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Queso y cerveza, la combinación perfecta para el aperitivo
  1. Gastronomía y cocina
AUNANDO SABORES

Queso y cerveza, la combinación perfecta para el aperitivo

Las virtudes y sabores de estos alimentos se pueden ver potenciadas cuando se unen en la boca aquellos de características similares resultando en una experiencia gastronómica diferente

Foto: La combinación perfecta. iStock
La combinación perfecta. iStock

La combinación de queso y cerveza puede resultar uno de los aperitivos más perfectos que se pueden encontrar por la sencillez de prepararlo y por el resultado que ambos otorgan. Estos dos alimentos casan especialmente bien por el buen maridaje que ofrece. Al tratarse ambos de elaboraciones fermentadas que pueden tener en común levaduras, aromas y matices, cuando se juntan en la boca aportan nuevas sensaciones y sabores. La correcta conjunción de estos elementos ayuda a potenciar el gusto y las virtudes de unos y de otros, respectivamente, y degustar así sabores más dulces, tostados, ahumados o intensos. De hecho, cada vez hay más lugares y empresas que ofrecen la posibilidad de disfrutar de este maridaje.

El maridaje de queso y cerveza solo requiere de conocer cuáles son los tipos de lácteos y bebidas que mejor casan entre sí. Para disfrutar de este tipo de experiencia en casa, darse un homenaje o sorprender a cualquier comensal, únicamente hay que conocer las claves de este proceso y cuáles son los quesos y cervezas que mejor se combinan.

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Complementar cada tipo

Cuando se busca maridar ambos alimentos hay que tener en cuenta las propiedades de cada uno de ellos. La intención debe ser siempre complementar sus atributos para que ninguno tape al otro ni se solapen, sino que realcen los mismos. Así, un queso suave y fresco casará bien con cervezas ligeras, mientras que uno más complejo y maduro lo hará con una bebida que cuenta también con cierta complejidad e intensidad. Los quesos más dulces encontrarán en las cervezas con tonos frutales una compañera ideal para crear una sensación agradable en la boca.

Usar una cerveza muy fuerte para acompañar a un queso muy suave puede provocar que este último no destaque. En la búsqueda del maridaje perfecto hay mucho de ensayo y error. No obstante, para quienes no quieran probar combinaciones, les mostramos algunas de las más destacadas. Para que solo haya que comprar ambos alimentos y comenzar a disfrutar.

Quesos frescos y suaves con cervezas estilo pilsener

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Las pilsener son el tipo de cerveza más extendido en el mundo por su tono suave con cierto dulzor. Son las que suelen servir en la mayoría de establecimientos cuando se pide una caña. Sus características les hace que casen muy bien con los quesos más frescos y de sabor moderado. Así, por ejemplo, la mozzarella, el mascarpone o la clásica elaboración de burgos combinan con este tipo de bebida. El sabor a lúpulo contribuye a resaltar la cremosidad y la dulzura de estos quesos. Al tener ambos alimentos un gusto suave, ninguno se contrarresta para permitir que ambos puedan destacar en la boca. Las lager valen prácticamente para cualquiera de estos lácteos

Queso azul y cerveza negra

Los sabores más intensos y fuertes se tienen que acompañar con un equivalente. Así, los quesos azules, que destacan por un gusto muy característico en la boca, se ven especialmente bien maridados con las cervezas negras. Un roquefort o un cabrales, tan típico de España, por ejemplo, encontrarán en estas una combinación ideal pues armonizan bien al tratarse de una bebida de corte más amargo y tostado. Ambos son sabores complejos que armonizan en el paladar.

Quesos curados con lagers fuertes y ale intensas

En España poseemos una amplia variedad y gusto por los quesos más curados y añejos de fuerte sabor, así como por los ahumados. Estos se pueden encontrar en tiendas especializadas, supermercados, bares y restaurantes con facilidad. El tiempo de curado de los mismos le aporta un sabor más intenso y, como consecuencia de ello, hay que buscar una cerveza que responda a dicha intensidad. Así, por ejemplo, para los más añejos se puede optar por las Bock, un tipo de cerveza lager típicamente alemana que tienen un punto fuerte en malta y un contenido en alcohol más alto que la media. Las que pertenecen a la familia ale más fuerte, como la brown ale, de potente y amargo sabor, también pueden ser un excelente compañero para los quesos más intensos.

Las cervezas negras se combinan con un roquefort o un cabrales, tan típico de España, pues armonizan muy bien

Estos son solo algunas recomendaciones de los ejemplos de tipos de quesos muy comunes que maridan especialmente con ciertas cervezas. No obstante, no hay una combinación perfecta. Atendiendo a las características explicadas de ambos, cualquiera puede comenzar a experimentar tratando de hallar los sabores y texturas que mejor resultado den en su paladar. Es cuestión de probar un bocado de cada lácteo y acompañarlo del sorbo de la cerveza que se tenga a mano hasta dar con aquellas mezclas que sean más agradables.

La combinación de queso y cerveza puede resultar uno de los aperitivos más perfectos que se pueden encontrar por la sencillez de prepararlo y por el resultado que ambos otorgan. Estos dos alimentos casan especialmente bien por el buen maridaje que ofrece. Al tratarse ambos de elaboraciones fermentadas que pueden tener en común levaduras, aromas y matices, cuando se juntan en la boca aportan nuevas sensaciones y sabores. La correcta conjunción de estos elementos ayuda a potenciar el gusto y las virtudes de unos y de otros, respectivamente, y degustar así sabores más dulces, tostados, ahumados o intensos. De hecho, cada vez hay más lugares y empresas que ofrecen la posibilidad de disfrutar de este maridaje.

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