Menú
¿Qué son los boles de Buda? Una nueva tendencia sana y vistosa
  1. Gastronomía y cocina
muy apetecibles

¿Qué son los boles de Buda? Una nueva tendencia sana y vistosa

Nos ofrecen una nutritiva combinación de alimentos, eminentemente vegetales, repletos de color y saludables. ¿De dónde proceden y por qué están de moda?

Foto: Boles de Buda. (iStock)
Boles de Buda. (iStock)

Si sois de los que gustan de extasiarse ante los pines de Pinterest o la galería gastronómica de Instagram, quizás hayáis reparado en esos boles de comida perfectamente organizada donde prima lo saludable y que algunos ya etiquetan como Buddha Bowls. Empezaron a verse tímidamente en 2016 y hoy ya son toda una legión.

¿Y por qué se llaman así? Según cuenta la leyenda, Buda solicitaba alimento a los lugareños valiéndose de un cuenco en el que estos iban depositando los restos del día hasta componer una miscelánea de sabores e ingredientes".

Los ingredientes se presentan en un cuenco con apariencia redondeada, "como el prominente vientre de Buda"


En el diccionario de lengua anglosajona Urban, dedicado a recopilar expresiones de uso común, estos recipientes se definen como "un cuenco que tiene una apariencia redondeada en la parte superior, como el prominente vientre de un Buda". Sin embargo, la primera referencia al Buddha Bowl probablemente procede de un libro de Martha Stewart, autora y presentadora de televisión estadounidense que forjó un imperio basado en su estilo de vida y sus recetas de cocina. La obra en cuestión se titula 'Meatless', una colección de 200 recetas vegetarianas publicada en 2013 donde aparecen estos particulares cuencos de vistosa comida. En el interior del libro, los boles de Buda se describen como 'tazones de gloria a base de plantas'.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Lo cierto es que la mezcla resulta estilosa, colorida y muy atractiva para la vista, que no olvidemos es un sentido que también disfruta de la gastronomía. Eso sí, estos boles son eminentemente vegetales -pues Buda era vegetariano-, por lo que la proteína nos la aportan la quinoa o las lentejas. De todos modos, podemos atrevernos a incluir algún bocado de carne, siempre que esté preparado siguiendo los preceptos de lo saludable y no se trate, por lo tanto, de derivados cárnicos. En cualquier caso, vamos a ver cómo aprender a montar un bol de estas características.

Ante todo, el recipiente ha de ser un plato hondo o un cuenco. En él, podemos incluir una imaginativa mezcla que es todo un compendio de lo que nos ofrece la naturaleza:

  • Verduras y hortalizas cocidas o crudas como el brócoli, la coliflor, el pepino, el calabacín, la calabaza, las zanahorias, los rabanitos, el tomate o las batatas, entre otros.
  • Hojas verdes como los brotes tiernos, la escarola, las acelgas, las espinacas, la lechuga o la rúcula.
  • Cereales como el arroz, la quinoa, la cebada, el maíz o la pasta integral.
  • Proteínas vegetales extraídas de las legumbres.
  • Las semillas maridan de maravilla, además resultan crujientes y muy nutritivas. Priman el sésamo y las pipas de calabaza.
  • Algunas recetas también incluyen un aderezo con guacamole, humus, tzatziki o pesto.

La primera referencia a los boles de Buda la encontramos en un libro de Martha Stewart publicado en 2013

Según la revista 'InStyle', en su edición estadounidense, la proporción correcta es de un 35% de verduras, un 30% de semillas o germinados, un 25% de grano entero, un 15% de proteínas y un 10% de aderezo. Seguramente, a muchos les habrá picado la curiosidad por conocer este plato y qué mejor manera de saciarla que preparando uno de estos sabrosos cuencos. Hay recetas especialmente concebidas para el desayuno, la comida del mediodía o una cena frugal. Lo cierto es que tal es su tirón que internet se ha convertido en una mina de donde extraer recetas a manos llenas. Pero a nosotros nos parece que la que sigue encarna a la perfección el espíritu de esta nueva tendencia:

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Ingredientes:

Una de las grandes ventajas de este plato es que nos permite comer de manera sana y sabrosa y sin necesidad de un gran despliegue de talento culinario. En definitiva, se trata de una elaboración que no supone un gran reto.

  • 1/2 taza de quinoa cruda
  • 1 taza de agua
  • 4 tazas de espinaca
  • 1 taza de garbanzos (lavados y secos)
  • 1 tomate picado
  • 1 taza de pepino picado
  • 1/2 taza de perejil picado
  • 1 aguacate (cortado en rodajas finas)
  • 1/2 taza de hummus
  • 1/4 taza de semillas
  • 1 limón (cortado en cuatro)
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación:

Ponemos una olla de agua de tamaño mediano con el fuego bastante alto. Al hervir, colocamos la quinoa, bajamos el fuego, tapamos la olla y cocinamos el cereal durante 13 o 15 minutos hasta que esté esponjoso. A continuación preparamos los cuencos. Eso sí, con la cautela de hacerlo con cierta gracia. De hecho, los boles de Buda requieren esmero en la colocación de todos los ingredientes. Este arte es una de sus claves.

Por lo tanto, una vez preparada la quinoa, colocamos todos los ingredientes en el bol: la espinaca, la quinoa cocinada, los garbanzos, el tomate y el pepino picados, el perejil y el aguacate cortado en láminas. Coronamos este estupendo y sanísimo plato con unas cucharadas de hummus, una rodaja de limón y salpimentamos al gusto.

Si sois de los que gustan de extasiarse ante los pines de Pinterest o la galería gastronómica de Instagram, quizás hayáis reparado en esos boles de comida perfectamente organizada donde prima lo saludable y que algunos ya etiquetan como Buddha Bowls. Empezaron a verse tímidamente en 2016 y hoy ya son toda una legión.

El redactor recomienda