Este es el producto que más se tira a la basura y que más gasto genera a las familias: "Es una pena"

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Es uno de esos alimentos imprescindibles en la dieta diaria de muchas personas. Rico en probióticos, calcio y proteínas, es ideal para mejorar la salud intestinal, fortalecer los huesos y aportar energía de manera saludable. Su versatilidad permite consumirlo en desayunos, meriendas e incluso como parte de recetas más elaboradas. Sin embargo, una pregunta recurrente entre los consumidores es si realmente importa o no su fecha de caducidad. Hablamos, claro está, del yogur.

Desde que la etiqueta de los yogures cambió a “fecha de consumo preferente” en lugar de “fecha de caducidad”, las dudas no han hecho más que aumentar. Aunque esta modificación busca reducir el desperdicio alimentario, muchos siguen tirando este producto apenas supera la fecha impresa en el envase. Pero, ¿es realmente necesario? Los expertos en seguridad alimentaria aseguran que, aunque puede variar su sabor o textura, consumirlo pasada esa fecha no implica riesgos para la salud.

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José Antonio Barroso, especialista en microbiología y seguridad alimentaria, ha aclarado este dilema en varias ocasiones. Según explica, “el yogur nunca caduca”. Lo peor que puede ocurrir es que aumenta su acidez debido a la acción de las bacterias lácticas, lo que incluso podría resultar beneficioso para quienes buscan alimentos sin lactosa. Más allá de estos cambios sensoriales, este experto subraya que el yogur sigue siendo seguro si ha sido conservado correctamente.

"Es una pena"

Durante una entrevista en el canal Microbiota Desde Cero que conduce Miodrag Borges, técnico superior en dietética aseguró que el yogur es “el producto que más se tira a la basura y que más gasto genera a las familias”, a lo que Barroso contestó, sin pensarlo: "es una pena". Según el especialista, este comportamiento está vinculado a una interpretación errónea de las etiquetas y a la falta de confianza en las propias percepciones.

El experto destacó que la seguridad alimentaria de los productos envasados está diseñada para prevenir riesgos mucho antes de que llegue la fecha de consumo preferente. “Ningún alimento envasado puede contener bacterias patógenas vivas. Si algo estuviera contaminado, se detectaría y retiraría del mercado mucho antes de que alcance su fecha límite”, aseguró en una entrevista previa. Por ello, invitó a los consumidores a confiar en sus sentidos para evaluar si un producto es apto o no para ser consumido.

Barroso también abogó por un cambio en la mentalidad respecto al consumo de alimentos. “Las familias podrían ahorrar mucho dinero si no se obsesionaran tanto con las fechas impresas en los envases. Lo más importante es conservar los productos adecuadamente y observar su estado antes de decidir tirarlos”, afirmó. En este sentido, recomendó verificar siempre el olor, la textura y la apariencia de los alimentos en lugar de depender exclusivamente de la fecha de consumo preferente.