¿Adiós a estas patatas fritas que triunfan en España? Por qué podría prohibirse su consumo por "riesgo para la salud"
Los 27 miembros de la Unión Europea han aprobado una normativa que prohibe la utilización de ocho aditivos que afectan directamente a las patatas fritas de bolsa y, concretamente, a estas variedades muy consumidas en España
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El pasado mes de abril, la Comisión Europea decidió no renovar la autorización de ocho aditivos de aroma ahumado utilizados en diversos productos alimenticios, entre ellos las patatas fritas de bolsa. Esta medida fue respaldada por los 27 miembros de la Unión Europea y se centraba en las evaluaciones científicas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que identificó en ellos riesgos potenciales para la salud.
Los informes de la EFSA, publicados en noviembre, señalaron que estos aditivos pueden causar daños en el material genético de las personas que los consumen, lo que aumenta el riesgo de enfermedades graves como el cáncer. A diferencia del ahumado tradicional, que se utiliza para conservar alimentos como pescados y carnes, los aromas ahumados solo aportan sabor sin beneficios conservantes, lo que ha llevado a cuestionar su seguridad alimentaria.
Para los productos en los que estos aromas se utilizan para sustituir el ahumado tradicional, como en jamones, pescados y quesos, la Comisión Europea ha establecido un periodo de eliminación de cinco años. Sin embargo, para aquellos alimentos en los que el aroma de humo se añade simplemente para dar más sabor, como sopas, salsas y patatas fritas, el periodo de retirada será de dos años. Un periodo de retirada progresivo para dar tiempo así a los productores a adaptarse.
¿Cómo afecta esta decisión a los consumidores?
A partir de ahora, los consumidores deben estar atentos a las etiquetas de los productos que compran para diferenciar entre los alimentos ahumados de forma segura y aquellos que contienen los aditivos ahora prohibidos. Los productos seguros suelen indicar “humo de madera de haya”, mientras que los inseguros pueden llevar términos como “aroma de madera de haya” o “aroma de humo”.
El ahumado tradicional es un método antiguo utilizado para conservar alimentos, pero los aromas ahumados, que se crean mediante la pirólisis de la madera, son aditivos sintéticos que imitan el sabor sin proporcionar los mismos beneficios conservantes. Estos aromas se encuentran principalmente en una gran variedad de productos, desde embutidos hasta comidas precocinadas y aperitivos o snacks de consumo habitual.
Entre los productos afectados están las patatas fritas con sabor a barbacoa y jamón, dos de las variedades favoritas en España
Por lo tanto, esta prohibición podría tener un impacto significativo en la industria alimentaria, especialmente en aquellas empresas que fabrican patatas fritas con sabor a barbacoa y jamón y otros productos similares que están entre las variedades favoritas en España. Los fabricantes disponen de dos años para buscar alternativas para cumplir con la nueva regulación y garantizar así la seguridad de sus productos para los consumidores europeos.
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El pasado mes de abril, la Comisión Europea decidió no renovar la autorización de ocho aditivos de aroma ahumado utilizados en diversos productos alimenticios, entre ellos las patatas fritas de bolsa. Esta medida fue respaldada por los 27 miembros de la Unión Europea y se centraba en las evaluaciones científicas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que identificó en ellos riesgos potenciales para la salud.
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