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4 versiones de la salsa pesto que se alejan de la receta original
  1. Gastronomía y cocina
HAY VIDA MÁS ALLÁ DE LA ALBAHACA

4 versiones de la salsa pesto que se alejan de la receta original

Es para muchos cocineros la salsa más fácil del mundo. Su receta original solo incluye albahaca, aceite de oliva, ajo, piñones molidos y un poco de queso parmesano

Foto: Foto: iStock.
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Seguramente, cuando escucháis a alguien hablar sobre el pesto, la primera imagen que aparece en vuestra mente es la de esa salsa de color verde intenso. Sin embargo, el término en cuestión hace referencia al tipo de preparación que sigue la receta, es decir, machacar los ingredientes en un mortero. El origen de esta exquisita elaboración se traslada hasta la ciudad de Génova, situada al noroeste de Italia, y según cuentan los expertos “probablemente surgió como variante de la 'agliata', una salsa que utilizaban los pescadores para la conservación de los alimentos y cuyos ingredientes incluían aceite, tomate, ajo y vinagre. La incorporación de la característica albahaca provino del nordeste de Italia, Liguria, por la abundante existencia de esta aromática planta”, resumen desde el restaurante italiano L’Aldilà.

Aunque la salsa pesto se utiliza normalmente como perfecto aderezo de la pasta, lo cierto es que se trata de un acompañante que también cumple su función en otros muchos platos. Es el caso de la pizza, las ensaladas, el cuscús o incluso las piezas de carne y pescado. Muchos comensales también suelen recurrir a ella a modo de aperitivo junto a unos colines de pan o unas verduras crudité. Además, al igual que ocurre con otras muchas elaboraciones, el potencial de dicha salsa no queda reducido a la receta original, dando lugar a un sinfín de versiones que no hacen sino potenciar su impacto en el paladar. ¿Cuáles son las variedades más recomendadas?

Pesto de aguacate

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Foto: iStock.

El alimento de moda también puede liderar su propia receta de pesto. El aguacate actúa como sustitutivo del aceite de oliva, otorgando a la salsa una cremosidad y ligereza adicionales. ¿Cuál es el procedimiento a seguir?

Ingredientes:

  • Hojas de albahaca frescas
  • ½ aguacate maduro y grande
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de piñones
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 25 g de queso parmesano rallado
  • 3 cucharadas de agua
  • Sal al gusto

Pelamos los dientes de ajo y el aguacate, y los trituramos con las hojas de albahaca, los piñones y el zumo de limón durante unos 20 segundos o hasta que la masa sea totalmente homogénea. Después, añadimos el agua y lo batimos de nuevo para otorgarle una textura mucho más fina. Para acabar, se le añade el queso rallado y volvemos a triturar. En cuanto a su conservación, lo ideal es almacenarlo en el frigorífico en un recipiente hermético hasta su consumo, que se aconseja sea inminente.

Pesto de remolacha y pistacho

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Foto: iStock.

A pesar de la extraña combinación de ingredientes que defiende esta receta, el pesto de remolacha y pistacho aporta un sabor intenso y diferente a la pasta, que acompañada del mejor queso rallado os hará la boca agua.

Ingredientes:

  • 200 g de remolacha cocida
  • 40 g de pistachos pelados
  • 50 g de queso idiazábal rallado
  • ½ limón
  • ½ diente de ajo
  • 50 g de aceite de oliva
  • Sal al gusto

Siguiendo el procedimiento anterior, se junta la remolacha, los pistachos, el zumo de limón, los ajos y la sal para ser triturados. Una vez hayamos conseguido la mezcla, añadimos poco a poco el aceite de oliva virgen extra y el queso idiazábal. Los expertos recomiendan también incluir una pizca de ralladura de limón para aromatizar la salsa.

Pesto de requesón y nueces

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Foto: iStock.

El queso es un ingrediente que nunca falla y que, además, combina a la perfección con todo tipo de elaboraciones. Y la salsa pesto no iba a ser una excepción. La combinación del requesón y las nueces es perfecta para acompañar una buena pieza de carne.

Ingredientes:

  • 100 g de queso parmesano
  • 150 g de requesón escurrido
  • 60 g de nueces peladas
  • 50 ml de leche
  • 50 ml de aceite de girasol

Al igual que la receta original, esta salsa pesto de requesón y nueces se consigue triturando todos los ingredientes expuestos anteriormente hasta conseguir una masa homogénea y espesa. Sin embargo, esa densidad depende siempre del gusto del comensal. Por ello, para hacerla más ligera, se recomienda diluirla un poco con agua hasta alcanzar la consistencia deseada. Pasamos del color verde de la albahaca a otra tonalidad que aportará una imagen mucho más fresca y divertida al plato: el naranja de la calabaza. Y si además incluimos un poco de guindilla para dar un toque picante a la salsa, conseguiremos conquistar también nuestro sentido del gusto.

Pesto de calabaza

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Foto: iStock.

Pasamos del color verde de la albahaca a otra tonalidad que aportará una imagen mucho más fresca y divertida al plato: el naranja de la calabaza. Y si además incluimos un poco de guindilla para dar un toque picante a la salsa, conseguiremos conquistar también nuestro sentido del gusto.

Ingredientes:

  • 400 g de calabaza
  • 1 zanahoria
  • 1 guindilla
  • 2 ajos
  • 50 g de piñones
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta al gusto

Para comenzar la receta, pelamos y troceamos la calabaza y la zanahoria. Después, para que ambas puedan manejarse a la perfección y aporten a la salsa esa cremosidad tan característica, las horneamos durante media hora aproximadamente a una temperatura de 200ºC. Antes de terminar el proceso, debemos comprobar si están tiernas. A continuación, unimos las hortalizas ya horneadas y el resto de ingredientes en un recipiente y batimos hasta conseguir una textura fina. Para finalizar, salpimentamos al gusto.

Seguramente, cuando escucháis a alguien hablar sobre el pesto, la primera imagen que aparece en vuestra mente es la de esa salsa de color verde intenso. Sin embargo, el término en cuestión hace referencia al tipo de preparación que sigue la receta, es decir, machacar los ingredientes en un mortero. El origen de esta exquisita elaboración se traslada hasta la ciudad de Génova, situada al noroeste de Italia, y según cuentan los expertos “probablemente surgió como variante de la 'agliata', una salsa que utilizaban los pescadores para la conservación de los alimentos y cuyos ingredientes incluían aceite, tomate, ajo y vinagre. La incorporación de la característica albahaca provino del nordeste de Italia, Liguria, por la abundante existencia de esta aromática planta”, resumen desde el restaurante italiano L’Aldilà.

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