Esto es lo que dice la ciencia sobre el mejor desayuno para adelgazar

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Es fundamental elegir bien qué desayunamos, para afrontar la jornada con energía y sintiéndonos bien. Para quienes quieren ponerse a dieta y reducir su peso, sin duda tiene una gran importancia decantarse por los alimentos apropiados para no empezar el día con calorías de más.

Por ello, conviene tener en cuenta qué desayunar para que nuestro estómago se sienta lo suficientemente saciado para aguantar hasta la hora de la comida. Un estudio publicado en ScienceDirect da las claves sobre ello, tras haber hecho pruebas en treinta mujeres jóvenes (de entre 18 y 30 años) con sobrepeso u obesidad.

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Según sus resultados, el tipo de desayuno que proponen no solo resulta ideal para mejorar la saciedad en esas horas clave de la mañana, sino que también tiene la capacidad de incrementar la concentración cognitiva. Esto puede ser muy útil para aumentar nuestro rendimiento al comenzar la jornada en el trabajo o en los estudios.

Proteínas y lácteos

El estudio concluye que "un desayuno a base de lácteos, alto en proteínas y bajo en carbohidratos aumentó la sensación de saciedad en las horas posteriores al desayuno", aunque al final del día las personas de la prueba acababan teniendo una ingesta de energía similar, por lo que hay que tener cuidado para aprovechar bien esas bondades del desayuno y no comer luego de más a lo largo del día.

Para explicar por qué tomar proteínas en el desayuno puede ayudar a adelgazar, hay que entender también que nuestro organismo quema muchas más calorías para metabolizar proteínas que carbohidratos.

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Más contundentes aún fueron los resultados positivos de la prueba de concentración cognitiva: quedó claro que "el rendimiento antes del almuerzo mejoró después del desayuno rico en proteínas y bajo en carbohidratos", cosa que no sucedió con quienes desayunaron más carbohidratos ni con quienes se saltaron el desayuno.

Por lo tanto, los huevos, la leche y los yogures (que podemos acompañar de frutos secos como nueves o almendras) pueden ser una gran opción para quienes busquen este tipo de efectos en sus desayunos, así como el queso (mejor uno que sea saludable o bajo en grasas como el cottage) o incluso elementos de pescado y carne. Y por supuesto, la fruta siempre es buena idea, y en este caso podemos optar por algunas que tienen más proteína como la manzana, el plátano, el coco o el aguacate.