Menú
Dónde comer de madrugada en Madrid, según los taxistas
  1. Gastronomía y cocina
los fogones de la noche

Dónde comer de madrugada en Madrid, según los taxistas

¿Un codillo al horno o un bacalao con tomate a las dos y media de la mañana? En la capital es posible. Recurrimos a estos profesionales del volante para conocer a fondo los restaurantes de los que trasnochan

Foto:

La red de autobuses nocturnos, los vehículos de transporte con chófer, los servicios de alquiler de automóviles, motos y bicicletas eléctricas... Las opciones para desplazarse por Madrid a altas horas no son hoy en día escasas. Décadas atrás, una sola alternativa le quedaba al trasnochador que por ocio o por necesidad tenía que moverse hasta algún punto alejado de la capital: levantar la mano y parar uno de los disputados vehículos blancos que llevara el cartel de libre o la luz verde encendida. Carlos Ramos, 26 años pernoctando al volante, nos hace un resumen de los malos tiempos que corren hoy en día para esta actividad: "Hay que trabajar mucho si quieres que sea rentable, sobre todo si estás pagando la licencia. Por ley, el máximo son 16 horas al día y aunque sea en turno de noche muchos las exprimen por completo".

Aprovechando la época dorada, algunos bares y restaurantes, como el popular Iberia, en la glorieta de Ruiz Giménez, encontraron en estos autónomos una clientela particularmente fiel: "Trabajo aquí desde hace 26 años. He visto jubilarse a los padres y ahora servimos a los hijos", nos cuenta Lionel Morais, uno de los jefes de cocina de este local. Alrededor de tales establecimientos acabó formándose todo un ecosistema: "En ellos, había compañeros que se jugaban a las cartas hasta las licencias", asegura Ramos.

Donde hay taxis aparcados sabes que puedes tomarte un plato caliente hasta altas horas

¿Cómo se fueron asentando tales sitios de encuentro? Julián Rodríguez, 30 años en el sector, nos da algunas claves: "Todos son muy céntricos, por lo que no tienes que desplazarte a otro punto si quieres picar algo cuando terminas una carrera. Puedes aparcar delante y la policía hace la vista gorda si ve nuestros coches en doble fila. Saben que son lugares de paso". Servicio rápido, precios especiales y café o chupito gratis tras una cena a deshoras han sido las estrategias con las que los propietarios han conseguido atraer a estos particulares comensales. "Nos tratan bien y nos hacen favores. Te dan cambio cuando lo necesitas", confiesa David Rivero, 11 años de servicio.

La dieta de los taxistas

Como los propios taxistas, no todos estos establecimientos pasan por su mejor momento: "Por la reforma de las calles, algunos están perdiendo mucho dinero. Está el ejemplo de Okayama, en la calle Carranza; el carril bici que pusieron delante no dejaba que parásemos​. Hoy está cerrado", cuenta Rodríguez. La normativa y la menor permisividad de las fuerzas del orden ha ocasionado igualmente que aquellos que de manera más o menos clandestina abrían todo el día deban atenerse ahora a los horarios legalmente establecidos.

Rodríguez reconoce que "los taxistas somos gente de costumbres". Su rutina ha conseguido que "haya interés por los sitios que tienen taxis a la entrada. Saben que allí se puede cenar hasta tarde. Es igual que los camioneros y los restaurantes de carretera: donde hay taxis puedes tomarte un plato caliente a las dos de la mañana. Hasta una sopa de cocido, si se tercia".

placeholder Calle madrileña por la noche. (iStock)
Calle madrileña por la noche. (iStock)

Policías y trabajadores de los servicios urbanos y de la limpieza también acuden a ellos cuando el hambre aprieta de madrugada. Entre los noctámbulos solo hay un grupo que no se atreve a cruzar sus puertas, los conductores de Uber y Cabify. "Lo mismo es alguno de los que van con traje y que rara vez te encuentras. Si así fuera, seguro que no dejan el coche en las proximidades", destaca Rodríguez.

