Vinos tintos que debes probar al menos una vez en la vida
Son caros, pero merecen la pena, ya que algunos dependen de una añada concreta, cuando se producen todas las condiciones necesarias de calidad que requiere su elaboración. Esta selección, según su procedencia, son algunos indispensables
A lo mejor no gustan ni convencen. Ya hemos señalado, semanas atrás, que el gusto es algo personal en el que influyen demasiados condicionantes. Pero también es verdad que, si hay ocasión, hay vinos españoles que a todos, seguro, nos encantaría probar una vez en la vida… aunque solo sea por contarlo y, por qué no, presumir ante quien nos escucha.
Pensando en el reclamo de esta entrega, seguro que rápido saltan a la mente nombres como Vega Sicilia Único, Cirsion, L’ Ermita, Pingus, Termanthia…; son de los conocidos o los que más suenan. Pero, por fortuna, el mapa vinícola español cuenta con grandísimos, por especiales, vinos en muy distintos territorios del país. Es por esta razón que reducir la selección a una decena es imposible, además de injusto, motivo por el que he optado por diez procedencias diferentes como punto de partida, que al mismo tiempo podríamos entender como ‘representantes’ de esos territorios y otros vecinos con la misma relevancia e importancia.
Son caros, pero solo salen al mercado cuando se considera que la añada cumple los requisitos de calidad
Dicho esto, al ser vinos tan exclusivos cada uno se representa a sí mismo, pero podemos decir que son estupendos abanderados de sus zonas correspondientes. Lo que sí es común a todos ellos es que son grandes elaboraciones, valoradas y muy bien puntuadas por los expertos, porque son botellas que ofrecen potencia, intensidad, elegancia, complejidad y riqueza aromática, profundidad, cuerpo y larga persistencia en la boca.
Lo menos interesante es que, por lo general, esos vinos de ‘una vez en la vida’ suponen que tienen un precio no al alcance de cualquiera, lo que justifican por las pocas unidades disponibles y la manera en que son elaborados, sin olvidar que son referencias que solo salen al mercado cuando se considera que la añada cumple los requisitos de calidad que harán posible estos vinos. Luego, hay etiquetas que han representado un cambio y por lo que son consideradas hitos.
Mas allá del precio
Para los vinos de esta entrega, hablar de experiencias únicas es otro justificación recurrente, dado que no es cualquiera el elegido por el esfuerzo económico que algunas de ellas exigen… ¡Somos conscientes! Pueden ser muchas las razones que a un aficionado o curioso consumidor le sirven para animarle a probar en algún momento de su vida –¡tampoco son vinos de diario!– alguno de los vinos que he reunido.
Todos, sin excepción, entre las etiquetas que sorprenden a los especialistas añada tras añada; y es que en estos casos el tema de la cosecha también es importante. Un dato a tener en cuenta y razón por la que los precios que ponemos deben considerarse orientativos porque no vale lo mismo la añada en curso que algunas de las que reseño y que son anteriores, lo que incide en el aumento del precio. No obstante, una lujosa selección por los distintos motivos apuntados. ¡Salud!
Clos Mogador
Clos Mogador. DOQ Priorat. PVP aprox.: 60 €
René Barbier, propietario de la bodega, está a la cabeza del grupo de cinco enólogos a los que el Priorat debe su reconocimiento. A finales de los ochenta, con Barbier al frente, fueron quienes descubrieron el potencial de ese territorio, con viñedos plantados en laderas de vértigo (casi verticales), y toda su confianza puesta en las viñas viejas de garnacha y cariñena que creían en los suelos de licorella (pizarra) que caracterizan la comarca. El resultado, vinos marcados por la mineralidad. Clos Mogador fue la primera elaboración de Barbier en la zona, un vino grande con una estupenda relación calidad-precio y que sale al mercado como Vi de Finca, esto es, de uvas de una única finca con unas características de clima y suelo que la diferencian del resto.
Terreus
Bodegas Mauro. VT Castilla y León. PVP aprox.: 95 €
El ‘grande’ del carismático y experimentado Mariano García, en los alrededores de la Ribera del Duero pero fuera de ella, dada la localización de la bodega en Tudela de Duero. Una elaboración de tempranillo de viña vieja, con 20 meses de crianza en roble francés, opulento, equilibrado, con la que reivindica la capacidad de envejecimiento de esos longevos viñedos. De la misma casa, igual de recomendable y más asequible, Mauro VS, pero Terreus son palabras mayores.
Gran Reserva 890
La Rioja Alta. DOC La Rioja. PVP aprox.: 105 €
Es sin duda uno de los grandes clásicos de la excelente vinoteca patria. Con la añada 2005 en el mercado, la 2001 fue muy reseñable, recibiendo numerosos reconocimientos. Era el primer Gran Reserva de la firma que salía etiquetado como Selección Especial dada la calidad de la añada. Elegante, amplio, con intensidad aromática (especias, tostados, frutas maduras, frutos secos), profundo, sabroso, largo, persistente. Gran Reserva 890 es un clásico renovado, un vino que, sin perder esa identidad, avanza con los tiempos (color rejuvenecido, sin aromas de reducción, con frescura). Se compone de 95% de tempranillo que completan con mazuelo y graciano, de viñas de 40 años, y tiene seis años en barricas de roble americano. La 2005 es la segunda vez que el vino vuelve a aparecer como Selección Especial.
