Estas son las mejores recetas para aprovechar las sobras de Navidad y comer más sano
Tras las comidas y cenas navideñas, las sobras que coronan nuestra nevera durante los días posteriores, pueden convertirse en un amplio abanico de posibilidades gastronómicas
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Con la Navidad también llegan múltiples comidas y cenas con amigos y familia en las que, normalmente, nos excedemos con las cantidades y podemos llenar algún que otro tupper con las sobras. Carnes, pescados, ensaladas, cremas de verduras y todo tipo de aperitivos coronan nuestra nevera durante los días posteriores, pero, no tienen por qué ser una molestia, si no un amplio abanico de posibilidades gastronómicas. Aquí te dejamos una serie de ideas para que puedas sacar el máximo provecho y crear nuevos platos y, además, saludables.
Las sobras de carnes como el pollo o el pavo son las que más juego dan, ya que se pueden preparar múltiples recetas, como un wrap, una ensalada de pollo con frambuesas y una ensalada César o de pasta. Los bocadillos y sándwiches son un excelente recurso. Además del pollo o el pavo desmenuzado, les podemos añadir aguacate, tomate, cebolla caramelizada y algún queso untable.
Estas carnes también pueden convertirse en unas croquetas de categoría si les incorporamos algún ingrediente más, como un puerro. Asimismo, en muchas casas se asan otro tipo de aves y carnes que pueden tener una segunda vida si preparamos unas empanadillas, una empanada, una quiche e incluso una pizza.
Consejos útiles
Si en vuestra casa os va más el marisco o el pescado, también cuentas con una gran variedad de posibilidades para no desperdiciar nada. Este tipo de alimentos son el mejor ingrediente de una buena ensaladilla o el relleno de unos volovanes que se convertirán en el aperitivo más deseado en un picoteo informal. Las sobras de pescado también se pueden transformar en unas albóndigas de merluza o en un pastel de espinacas y gambas en el cual podemos incluir gambas ya cocidas.
Además de estos platos deliciosos, también conviene tener en cuenta una serie de recursos útiles. Tendremos que congelar todo lo que sea posible para alargar la vida útil de todos aquellos platos que han sobrado. Debemos refrigerar sin salsas ni aderezos todo aquello que se pueda, y rotular con fecha para utilizar lo más perecedero primero. Es decir, utilizaremos antes los ingredientes que mayor porcentaje de humedad poseen, como pueden ser platos de verduras y frutas.
Si no queremos congelar, podemos introducir verduras y hortalizas cocinadas en una bolsa de plástico apta para refrigerar, junto a un trozo de papel absorbente. De esta forma alargaremos unos días más la vida de estas preparaciones. Asimismo, en vez de tapar el plato con papel de aluminio y meterlo directamente en la nevera, es mejor meter la carne o el pescado en un tupper -a poder ser, de cristal-. Por otro lado, recuerda que el marisco, si ya está cocido, debemos consumirlo en 24 horas.
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