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Las mejores formas de sacar todo el provecho a la chirimoya
  1. Gastronomía y cocina
Muy versátil

Las mejores formas de sacar todo el provecho a la chirimoya

De textura carnosa y blanda y con un sabor que aúna matices dulces y ácidos, esta fruta invernal es una auténtica delicia, pero también sirve para muchas recetas

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Oriunda de los Andes peruanos y de las zonas montañosas de Ecuador, la chirimoya fue importada por Cristóbal Colón a nuestro país tras la conquista del Nuevo Mundo. Los colonos españoles la bautizaron 'manjar blanco', puesto que su interior, además de estar decorado con innumerables semillas negras, luce un inmaculado color blanco; mientras que el exterior muestra una llamativa tonalidad verde. Nace de forma espontánea en las zonas más elevadas y de ella dicen los indígenas del Altiplano que no le gusta la nieve, pero sí admirarla de lejos.

Asimismo, existen más de cincuenta especies. Según la Fundación Española de la Nutrición, las más omnipresentes en el mercado son las grises, que lucen un aspecto oxidado; las rojas o rosas, de gran tamaño; y las verdes, que tienen una textura interior más compacta y un sabor más dulce. En cuanto a las bondades nutricionales de la chirimoya, aporta, como todos los miembros de la familia frutícola, un largo listado. En líneas generales, es rica en vitamina C, minerales -especialmente el potasio, el fósforo y el calcio-, fibra y, además, carece de colesterol. Sin embargo, no debemos olvidar que es generosa en hidratos de carbono, en concreto el 20% de su peso, si bien es cierto que están representados por azúcares simples como la fructosa o la sacarosa.

De textura carnosa y blanda y un sabor que aúna matices dulces y ácidos -a medio camino entre la piña, la fresa y el mango-, esta fruta típicamente invernal puede darnos muchas alegrías en la mesa. He aquí algunas sabrosas ideas, alternativas al consumo en versión cruda.

Crema de chirimoyas

Ingredientes:

  • 5 chirimoyas
  • 300 ml de leche
  • 400 ml de nata
  • 1 sobre de gelatina neutra
  • 50 g de azúcar

Para comenzar, extraemos las pepitas de las chirimoyas, pasamos la carne por la batidora y reservamos. Después, calentamos la leche con la nata y el azúcar en una cazuela. Cuando comience a hervir, agregamos la gelatina en polvo y removemos bien para evitar la aparición de grumos. Para terminar, incorporamos la crema de las chirimoyas, mezclamos bien y dejamos enfriar unas horas. Si queremos darle un extra de alegría, podemos decorar la crema con un topping de caramelo o chocolate, o incluso agregar otras frutas como, por ejemplo, uvas.

Sorbete de chirimoyas

Ingredientes:

  • 125 g de chirimoyas
  • 50 g de azúcar
  • 1 limón
  • 1 rama de canela

Comenzamos haciendo un jarabe dulce. Para ello, calentamos un poco de agua -aproximadamente dos dedos- con el azúcar y la canela en una cazuela, y dejamos que repose. Mientras, extraemos las pulpas de las chirimoyas y las mezclamos con el jugo y la ralladura del limón; lo pasamos por la batidora y dejamos enfriar. Luego, añadimos el jugo dulce que teníamos reservado y filtramos el conjunto con un colador chino. Para terminar, vertemos la masa resultante en moldes y los introducimos en el congelador durante media hora. Para darle un toque de color, podemos añadir unas hojas de menta o un puñado de grosellas.

Flan de chirimoyas y galletas

Ingredientes:

  • 3 chirimoyas
  • 250 g de leche evaporada
  • 250 g de leche condensada
  • 20 g de azúcar
  • 5 huevos

Para el caramelo:

  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de agua
  • 1/3 de zumo de limón

En primer lugar, trituramos la carne de las chirimoyas con la batidora hasta obtener una crema fina. Luego, incorporamos el huevo batido, el azúcar, la leche condensada y también la evaporada; mezclamos bien y dejamos reposar. Mientras, hacemos el caramelo. Para ello, juntamos el azúcar con el agua y el zumo de limón en una cazuela; cocinamos a fuego lento -removiendo periódicamente- hasta que la mezcla tome color y las burbujas hayan desaparecido por completo. Finalmente, vertemos el caramelo en un molde, sobre este la crema de chirimoyas y horneamos durante una hora, aproximadamente.

Tarta de queso y chirimoyas

Ingredientes:

  • 600 g de pulpa de chirimoyas
  • 250 g de queso fresco
  • 150 g de azúcar
  • 4 huevos
  • 150 g de queso crema
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Extracto de vainilla

Juntamos en un bol la pulpa de las chirimoyas con el azúcar, los dos tipos de quesos, los huevos y la vainilla, los pasamos por la batidora y dejamos reposar. A continuación, untamos con mantequilla un molde para horno, extendemos sobre este la mezcla y horneamos a 180ºC durante una hora, aproximadamente. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y, finalmente, desmoldamos el flan y emplatamos.

Ensalada de chirimoya

Ingredientes:

  • 2 chirimoyas
  • 1 lechuga
  • 2 aguacates
  • 2 pimientos asados
  • 1 yogur natural
  • 1 lata de anchoas
  • 1 lata de maíz

El primer paso es hacer la salsa que acompañará a este combinado vegetal. Para ello, juntamos el yogur y la pulpa de una chirimoya, mezclamos bien hasta que los ingredientes estén bien ligados y reservamos. Luego, extendemos la lechuga sobre un plato llano, colocamos sobre esta los aguacates y la chirimoya cortados en gajos, después los pimientos asados en tiras y, finalmente, el maíz. Para terminar, regamos el conjunto con la salsa que teníamos reservada.

Oriunda de los Andes peruanos y de las zonas montañosas de Ecuador, la chirimoya fue importada por Cristóbal Colón a nuestro país tras la conquista del Nuevo Mundo. Los colonos españoles la bautizaron 'manjar blanco', puesto que su interior, además de estar decorado con innumerables semillas negras, luce un inmaculado color blanco; mientras que el exterior muestra una llamativa tonalidad verde. Nace de forma espontánea en las zonas más elevadas y de ella dicen los indígenas del Altiplano que no le gusta la nieve, pero sí admirarla de lejos.

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