¿Pueden los comunes ciudadanos aprovecharse de las comidas que se sirven en estos bares? "Cuando la gente sale de copas acaba con un hambre que devora. Los que los conocen vienen a tomarse un pincho o un bocadillo, o a rematar la noche con el último lingotazo", explica Ramos. Acostumbrados a socializar, los taxistas no son excluyentes. "Mientras la gente se divierta y no se meta con nosotros porque se ha pasado con el alcohol, todo el mundo es bienvenido", manifiesta Rivero.

Gastronomía a deshoras

Menú hasta las dos de la mañana (dos y media en fin de semana) y cocina tradicional son los dos rasgos que caracterizan de manera general el elenco que los taxistas nos refiere: "Si los ingredientes no se han acabado, lo que tienes a las 3 de la tarde lo puedes pedir hasta el cierre", nos cuenta el jefe de cocina del popular bar Iberia. Aquellos que han salido por la zona de Malasaña pueden acabar la noche aquí con "un churrasco, unas costillas al horno, lentejas, fabada o patatas con bacalao". Para quien quiera irse a la cama con una cena más ligera, una ración de bravas o de oreja a la plancha es lo que el empleado aconseja.

Puedes tirar de raciones o bocadillos, pero casi todos estos sitios te permiten también comer de menú

Como alternativa a Iberia, encontramos en la misma zona el bar El Retoñar (calle San Bernardo), especializado en cocina segoviana. La familia que gestiona el local tenía otro establecimiento en la calle Carranza y arrastra de allí a sus antiguos clientes taxistas. Chuletillas de lechal, entrecot, pescados en salsa o a la marinera son algunas de las especialidades de la casa.

Los que optan por una noche en el barrio de las Letras o en Lavapiés pueden darse una pequeña caminata hasta las cercanías de la estación de Atocha. En la calle Méndez Álvaro, enfrente de la rampa de la bolsa de taxis del AVE, se halla el restaurante Asturias, donde se puede pedir hasta altas horas un codillo asado, unos callos, una merluza o un bacalao con tomate o rebozado. A apenas unos pasos encontramos La Ochava, donde no se puede comer de menú en tales horarios, aunque siempre se puede tirar de raciones, bocadillos, platos combinados y hamburguesas.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Los taxistas destacan un bar cercano a la glorieta de Embajadores que, dicen, todavía abre las 24 horas los 7 días de la semana: el Hinojar. Quien haga una búsqueda en Google encontrará este hecho excepcional confirmado. Cerca de la parada de metro de Palos de la Frontera se encuentra el último lugar de esta lista: el bar Soria. Situado en la calle Áncora, el personal del restaurante nos cuenta que su dueño gustaba de jugar a las cartas con los taxistas y ha mantenido siempre con el gremio una estrecha relación. Restaurante gallego, su menú consta todo el día de siete primeros platos y siete segundos. Entre las opciones: marisco, pulpo a la gallega, anguriñas, mejillones, almejas y varios tipos de pescado.

La red de autobuses nocturnos, los vehículos de transporte con chófer, los servicios de alquiler de automóviles, motos y bicicletas eléctricas... Las opciones para desplazarse por Madrid a altas horas no son hoy en día escasas. Décadas atrás, una sola alternativa le quedaba al trasnochador que por ocio o por necesidad tenía que moverse hasta algún punto alejado de la capital: levantar la mano y parar uno de los disputados vehículos blancos que llevara el cartel de libre o la luz verde encendida. Carlos Ramos, 26 años pernoctando al volante, nos hace un resumen de los malos tiempos que corren hoy en día para esta actividad: "Hay que trabajar mucho si quieres que sea rentable, sobre todo si estás pagando la licencia. Por ley, el máximo son 16 horas al día y aunque sea en turno de noche muchos las exprimen por completo".

Restaurantes
El redactor recomienda