Los motivos por los que no chupar cabezas de gambas y langostinos: una experta lo explica

• Una experta advierte sobre la calidad de los langostinos en 'Equipo de Investigación': "pueden provocar dificultades para respirar"
• El marisco que más subirá de aquí a Navidad (y mejor aguanta que lo congeles)

El marisco es uno de los alimentos por excelencia en las comidas y cenas de Navidad, especialmente cuando las familias se reúnen en Nochebuena y Nochevieja. Por ello, es importante tener en cuenta las implicaciones alimentarias y de salud de gambas y langostinos, y algunos aspectos importantes para su correcto consumo.

En el último programa de Equipo de investigación de La Sexta, titulado El precio del marisco (disponible para su visualización en Atresplayer), Gloria Serra y sus compañeros analizan el aumento de precio de este tipo de comida, que va a provocar que este año no se consuman tantas gambas y langostinos como en anteriores Navidades, aunque seguirán teniendo una presencia importante en las mesas familiares.

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El encarecimiento se debe a varios factores, incluyendo una reducción en los niveles de pesca en España y la importación desde puntos lejanos del planeta. Pero además, el programa también profundiza sobre la calidad del propio marisco que se vende en España, si cumple con la normativa, y qué cosas hay que evitar a la hora de consumirlos.

El peligro de los sulfitos

Equipo de investigación ha hablado con Milagros Vázquez, directora del laboratorio SGS Portugal, quien ha puesto el foco en una cuestión de salud muy importante relacionada con el consumo de marisco: la presencia de sulfitos, unas sustancias derivadas del azufre que suelen utilizarse como conservantes y para evitar el ennegrecimiento, pero que deben ajustarse a unos límites para cumplir la normativa vigente, ya que un exceso de sulfitos puede tener consecuencias adversas en el organismo, especialmente en personas que tengan alergias o problemas respiratorios.

Desde el programa facilitaron a Vázquez cuatro muestras distintas de langostinos que se venden en España, y la conclusión fue que tres de ellas cumplían la normativa de límite de sulfitos, pero una no: "detectamos 173 miligramos por kilo, cuando le correspondería un nivel de 150 miligramos kilo", explica la experta sobre esos langostinos importados desde Ecuador. Por ello, es conveniente asegurarnos de que adquirimos el marisco en un lugar de confianza cuyos productos cumplan con las normas alimentarias.

En cuanto a las cabezas de gambas y langostinos, lo cierto es que se trata de la parte más problemática de estos tipos de marisco, pues en ellas no solo se acumula una mayor cantidad de sulfitos, sino también cadmio, un metal que puede llegar hasta nuestros riñones e hígado, y dañar nuestro organismo. Por todo ello, es muy mala idea chupar las cabezas, y lo mejor es desecharlas.