Tres cenas ligeras, rápidas de hacer y repletas de sabor
La última comida del día ha de incorporar alimentos fáciles de digerir. Estas son algunas recetas sencillas de hacer, saludables y ricas para dejarte con buen sabor de boca
"De grandes cenas están las sepulturas llenas". Este (acertado) dicho del refranero ya advierte que cenar copiosamente no es un hábito saludable. El motivo es que nuestro organismo funciona de manera diferente durante la noche, pues cuando dormimos es el único momento de la jornada en el que este no necesita energía. Si cenamos en demasía, estamos obligando al aparato digestivo a realizar un sobreesfuerzo para metabolizar los alimentos. En consecuencia, nos sentimos pesados durante más tiempo, dormimos peor, descansamos mal y, obviamente, ganamos peso.
Por tanto, nuestro organismo necesita que se lo pongamos fácil a la hora de la cena, realizando ingestas escuetas, ligeras, exentas de grasas y en las que primen las elaboraciones poco condimentadas y las cocciones sencillas. Y dicho sea de paso, si esta ultima comida del día la hacemos pronto –es decir, unas dos horas antes de ir a la cama–, también se lo ponemos mucho más fácil a nuestra salud. Según algunos expertos y teniendo en cuenta los resultados arrojados por el estudio realizado por la Universidad de Surrey, si cenamos pronto, favorecemos la pérdida de grasa corporal, reducimos el riesgo de padecer obesidad y enfermedades asociadas y, por ende, mejoramos nuestra salud.
En la cena deben primar las elaboraciones poco condimentadas y las cocciones sencillas
Así que es tan saludable adelantar la hora de la cena como que la composición de esta sea ligera e incluya alimentos fáciles de digerir. Sin embargo, el cansancio, el ajetreo y las ocupaciones de la vida diaria nos restan tiempo para ponernos al mando de los fogones, lo que muchas veces nos lleva a saborear cenas monótonas y poco atractivas. Estas son algunas ideas para dar un poco de alegría (y salud) a tus cenas, las cuales te permitirán acabar el día con buen sabor de boca.
Sopa de judías verdes con gambas
Las sopas ayudan a entonar y reconfortar el organismo, por lo que se erigen como una excelente opción para incluir en la cena. Esta propuesta, apta para los amantes de la cuchara, es sana, ligera, nutritiva y sabrosa, pues aúna sabores huertanos y marítimos. Además se puede tomar en versión fría, lo que la hace idónea para refrescar el cuerpo en la época estival, o caliente, perfecta para entibiar el paladar de cara a los fríos del otoño.
Ingredientes
- 500 gramos de judías verdes
- 1 cebolla
- 1 patata
- 10 gambas
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración. En primer lugar, preparamos los ingredientes: lavamos, despuntamos y cortamos las judías, pelamos y cortamos las patatas en cuartos y picamos la cebolla en juliana. A continuación, rehogamos la cebolla en una cazuela con un chorro de aceite de oliva. Después, agregamos las judías, las patatas, una pizca de sal y cubrimos con un litro de agua. Dejamos cocer durante media hora. Transcurrido dicho tiempo, trituramos y decoramos la mezcla con las gambas. Un discreto chorro de aceite de oliva en la superficie dará el toque de gracia a esta sabrosa crema.
Ensalada templada de pollo con verduras
Las ensaladas son un clásico de las cenas, pues son sanas, ligeras, aportan un buen cóctel de nutrientes y además no roban demasiado tiempo en la cocina. La más socorrida es la mixta hecha a base de lechuga. Pero como nunca está de más innovar, proponemos una versión que incluye pollo, una carne baja en grasas, y verduras, que aportan a esta receta un toque verde y un sabroso gusto de la huerta.
Ingredientes
- 1 pechuga de pollo
- 1 bote de champiñones, mejor laminados
- 1 calabacín
- 2 hojas de brócoli
- Salsa de soja
Elaboración. Para crear este combinado solo son necesarios unos sencillos pasos. Primero, colocamos en una fuente de horno el calabacín y el brócoli troceados, y los champiñones. Luego echamos un poco de agua y los dejamos cocinar durante cinco o seis minutos. Mientras, troceamos la pechuga y la hacemos a la plancha. A continuación, la agregamos a los ingredientes de la bandeja del horno, mezclamos y dejamos que se hagan un par de minutos más. Para concluir, regamos la elaboración con un chorro de salsa de soja.
Rollitos de tortilla, pavo y queso
Estamos ante una receta con escaso aporte energético, rebosante de proteínas y vitaminas. Además, constituye una sabrosa manera de reinterpretar la clásica tortilla francesa, pues la inclusión de queso le confiere cremosidad y el pavo, un gusto muy interesante al paladar.
Ingredientes
- 2 huevos
- Queso crema
- 1 loncha de fiambre de pavo
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Sal
Elaboración. Empezamos haciendo la tortilla. En este caso, no doblamos la masa por la mitad, sino que la dejamos extendida, como una crepe. A continuación, untamos la base de la masa con el queso cremoso, después colocamos encima la loncha de pechuga de pavo. Para concluir, enrollamos la tortilla hasta que adquiera forma de tubo. Si queremos añadir un toque verde y un ligero gusto picante, tenemos la opción de poner unas hojas de rúcula. Si, por el contrario, perseguimos darle una textura crujiente, podemos optar por otras hojas verdes, como la escarola o la endivia.
"De grandes cenas están las sepulturas llenas". Este (acertado) dicho del refranero ya advierte que cenar copiosamente no es un hábito saludable. El motivo es que nuestro organismo funciona de manera diferente durante la noche, pues cuando dormimos es el único momento de la jornada en el que este no necesita energía. Si cenamos en demasía, estamos obligando al aparato digestivo a realizar un sobreesfuerzo para metabolizar los alimentos. En consecuencia, nos sentimos pesados durante más tiempo, dormimos peor, descansamos mal y, obviamente, ganamos peso.