La decisión que ha tomado Europa y hará cambiar el desayuno en España: así serán ahora la mermelada y el zumo

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Las mermeladas, la miel, los zumos y las confituras son alimentos habituales en nuestros desayunos, meriendas y postres. Sin embargo, sus etiquetados y composiciones han estado en el punto de mira desde hace años, debido a la existencia de mieles adulteradas con azúcar o la carencia de frutas en muchas mermeladas comerciales.

En esta línea, el Parlamento Europeo ha establecido recientemente unas directivas sobre el desayuno, con el objetivo de ser más transparentes con los consumidores para que estos puedan tomar “decisiones informadas y más saludables” sobre los productos agroalimentarios típicos de nuestros desayunos. Los estados miembros tendrán un plazo máximo de dos años para aplicar todos los cambios.

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María del Pilar Díaz

Cambios en el etiquetado de la miel

Uno de los principales puntos que se quieren mejorar es hacer la etiqueta de las mieles más transparente, indicando los países de origen bien visibles y los porcentajes de estos países. También se buscará crear un sistema de trazabilidad de la miel en la UE. Con estas medidas, se pretende aclarar el verdadero país de origen de nuestras mieles, que se sospecha que gran parte de ellos no pertenecen a la UE, y el producto final llega adulterado con azúcar a nuestras mesas.

A nuestras mesas llega miel adulterada con azúcar, cuyo país de origen no se indica

Más fruta y menos azúcar

En lo que respecta a los zumos de frutas, se busca establecer un etiquetado más claro sobre el contenido de azúcar, mientras que las mermeladas y confituras experimentarán unos cambios, estableciendo unos mínimos en sus ingredientes. En ambos productos, cuando la Comisión elabore los informes pertinentes, será obligatorio indicar en el etiquetado el origen de las frutas empleadas en su fabricación.

Para las confituras y mermeladas, se establecerá una regla para su contenido en fruta. Se deberán utilizar al menos 450 gramos de fruta para producir un kilo de confituras y mermeladas, y 500 gramos para “mermeladas extra” de alta calidad. Para el zumo de frutas, el azúcar está en el punto de mira, y se deberá indicar en el etiquetado si estos contienen solo azúcares añadidos o si han sido reducidos en azúcar en, al menos, el 30% de los azúcares naturales. A su vez, se prohíbe el uso de edulcorantes para suplir el dulzor de estos productos cuando se elimine parte de su azúcar natural.