Los restaurantes más increíbles del mundo

Salir a comer a un restaurante de categoría siempre es un plan de lo más apetecible, pero si este además se encuentra en un lugar insólito del planeta, las expectativas aumentan considerablemente. La vasta competencia que domina el sector hace casi imposible apostar por un concepto innovador nunca antes visto. Una situación que ha empujado a los más visionarios a crear espacios con identidad propia, transformando un ambiente ajeno a la restauración en el nuevo local de moda. ¿Te imaginas desayunar colgado de un árbol en Tailandia? ¿Y en la boca de un volcán en Lanzarote? Deja volar a tu imaginación, cenar en el lugar de tus sueños por fin es posible.

Paisajes extraordinarios

Una de las opciones que, sin duda, permanecerá a fuego en tu memoria es acudir a un restaurante al que solo los más aventureros tendrían acceso en circunstancias bien distintas. Es el caso del Labassin Waterfall Restaurant, ubicado en Villa Escudero Resort, Filipinas. Apenas una decena de mesas se extienden a los pies de esta hermosa cascada, todo ello en mitad de una frondosa plantación de cocos. Los niños corretean y juegan con el agua, mientras los adultos disfrutan de la música en vivo y degustan los platos tradicionales de la cocina filipina.

La siguiente reseña nos lleva hasta las islas Maldivas, más concretamente a Ithaca Undersea Restaurant. Como su propio nombre indica, se trata de un local situado a más de cinco metros bajo el nivel del mar. Un entorno apacible con vistas panorámicas al océano Índico. Cientos de criaturas submarinas nadan a sus anchas a tu alrededor, mientras descubres los productos locales que componen el menú degustación. Y pasamos de un restaurante oculto bajo las profundidades del mar, a otro a 3.842 metros de altura. El restaurante Aguille Du Midi ofrece una vista de 360 grados a todos los Alpes franceses, suizos e italianos. Además, cuenta con una nueva 'atracción': una caja de vidrio situada a más de mil metros al vacío, solo apta para los amantes de las emociones fuertes.

Durante millones de años, la fuerza del mar ha tallado cuevas monumentales bajo las calles de la región italiana de Polignano a Mare. Una de estas guaridas ha sido adquirida por el restaurante Grotta Palazzese, que ofrece a los comensales un enclave privado de lo más romántico y pintoresco. Pasta, pescado fresco, marisco y el agua azul turquesa de la Costa de Italia forman la combinación perfecta. Seguimos con nuestra lista de recomendaciones con el Bird Nest Restaurant, que forma parte del Resort Soneva Kiri Eco en Tailandia. Las ramas de un enorme árbol centenario sirven como soporte a las mesas de este local tan particular. La mayoría de ellas se encuentran a unos cinco metros de altura, lo que obliga a los camareros a servir la comida con tirolina. Divertido y emocionante a partes iguales.

Una comida de altura

Aunque para paisaje el que ofrece la empresa Dinner in the Sky. ¿Te atreverías a cenar en una mesa suspendida a 50 metros del suelo? Por el estimable precio de 8.000 euros la velada, tú y otros veinte amigos disfrutaréis de la experiencia más atrevida y emocionante de vuestra vida, siempre y cuando no tengáis un miedo irrefrenable a las alturas. Un cocinero, un camarero y un animador serán los únicos que os acompañarán en tan inolvidable aventura. El servicio está disponible en más de 15 países del mundo: Australia, Francia, Japón, Estados Unidos, México… Escoge el destino y ¡a volar!

El viaje de Hot Air Balloon Restaurant dura 75 minutos y llega a alcanzar los 3.000 metros de altura

Si te ha gustado la experiencia y quieres repetir, os proponemos una alternativa muy similar. ¿Has oído hablar de Hot Air Balloon? Se trata del único restaurante del mundo que, en realidad, es un globo aerostático. Se encuentra en Holanda y tiene capacidad para 14 personas. La chef Angelique Schmeinck es la responsable de preparar los suculentos platos que forman parte del almuerzo. Un menú donde la langosta escocesa y las coquilles Saint Jacques acaparan todo el protagonismo. El viaje dura 75 minutos y llega a alcanzar los 3.000 metros de altura.

En España

Aunque sea agradable salir de nuestras fronteras para vivir nuevas experiencias, no siempre es necesario viajar a kilómetros de distancia para dejarse sorprender por este tipo de restaurantes. En Lanzarote, por ejemplo, es posible comer en la cima de un volcán. El calor que emana del interior de la Tierra aporta un toque exquisito a la carne a la parrilla que ofrecen en El Diablo, con unas vistas increíbles al Parque Nacional de Timanfaya y los campos de lava.

Un entorno parecido al de Valdevimbre, donde una cueva natural situada en el corazón de León se ha convertido en un restaurante de referencia. En La Cueva del Túnel, la arcilla moldeada a pico y pala ha dejado para la posteridad una serie de pasadizos que ahora actúan como comedor improvisado para los paladares más exigentes. Los embutidos con denominación de origen son el plato estrella. Y acabamos el recorrido de nuevo bajo el agua, aunque en esta ocasión se trata del acuario circular que forma parte del Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Un ambiente original y vanguardista con amplios ventanales, capaces de transportarte hasta las profundidades del océano. Una sensación única al alcance de nuestra mano.