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Cómo preparar a la perfección la receta clásica del sofrito
  1. Gastronomía y cocina
NO HAY plato QUE NO ARREGLE UN BUEN SOFRITO

Cómo preparar a la perfección la receta clásica del sofrito

El sofrito es un preparado de verduras rehogadas que sirve como base predilecta para un sinfín de recetas de consumo habitual. La paella, los guisos de carne o las ollas de legumbres no serían lo mismo sin su presencia

Foto: Es algo tan simple.. pero que da tanto sabor. iStock
Es algo tan simple.. pero que da tanto sabor. iStock

Para muchos comensales se trata de un simple elemento de acompañamiento que no consigue hacer sombra al verdadero protagonista del plato, pero el sofrito es en realidad un componente clave para algunas de las recetas más representativas de nuestra gastronomía. Las lentejas, la paella, los guisos de carne o las piezas de pescado más suculentas adquieren un nuevo matiz si están acompañados de un sofrito de verduras. Sin embargo, aunque parezca muy fácil de elaborar, son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de preparar el sofrito perfecto como, por ejemplo, la textura, el orden adecuado de los ingredientes o el tiempo de cocción. ¿Qué pasos hay que seguir para dominar esta pieza indispensable de la cocina mediterránea?

Consejos para hacer el sofrito perfecto

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Antes de entrar en materia, es fundamental repasar los ingredientes básicos de un buen sofrito: el ajo, la cebolla y el tomate. Afortunadamente, la imaginación no tiene límites, al igual que esta receta. Según los gustos del consumidor, el sofrito puede incluir también pimiento, azafrán, ñora tostada, pimentón o cualquier verdura de temporada. Eso sí, siempre naturales. Una vez seleccionados, se cortan en trozos regulares de unos 5 milímetros, a excepción del ajo que debe tener un tamaño mucho más pequeño. En cuanto al aceite, con dos o tres cucharadas será más que suficiente y deberás calentarlo a fuego medio-alto durante unos minutos, pero sin llegar a que eche humo. A partir de aquí, solo hay que seguir la receta clásica y hacer caso a los siguientes consejos:

  • “Si tu guiso o arroz va a llevar trozos de pescado, pollo, gambas o carne, aprovecha para sellarlos en la sartén con un poco de aceite antes de empezar a preparar tu sofrito. Así dejarán parte de su sabor en el sofrito y, cuando los añadas a tu preparación en un paso posterior, conservarán mejor sus jugos”, aconsejan desde la empresa especializada Arroz SOS.
  • Cuidado con echar más aceite del recomendado. Si el sofrito queda demasiado aceitoso, el plato resultante también tendrá una textura grasienta muy desagradable para algunos comensales. Para que puedas controlar mejor la cantidad, intenta que el aceite cubra con una capa fina la superficie de la sartén.

Los ingredientes deben añadirse por orden de dureza. Así se consigue que todos queden en su punto

  • Una vez que el aceite esté caliente, bajaremos a fuego lento durante el resto de la receta. Con este cambio de temperatura el sofrito se caramelizará y tendrá un sabor mucho más intenso. Algunos expertos en la materia dedican más de tres horas en preparar el sofrito perfecto, así que ármate de paciencia y también lo conseguirás.
  • Los ingredientes deben añadirse por orden de dureza. De esta forma se evita que algunos queden crudos y otros demasiado cocidos. La cebolla será siempre la primera, después el ajo y para terminar el tomate. Si incluimos otras verduras como las zanahorias, los pimientos o los champiñones tendremos que seguir la misma lógica, además de dejar para el final aquellos que sueltan más agua durante la cocción.
  • ¿La cebolla es un ingrediente imprescindible? “Existe un debate abierto al respecto, la cebolla añade un aporte extra de humedad que puede favorecer que el arroz se pase y por eso hay quien dice que no es recomendable añadir cebolla a los sofritos para arroces secos como por ejemplo la paella”, aseguran desde Arroz SOS. Sin embargo, la cebolla es un alimento que también aporta sabor y melosidad. Por lo que todo depende del tipo de plato que vayas a cocinar.
  • Es muy importante salpimentar los ingredientes una vez que estén todos prácticamente a punto. Si se hace antes, las verduras que ya están cocidas empezarán a sudar, provocando que aquellas que les siguen se cuezan, en vez de sofreírse.
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  • Al ser una receta que requiere mucho tiempo de preparación, los expertos recomiendan hacer una gran cantidad de producto para después envasarlo y congelarlo para el futuro. Otra opción es hacer conservas, que aguantarán en perfecto estado durante varios meses.
  • “Dependiendo del tipo de plato que estés cocinando puede ser interesante sofreír el arroz antes de añadir el caldo. Sofreír el arroz puede contribuir a que tu arroz quede más jugoso. Añade tu arroz al sofrito antes de mojarlo con el caldo para que se forme una película de grasa alrededor del grano que puede ayudar a que quede más jugoso”, recomienda Arroz SOS en su página web oficial.

Una vez terminado el proceso, tendrás a tu disposición un sofrito a la altura de cualquier restaurante de alta cocina. El siguiente paso es elegir dónde usarlo. Algunas recomendaciones son un guiso de carne o pollo, una zarzuela, una lasaña de carne, una quiche de queso, una sopa de pescado, para acompañar un plato de pasta hervida, como relleno de unas exquisitas empanadillas o integrante de numerosas salsas –ideales para una ración de albóndigas o unas pechugas de pollo–. Sin olvidar cualquier elaboración con arroz, su principal aliado en la cocina.

Para muchos comensales se trata de un simple elemento de acompañamiento que no consigue hacer sombra al verdadero protagonista del plato, pero el sofrito es en realidad un componente clave para algunas de las recetas más representativas de nuestra gastronomía. Las lentejas, la paella, los guisos de carne o las piezas de pescado más suculentas adquieren un nuevo matiz si están acompañados de un sofrito de verduras. Sin embargo, aunque parezca muy fácil de elaborar, son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de preparar el sofrito perfecto como, por ejemplo, la textura, el orden adecuado de los ingredientes o el tiempo de cocción. ¿Qué pasos hay que seguir para dominar esta pieza indispensable de la cocina mediterránea?

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