O Vine, la mezcla entre el agua de manantial y el vino tinto

Convertir el agua en vino solo es posible con un poco de magia. O al menos eso creíamos hasta ahora, pues la empresa de origen israelí Wine Water se ha propuesto lanzar al mercado una bebida milagrosa que no solo satisfaga a los consumidores, sino que también aproveche todo el potencial de nuestra tierra. O Vine es la primera botella de agua del mundo que incluye infusión de uva en su composición, pero sin un ápice de alcohol. Una combinación saludable e innovadora que ha abierto todo un mundo de posibilidades en el sector.

Agua de tono rosado

El producto fue presentado en sociedad durante la última edición de la Fancy Food Show de Nueva York de la mano de su creadora Anat Levi, experta en el negocio del vino y CEO de Golan Heights Winery durante más de una década. Allí se dedicó a investigar soluciones innovadoras y sostenibles para la piel de la uva y los residuos de semillas que sobraban tras el proceso de elaboración del vino. Un trabajo que tomó como fuente de inspiración para el que más tarde sería el proyecto más importante de su carrera.

En términos generales, O Vine es un producto reciclado que busca aprovechar las cualidades de sus dos ingredientes principales. Por un lado, la bebida disfruta de los beneficios antioxidantes del vino, pero sin la presencia del alcohol que tantos consumidores evitan a diario. Además, no contiene conservantes ni colorantes artificiales, dando lugar a un elixir mucho más rico y purificante que sus antecesores. “De acuerdo con nuestra experiencia en la elaboración de vino, diseñamos tecnología patentada y técnicas especializadas. Estos métodos previenen la oxidación, el principal obstáculo para mantener la bebida fresca y de larga duración, sin alcohol ni conservantes”, añade Levi a sus virtudes durante la presentación de O Vine.

Beber vino es un placer, pero no todos los consumidores pueden permitírselo por su contenido de alcohol

Unas ventajas a las que se suma su disponibilidad a todo tipo de público. No importa la edad o su estado de salud, cualquiera que se sienta atraído por O Vine podrá degustar su increíble sabor. “Beber vino es un puro placer, pero no todos los consumidores pueden permitírselo debido a su contenido de alcohol. Por ejemplo, se recomienda que las mujeres embarazadas eviten el alcohol por completo. O Vine imparte la sensación del vino y despierta su memoria”, explicó Levi en un comunicado oficial. Además, estará disponible en dos variedades: una roja que incluye extracto de cabernet, merlot, syrah y petit verdot; y otra blanca con una mezcla de riesling y gewürztraminer. ¿Qué otros métodos conviven en la actualidad para salvaguardar la supervivencia de los cultivos?

Viticultura sostenible, todavía pendiente

Este concepto se basa en un sistema de elaboración que utiliza al máximo los recursos naturales, asegurando una agricultura sostenible con el medio ambiente. “El objetivo es el control del viñedo para prevenir plagas que puedan suponer daños serios para la producción, usando métodos biológicos y reduciendo tratamientos químicos a fin de conseguir un equilibrio entre el medio ambiente, la rentabilidad y la demanda, consiguiendo vinos de alta calidad y muy saludables”, defienden desde I Love Wine, tienda especializada en vinos de la Denominación de Origen Calificada Rioja. ¿El resultado? Vinos más sanos y naturales, dos adjetivos que comparten los procesos de manipulación, embotellado y etiquetado al que también está sometido el producto.

Otro ejemplo importante de agricultura sostenible es la viticultura integrada, un sistema que “combina la utilización de productos agroquímicos compatibles con el medio ambiente –de una forma controlada– para el control de plagas y enfermedades, junto con el uso de técnicas tradicionales”, explican desde Viveros Barber. A ojos del consumidor, se trata de un producto de calidad garantizada y certificada, lo que permite un seguimiento de su trazabilidad. Mientras que para el agricultor supone un incremento del valor añadido de su cosecha, así como un método mucho más respetuoso con el medio ambiente, el principal beneficiario de la viticultura sostenible.

Otra forma de producir vinos en armonía con el entorno es cultivar las semillas orgánicamente, sin herbicidas ni plaguicidas sistémicos. Además de productos de origen animal. En Bodegas Más que Vinos, por ejemplo, recurren también a la optimización del agua: “Nuestras viñas están muy adaptadas a nuestro medio. Obtienen los nutrientes y agua necesarios del suelo, por lo que requieren de menos recursos hídricos, una gran ventaja para la sostenibilidad. [...] Optimizamos el agua en una región en la que la lluvia es escasa, utilizando la menor cantidad de agua posible. Por ejemplo, recogemos el agua de la lluvia para limpiar los suelos de la bodega o regar los jardines y olivos”.

Con el objetivo de reutilizar el viñedo, también se usan “los subproductos del proceso de vinificación, de la viña y de la poda, como compostaje para el suelo”. Mientras que “las lías producidas durante la fermentación y el envejecimiento son llevadas a destilerías, lo mismo ocurre con el orujo fruto de la prensa de las uvas”, añaden. Un proceso de reciclaje en el que también participan el vidrio, el cartón y el aluminio que se suelen utilizar en las bodegas. Este compromiso medioambiental beneficia no solo a nuestro planeta, también a aquellos que disfrutan del resultado.