Dragón Amarillo, el cóctel que se ha convertido en un referente en el gremio

¡Qué manía tienen algunos clientes con pedir siempre lo mismo! Eso pensarán muchos camareros que solo nos ven la carita por sus comedores cada seis o siete semanas. Y pueden tener razón, ojo, que a veces nos enrocamos con sota, caballo y rey... y no hay quien nos saque de "lo de siempre, por favor y gracias".

Pero seamos sinceros, todos tenemos varios restaurantes marcados en verde en nuestro radar gastronómico por su, única y exclusivamente, deliciosa tarta de queso, por ejemplo; o por sus untuosos callos o por esos mojitos que te bebes como si fueran agua. Y de vez en cuando, cada ciertas semanas, el cuerpo te pide los boquerones tan ricos que hacen en el bar de la esquina o las croquetas del Mesón Menganito que te resultan perfectas.

El gimlet es otra de las señas de identidad del Dry. Se hizo famoso por salir en una novela de Chandler

Por eso hay ciertos sitios en los que siempre pedimos lo mismo, porque lo bordan. Algo parecido está pasando con el cóctel Dragón Amarillo de 1862 Dry Bar, que el que lo prueba una vez, lo quiere volver a probar. Y repite visita. Y lo vuelve a pedir. Y así todo el rato. Hasta haberse convertido en uno de los tragos emblemáticos de la casa, junto al gimlet.

1862 Dry Bar, una oda a la coctelería clásica

Regentada por Alberto Martínez, experto en mixología y apasionado de los tragos clásicos, lleva pocos años abierta pero ya se ha convertido en todo un referente en el gremio. En 2015, fue reconocida como la mejor coctelería de España según la Feria Mixology Trends y el año pasado figuraba entre las 10 mejores del International Cocktail Bars, el mayor festival del sector del mundo. Martínez convence a su parroquia con una carta consagrada a las mezclas tradicionales, donde recupera recetas originales junto a un pedacito de la historia de cada una.

El gimlet es un buen ejemplo de ello y otra de las señas de identidad del Dry. Otro de esos puntitos verdes en el radar. Este trago se hizo famoso por aparecer en la novela de Raymond Chandler, 'El largo adiós', publicada en 1953, donde concretamente afirmaban sus protagonistas: "Un gimlet real es la mitad de ginebra y la otra mitad de zumo de Rose y nada más". Esta frase en inglés rotula la barra del local, por lo que te puedes imaginar la lealtad que pondrá cualquiera de sus bartenders en prepararte un gimlet 'real'.

Marchando un Dragón Amarillo

Como decimos, la otra combinación que lo está petando y se ha convertido en imprescindible es Dragón Amarillo. Surgió en 2017, fruto de la imaginación de Alberto Villarroel, antiguo camarero del garito y con quien Martínez acaba de abrir otra dirección destinada a agitar la coctelera, Santos y Desamparados, el nuevo bareto del madrileño barrio de Huertas que alegra la vida nocturna de la zona. Crearon el trago el verano pasado con la idea de ofrecer algo diferente, porque además de preparar los clásicos y conocer su historia, los 10 bármanes del negocio también se curran propuestas propias. En concreto, cada uno de ellos firma un cóctel de autor y el año pasado el de Villaroel fue un éxito rotundo.

"Queríamos que tuviera una base muy clásica pero que también se adaptara a los nuevos tiempos, por eso utilizamos la técnica de sifón de espuma, que nosotros nunca habíamos ofrecido. Alberto dio con una receta muy sencilla, basada en tequila, fruta de la pasión y pomelo, y luego le puso su toque personal infusionando el tequila en ají amarillo, lo que deja un regusto picante", explica el propietario. Tras varias pruebas, coronó la mezcla con una espuma de albaricoque, dándole el contrapunto dulce que buscaba. El éxito fue inmediato. El primer cliente que lo pidió se tomó tres seguidos y, cuenta Martínez, que otro visitante extranjero se dedicó durante una larga temporada a llevar a todos sus amigos solo para que lo probaran.

Un año después y con la nueva carta en escena, muchos de sus feligreses pidieron mantener aquel cóctel que tanta sensación causó entre las mesas el verano pasado, y así han hecho. Además, también lo sirven en Santos y Desamparados, donde muchos de los que llegan allí piden aquel trago mítico del Dry.

La receta: ingredientes

• 60 ml de tequila blanco infusionado en ají amarillo picante
• 30 ml de zumo de pomelo
• 30 ml de puré de fruta de la pasión

Preparación

Se agita todo junto en coctelera y se sirve en coupette. Se termina con una espuma de albaricoque, elaborada en sifón de espuma con sirope de albaricoque, nata y espumante.

Dirección: Pez, 27. Tel: 609 531 151.

Horario: De 15:30 a 2:00 h.

Precio: Cócteles a partir de 9 €.