendas de importación), pero el hype entre los jóvenes es tremendo.

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