Grans Muralles
Bodegas Torres. DO Conca de Barberà. PVP aprox.: 145 €
Representa el éxito de variedades ancestrales y desconocidas, como son la garró y la querol (ambas recuperadas por la familia Torres tras la plaga de la filoxera), que suman a las autóctonas garnacha tinta, cariñena y monastrell. Aunque la inconfundible identidad de este vino se debe también a los suelos de pizarra en los que se asientan los viñedos. La añada más reciente es la 2011, pero siempre que una sale al mercado recibe los mayores aplausos. Como curiosidad, debe su nombre a las murallas que protegían el monasterio del Poblet.
Viña El Pisón
Artadi. Vino de Álava. PVP aprox.: 330 €
Procede del pago que le da nombre, en territorio alavés, Laguardia, y es el gran vino de la casa. El Pisón, monovarietal de tempranillo, es un homenaje al abuelo de Juan Carlos López de Lacalle, su autor y propietario de la bodega. El vino nació en el 91 a partir de una viña que había plantado su abuelo en 1945, y en la que se trabaja de la forma más ecológica y respetuosa posible. La 2004 se cuenta entre las añadas destacadas pero, al margen de esto, El Pisón es uno de los grandes vinos, ahora ya no de Rioja –denominación que Lacalle abandonó hace un par de años–, sino de Álava.
El Nido
Bodegas El Nido. DO Jumilla. PVP aprox.: 113 €
Es el vino que colocó a la denominación jumillana en la élite mundial, a lo que sin duda han contribuido las altas puntuaciones que le ha venido otorgando el americano Robert Parker desde su aparición, hace 16 años. 70% de cabernet sauvignon y un 30% de monastrell de viñedos muy viejos dan como resultado este ‘vinazo’ que supuso la revolución y un revulsivo para la zona. En función de la añada, la crianza oscila entre 22 y 26 meses en roble francés y americano. Otra elaboración potente, sabrosa, con destacada complejidad aromática, toques minerales, agradable dulzura en el paso y larga persistencia.
Pesus
Bodegas Hermanos Sastre. DO Ribera del Duero. PVP aprox.: 350 €
Los Sastre son familia de viticultores, y Jesús, miembro de la tercera generación, el artífice de unos vinos que nacen en viñas burgalesas (La Horra) que cuida y mima por encima de todo. En el corazón de la Ribera, Pesus representa la máxima expresión del terroir y es uno de los vinos de parcela de la bodega. Elaborado con tempranillo, tiene una crianza de 18 meses en barrica francesa, y la cosecha 2011 disfruta de muy buena prensa. Un vino sabroso, elegante, expresivo, con mucho cuerpo y buen peso de la fruta. No le falta potencia ni, por supuesto, recorrido.
Teso la Monja
Teso la Monja. DO. Toro. PVP aprox.: 1.100 €
Representa el vino top que los riojanos hermanos Eguren elaboran en Toro. Actualmente con la cosecha 2011 en el mercado, fue la 2008 la primera que elaboraron y con la que conquistaron los paladares más exigentes. Un vino del que embotellan en torno a 900 unidades, los años que lo hacen y que supone un lujo en toda regla, por elaboración y, sin duda, precio. Un tinta de toro ‘exclusivo’ que procede de un pequeño viñedo prefiloxérico, donde todo se hace de forma artesanal, y que recibe una crianza de unos 24 meses en roble francés.
La Faraona
Descendientes de J. Palacios. DO Bierzo. PVP aprox.: 1.300 €
Otra de las prestigiosas y prestigiadas etiquetas que firma Álvaro Palacios, en este caso en Bierzo, junto a su sobrino Ricardo. En la localidad leonesa de Corullón, con otros pocos enólogos de la zona, protagonizan la renovación berciana a partir de la mencía, su tinta autóctona, que cultivan en pendientes de pizarra. También ‘elaboración’ prohibitiva, por precio y botellas disponibles, pero que, si se puede, merece ser disfrutada una vez en la vida…¡y fíjate si te invitan!
Aquilón
Bodegas Alto Moncayo. DO Campo de Borja. PVP aprox.: 110 €
Elaborado con una soberbia garnacha de viñedos viejos de hasta cien años de edad, situados entre 600 y 800 metros de altitud, los vinos de esta casa –fundada hace 16 años– son la expresión de un territorio y de una variedad autóctona. Aquilón es la selección de la selección, la ‘joya’ de Alto Moncayo, con dos años de crianza en barrica nueva y en el que hay potencia, concentración, equilibrio, volumen… ¡Un completo!
A lo mejor no gustan ni convencen. Ya hemos señalado, semanas atrás, que el gusto es algo personal en el que influyen demasiados condicionantes. Pero también es verdad que, si hay ocasión, hay vinos españoles que a todos, seguro, nos encantaría probar una vez en la vida… aunque solo sea por contarlo y, por qué no, presumir ante quien nos escucha.