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Trucos para una bechamel perfecta, sabrosa y sin grumos
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Trucos para una bechamel perfecta, sabrosa y sin grumos

Uno de los principales trucos para conseguir una salsa bechamel sin grumos es calentar la leche antes de incluirla a la mezcla de harina y mantequilla

Foto: Lasaña | Pixabay
Lasaña | Pixabay

La bechamel es la protagonista de algunos de los platos más famosos de la cocina casera con inspiración francesa o italiana. Además de ser la reina de las croquetas, esta salsa blanca también es imprescindible para elaborar una buena lasaña o como base para algunas cremas de verduras.

Pese a que su elaboración es bastante sencilla, conseguir una bechamel perfecta y libre de grumos puede suponer todo un reto si no se siguen los siguientes consejos:

1. Evitar que sepa a harina cruda

La base de la bechamel es simple: harina y mantequilla. Pero justo aquí es dónde se esconde uno de los grandes secretos de la perfecta elaboración de este producto. Para evitar que la salsa sepa a harina cruda y adquiera la consistencia perfecta es imprescindible sofreír la harina en la mantequilla hasta que esta empiece a dorarse.

La cantidad de harina que se incluya en la mezcla dependerá de la textura que se necesite. Para elaborar la base de una crema se necesitará menos harina, ya que se busca un resultado semilíquido. Sin embargo, para elaborar unas croquetas la cantidad de harina de la mezcla debe ser mayor para que puedan moldearse.

placeholder Plato de croquetas | Pixabay
Plato de croquetas | Pixabay

2. Incluir la leche caliente

Otro truco para una bechamel perfecta, y uno de los más importantes para conseguir una mezcla sin grumos, es introducir la leche en la mezcla a la temperatura perfecta. Es decir, que no esté fría ni que tampoco haya llegado a la temperatura de ebullición. Ligeramente caliente será como mejores resultados dé durante el cocinado.

Una vez se haya incluido la leche a la mezcla de harina y mantequilla, llegará el momento de batir. Habrá que remover la mezcla sin parar hasta que quede totalmente homogénea y desaparezcan los grumos.

Foto: Las harinas de trigo son el enemigo. (iStock)

En caso de que haya quedado alguno, también puede optarse por colar el resultado para obtener una bechamel más fina.

3. Un poco de nuez moscada, pimienta y sal

Aunque los ingredientes básicos son la harina, la sal y la leche, para dar un poco más de sabor a la salsa y obtener un resultado perfecto es recomendable también añadir un poco de nuez moscada y/o pimienta, dependiendo del gusto, y mezclar. Además no hay que olvidarse de probar el punto de sal: este es el momento perfecto para rectificar.

La bechamel es la protagonista de algunos de los platos más famosos de la cocina casera con inspiración francesa o italiana. Además de ser la reina de las croquetas, esta salsa blanca también es imprescindible para elaborar una buena lasaña o como base para algunas cremas de verduras.

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