La chirivía, una raíz saludable que da mucho juego en la cocina

Si has visto una hortaliza que parece una zanahoria pero tiene un color más pardo y pálido, no significa que esté en mal estado. Se trata de una chirivía, una raíz muy común en Europa que guarda muchas similitudes con el vegetal de color naranja citado anteriormente, pero que cuenta con un sabor diferente muy característico. Las chirivías son una fuente rica en diversos nutrientes saludables y que, gastronómicamente hablando, pueden dar mucho juego en la cocina. Bajo esta premisa, en Alimente vamos a profundizar en todo lo que este curioso alimento puede ofrecer a nuestra salud y nuestro paladar.

Antioxidantes y fibra

Las chirivías poseen una elevada cantidad de nutrientes como fibra, vitamina C, vitamina K y ácido fólico. Esto las convierte en un alimento ideal para incluir en la dieta de cara a aumentar la sensación de saciedad y controlar el peso, ya que, además, contienen muy pocas calorías al tratarse de una hortaliza. Así, 100 gramos de producto aportan principalmente los siguientes nutrientes (según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos):

• 75 calorías
• 18 gramos de hidratos de carbonos, de los cuales 4,9 corresponden a la fibra
• 0,2 gramos de grasa
• 1,2 gramos de proteína
• 17 miligramos de vitamina C, es decir, un 28% de la cantidad diaria recomendada
• 22.5 microgramos de vitamina K, un 21% de la cantidad diaria recomendada

Además, las chirivías contienen poliacetileno, un compuesto que podría tener propiedades anticancerígenas, tal y como reseña un estudio del año 2011. Esto, sumado a su alto contenido en vitamina C, hace de esta hortaliza un arma antioxidante de gran poder, ideal para combatir las enfermedades cardiovasculares y otras complicaciones.

La fibra que contiene también permite mantener estables los niveles de glucosa y evitar así esas subidas bruscas que provocan hambre e impiden saciarse. Además, buena parte de su composición es agua, un factor frecuente en algunos alimentos que puede contribuir a bajar de peso y consumir menos calorías, dos cualidades que han sido demostradas científicamente.

¿Cómo usar la chirivía en la cocina?

Esta hortaliza se ha utilizado en los fogones de Europa y en concreto de España desde hace cientos de años e, históricamente, se consume cocida o asada en guisos. A nivel gastronómico, las chirivías aportan una textura similar a la de las zanahorias, pero con un aspecto más parecido al de las patatas. No obstante, es en el sabor donde más destacan, pues tienen un punto anisado y un regusto ligeramente picante que permite utilizarlas en diversas recetas de manera original. Por su gusto y textura, estas pueden prepararse cocidas, asadas, machacadas, fritas, como ingrediente en los sofritos, en cremas, sopas, guisos, estofados, purés… Como podéis comprobar son muy polivalentes, pero en Alimente vamos a recopilar algunas elaboraciones concretas para degustar todo su sabor.

Chips de chirivía

Si queréis disfrutar de unos chips a modo de snack que sean más saludables que las patatas fritas y tengan un sabor diferente, podéis usar las chirivías. Basta con lavar esta hortaliza, pelarla y cortarla finamente en rodajas con un cuchillo o una mandolina. Después, los colocamos en una bandeja de horno, rociamos un poco de aceite de oliva y salpimentamos, aunque también podemos añadir otras especias al gusto. Finalmente, horneamos durante unos 20 minutos a 200ºC. ¿El resultado? Un aperitivo bajo en calorías y con un gusto muy particular.

Crema de chirivías al curry

Como con otras hortalizas, la chirivía se puede utilizar para hacer cremas donde sean las auténticas protagonistas. Para ello, hacemos un sofrito con los vegetales que queramos, como la cebolla y el ajo. Añadimos las raíces y agua o caldo vegetal, y cocemos todo durante unos 20 minutos. En este caso, para que gane un punto de sabor, podemos añadir curry antes de verter el caldo. Tras esto, basta con pasar la mezcla por la batidora para lograr una consistencia cremosa y añadir unos picatostes y pimienta negra por encima antes de su consumo.

Guisos y estofados

Las chirivías también dan mucho juego en guisos y estofados. Dentro de dicha elaboración, basta con añadirlas a diferentes cocciones para dejar que se ablanden y aporten fácilmente ese gusto tan particular a platos de carne o legumbres.