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No todos los bufés libres son malos: los mejores de Madrid y Barcelona
  1. Gastronomía y cocina
CONTROLA LA GULA

No todos los bufés libres son malos: los mejores de Madrid y Barcelona

Desde su incursión en la hostelería, han sido un tipo de local con el mismo número de seguidores y detractores. ¿El motivo? La calidad de las cantidades de comida que ofrecen

Foto: El riesgo de este tipo de locales es que se come en exceso. (iStock)
El riesgo de este tipo de locales es que se come en exceso. (iStock)

Cualquier amante de la comida habrá visitado alguna vez un bufé libre para saciar sus instintos más primarios. Un lugar donde, por un único precio, puedes degustar un amplio abanico de platos procedentes de diferentes culturas: pizzas, hamburguesas, pasta, platos de carne y pescado, tapas, ensaladas, frituras… Las posibilidades son infinitas. Sin olvidar aquellos que se dedican exclusivamente a una gastronomía como, por ejemplo, la asiática o la italiana.

Sin embargo, frente a este suculento banquete, capaz de cohibir a cualquiera, también encontramos la dudosa calidad de algunos manjares. En algunos bufés libres, la comida lleva horas preparada, algo que queda en evidencia a través de su aspecto. El mismo tiempo que algunas bandejas esperan en el expositor a ser consumidas, multiplicando las probabilidades de toxiinfección. Además, al querer abarcar ese gran número de platos, ninguno brilla especialmente por su sabor. Mientras que la sensación de abundancia no solo influye en nuestro apetito, también en nuestro estómago pues son muchas las personas que no miden correctamente el volumen de su ingesta, sufriendo después problemas digestivos como vómitos, acidez, dolor de estómago o diarrea, entre otros.

Eso sí, es importante aclarar que esta no es la regla, existen multitud de bufés que atraen cada día a una extensa clientela gracias a la índole de sus platos, que destacan frente al resto por un gusto y una presencia inusitados. Bajo esta premisa, ¿dónde podemos encontrar los mejores bufés libres de Madrid y Barcelona?

Viva Burger

Costanilla de San Andrés, 16, Madrid

Esta no es solo una de las hamburgueserías veganas más populares de Madrid, recientemente ha evolucionado hacia el concepto 'bufé vegetariano', donde los platos están elaborados con productos 100% naturales. Sus especialidades son las ensaladas, los pinchos, los wraps y las deliciosas tartas caseras. Sin olvidar esas hamburguesas libres de carne, entre las que triunfan la Burger Queen, con pan integral y semillas, queso curado, tomate asado y cebolla caramelizada; la China, con pan de maíz y espelta, setas shiitake y orejas de arce; o la Burger Chingona, de raíces mexicanas, con aguacate y pico de gallo. Además, muchos de sus platos son aptos para celíacos e incluso se pueden adaptar a las necesidades alimentarias de cada comensal.

El Puma

Carrer d'Aribau, 44, Barcelona

En 1972, la familia Puig Hernández se estrenó en el mundo de la hostelería con una pequeña barra, una cocina y apenas cinco mesas para sus fieles comensales. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los bufé más solicitados de la ciudad condal. ¿El motivo? Su oferta culinaria, compuesta principalmente por platos de la cocina tradicional catalana y algunas reminiscencias a la célebre dieta mediterránea. Además, es famoso por incluir en su carta carnes a la brasa hechas al momento y un extenso repertorio de entrantes como, por ejemplo, el melón relleno, la góndola de piña tropical con marisco o la esqueixada de bacalao. Así, más de 80 platos esperan cada día a ser degustados en pleno centro de Barcelona.

Kata

Carrer de Pujades, 316, Barcelona

Este local destaca frente a la multitud por las cintas Kaiten que incluye en su mobiliario y que cada día transportan hasta las mesas raciones de comida fresca y 100% casera. Bajo el concepto 'cocina en movimiento', basado en estas cintas giratorias y la evolución de su gastronomía, Kata ofrece a sus comensales toda una suerte de platos como el risotto con ajo tostado, tomate y albahaca; los escalopines de pollo con salsa Teriyaki y arroz Basmati; la ensalada de salmón marinado, criolla de tomate y vinagreta de yogur; o la merluza a la plancha con patatas panaderas y salsa de champiñones. Además, incluye una sección para vegetarianos donde la vichyssoise fría de puerros, zanahoria y patata, y los champiñones rebozados en pan de especias y salsa César triunfan sobremanera.

Restaurante Shi Shang

Calle Concepción Arenal, 3, Madrid

Regresamos ahora a la cocina vegana y vegetariana, pero esta vez al estilo asiático. Su carta combina la tradicional técnica culinaria oriental con platos bajos en aceite, sal y azúcar. El resultado son elaboraciones tan suculentas como la ensalada de algas, hongos, tofu, tomate y judías verdes; la sopa de tiburón vegetal, el clásico arroz tres delicias o, en su defecto, el arroz integral con setas; las bolitas de tofu rebozadas con verduras e incluso la ternera vegana con salsa de ostras, el pollo vegano con almendras o las gambas veganas salteadas con picante y ostras.

Neco Buffet Mediterráneo

Av. Felipe II, 20, Madrid

Con más de 20 años a sus espaldas y una trayectoria gastronómica que nació en Valencia capital, donde ya cuentan con cinco establecimientos, este local de Madrid ha conseguido conquistar a esa clientela apasionada de la comida casera y los platos de cuchara, dos de sus especialidades. La elección de la materia prima, un ambiente agradable y una cocina sana, casera y mediterránea son sus máximas, dando como resultado una enorme variedad de platos en constante rotación: arroces, ensaladas, sopas, fiambres, pasta, verduras e incluso carnes y pescados. Eso sí, si por algo triunfa este bufé libre es por la decena de postres que también pone a disposición del comensal.

Cualquier amante de la comida habrá visitado alguna vez un bufé libre para saciar sus instintos más primarios. Un lugar donde, por un único precio, puedes degustar un amplio abanico de platos procedentes de diferentes culturas: pizzas, hamburguesas, pasta, platos de carne y pescado, tapas, ensaladas, frituras… Las posibilidades son infinitas. Sin olvidar aquellos que se dedican exclusivamente a una gastronomía como, por ejemplo, la asiática o la italiana.

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