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Comidas sabrosas que se hacen con partes raras de los animales
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Comidas sabrosas que se hacen con partes raras de los animales

Más allá de los típicos filetes del lomo o las patas, existen una serie de piezas que también se consumen y con las que se cocinan recetas tradicionales que, a priori, podrían parecer poco llamativas

Foto: Los callos, plato típico conformado por estómago de cerdo o ternera.
Los callos, plato típico conformado por estómago de cerdo o ternera.

Del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares”, reza una tradicional expresión para hacer referencia a que prácticamente se comen todas las partes del gorrino. Dicho que se puede aplicar a otros tantos animales, cuyos cuerpos se aprovechan hasta la saciedad para elaborar multitud de platos. Y no es que el hambre apriete mucho y no haya otra cosa, sino que hay una serie de recetas típicas y sabrosas que se preparan pese a que sean elaboradas con algunas partes algo raras.

Y es que no podemos sorprendernos por que en Japón tomen el fluido seminal de pescados y moluscos cocinado mientras nosotros consumimos sangre frita de cerdo. Hay para todos y eso es tan solo una de las partes más raras que aprovechamos. Pero hay más y los recopilamos a continuación:

Crestas de gallo

La cresta es el elemento más característico de los gallos. Y sí, estas también se comen. Su elaboración en guiso constituye uno de los platos más tradicionales de las regiones de Cuenca y Zamora. La parte superior de estas aves se caracteriza culinariamente por tener una textura gelatinosa. Esto ofrece un matiz diferente al paladar cuando se preparan de manera guisada con verduras sazonadas y con especias como ajo y pimentón para crear un plato de intenso sabor y contrastes en boca.

Callos

Son toda una tradición en España, particularmente en la capital, Madrid, donde hay multitud de establecimientos especializados en ellos. Hay quienes los adoran y hay quienes sienten repulsa al pensar en la parte que están comiendo, pues los callos son en realidad las tripas o partes del estómago de animales como el cerdo o la vaca. Estas se extraen y trocean en pequeños fragmentos que se suelen cocinar en un sabroso guiso de casquería muy típico de la época invernal. Se pueden encontrar frescos, enlatados e incluso empaquetados y cocidos en la gelatina resultante de su grasa y su característica salsa.

placeholder Callos.
Callos.

Criadillas

¿Te comerías los testículos de un animal? Pues las criadillas es el nombre que se utiliza para referirse a dicha parte corporal cuando se emplean a nivel gastronómico. Estas son la base de algunos de los platos más típicos de España y destacan especialmente las de toro y las de cerdo, que son las que más se suelen emplear. Históricamente se creían que estas podían tener ciertas propiedades afrodisíacas que ayudaban a solucionar la impotencia sexual. Y es que con ellas se elaboran recetas en las que se fríen, empanan e incluso guisan.

Gallinejas

La cosa va de tripas e intestinos en Madrid. Y es que en la capital española hay un gran arraigo con este tipo de platos de casquería. En este caso, las partes corporales que se utilizan para las gallinejas provienen en su mayoría de gallinas y corderos. Solo hay que freírlas para crear esta elaboración tan tradicional que se suele acompañar con los entresijos, que son, en los corderos, los pliegues del peritoneo que unen los intestinos con la zona abdominal. Pura víscera. Una imagen que poco importa cuando los amantes de este plato se llevan dicha delicia castiza y visceral a la boca.

placeholder Gallinejas.
Gallinejas.

Lengua de vaca

Su nombre deja claro a qué parte de qué animal nos estamos refiriendo. La lengua de vaca es una de las zonas más grasientas de dicho animal. Esto la convierte en una pieza muy tenida en cuenta a nivel culinario por lo jugosa que puede resultar. Así, esta se prepara, principalmente, con salsa, estofada o en guiso. Lo más importante es cocinarlas el tiempo suficiente para que se ablanden y no sean duras. En ocasiones llegan a oscilar en torno a un kilogramo de peso. Pero no es la única forma de elaborarlas, pues también se pueden encontrar incluso ahumadas como si se tratara de un embutido que ciertas empresas comercializan.

Sangre

Hay culturas en las que la sangre puede ser considerada como un tabú, pero no en España. Aquí esta se utiliza para multitud de recetas e incluso para espesar algunas salsas. Una de las elaboraciones más tradicionales, sin ir más lejos, es la morcilla, un alimento muy típico. Pero también se cocina frita o cocida cuando se forman bloques con ella, con los que se pueden preparar a modo de estofados junto a verduras varias e incluso otras carnes. Una receta muy típica en España, que destaca especialmente en Sevilla, es la fritanga de sangre. Esta consiste en una mezcla de cebollas picadas con pimentón y tomate que se calientan junto a la sangre de cerdo.

Del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares”, reza una tradicional expresión para hacer referencia a que prácticamente se comen todas las partes del gorrino. Dicho que se puede aplicar a otros tantos animales, cuyos cuerpos se aprovechan hasta la saciedad para elaborar multitud de platos. Y no es que el hambre apriete mucho y no haya otra cosa, sino que hay una serie de recetas típicas y sabrosas que se preparan pese a que sean elaboradas con algunas partes algo raras.

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