Los últimos estrenos bodegueros españoles

A priori resulta chocante conociendo lo raquítica que es la cantidad de vino que se consume en España (en torno a 21 litros por habitante al año), pero la oferta vinícola no para de crecer, no solo por las nuevas etiquetas que salen al mercado constantemente sino por la inauguración de nuevas bodegas. Sumando a esto también las adquisiciones y novedosos proyectos de algunas de las casas y grupos españoles más conocidos del país.

Hace menos de un año, los datos oficiales publicados (reunidos a 1 de enero de 2018) constataban ese ánimo por poner en marcha nuevos negocios bodegueros: con respecto al año 2017, crecía el número de bodegas en España un 6,8%, lo que se traducía en 280 más hasta alcanzar un total de 4.373 bodegas. Así quedaba recogido por el Observatorio Español del Mercado del Vino en un informe a partir de los datos facilitados por el Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE). Castilla y León era la primera en el ranking, con un total de 609 bodegas, seguida de Cataluña con tres menos, y Galicia con 447, aunque era Andalucía la que más subía en población bodeguera al sumar 54 nuevas. Por el contrario, se perdían ocho en Rioja junto a otras tres en Rioja Alavesa (País Vasco).

González Byass ya tiene bodegas en las D.O. de Jerez, Rioja, Rueda, Cava, Rías Baixas, Penedés y Somontano

Pero tras estas estadísticas, varias fueron las puertas que se han ido abriendo a lo largo del pasado año. Es el caso de la nueva bodega de los hermanos Aragón (Bodegas Cillar de Silos) en Ribera del Duero, Dominio del Pidio. Unas instalaciones para las que han trabajado mucho hasta lograr recuperar cinco bodegas (con 72 propietarios) y lagares subterráneos del siglo XVI, en el municipio burgalés de Quintana del Pidio.

El conocido Javier Zaccagnini, tras casi 20 años al frente de la dirección de Aalto, dejaba la bodega para dedicarse en exclusiva a su propio proyecto, Sei Solo, estreno de sede incluida. Otro nuevo vecino de la Ribera que pone en marca junto a su hijo, Michael, enólogo de formación y con quien venían elaborando los vinos desde que en 2004 adquiría las primeras parcelas de viñedo. Por su parte, la sociedad que conforman el periodista Víctor Rodríguez y el enólogo José Carlos García, Miravinos, dedicada a la elaboración y distribución (exportación) de vinos desde hace años, afianzaba también su presencia en la Ribera bajo el nombre La Viña del Loco. Otro proyecto personal con dirección en Roa, bodega planificada y viñas de tinto fino entre Quintana del Pidio, Sotillo de la Ribera y Pedrosa. En total, 20 hectáreas con las que elaboran cuatro marcas; entre ellas, Malacabeza, recién llegado este año al mercado con la añada 2016.

En el último trimestre del año conocíamos que la casa cavista Juvé y Camps compraba también en la zona. Se convertían en los nuevos propietarios de las burgalesas Torres de Anguix para elaborar, declaraban, vinos de altura de producción limitada. Una bodega que nacía hace 19 años en la población de Anguix, con 50 hectáreas en propiedad de tinta del país (tempranillo).

Por esas mismas fechas, en concreto en el mes de septiembre, Familia Torres estrenaba Purgatori, en la denominación catalana Costers de Segre, para elaborar el vino del mismo nombre, una etiqueta emblemática con uvas de garnacha y cariñena. Lo ha hecho en la comarca de Les Garrigues, en Lérida, en una finca donde los benedictinos ya hacían vino en el año 1770.

Puestas de largo, inauguraciones y llamativas adquisiciones que han seguido en lo que llevamos de año. Entre las destacadas, la compra de Anta Banderas, en Ribera del Duero, por la histórica riojana CVNE. Ubicada en la localidad de Villalba de Duero, en Burgos, la que fuera propiedad de Antonio Banderas se encontraba en concurso de acreedores desde hace siete años. Parece que el pasado año los riojanos tomaban el control con una ampliación de capital por la que se hacía con el 80% de la firma. Aunque la operación está pendiente de resolución judicial, CVNE ya la ha puesto en marcha elaborando bajo la marca Bela. Vinos que salen de las 74 hectáreas de viñedo con que contaba la bodega.

En la isla de Mallorca, en Felanitx, Es Fangar estrenaba bodega a mediados de marzo en un finca de mil hectáreas donde 56 son para viñedo y el resto se distribuye entre reserva natural, espacio para la cría caballos, treinta de olivos…Un espacio ecológico pensado para el enoturismo. Su propietario es un empresario alemán, quien la adquirió en el año 2000, y ha sido la 2018 su primera vendimia ecológica.

Después, de las más sonadas por tratarse de las casas más populares, está la llegada de Protos (en Ribera del Duero y Rueda) a la D.O. Cigales, donde planifica la construcción de bodega para la segunda mitad de este año. Por ahora, han comenzado con la adquisición de seis hectáreas en el municipio vallisoletano de Cubillas de Santa Marta para, por el momento, elaborar rosado pero sin cerrar la puerta a otro tipo de vinos en el futuro. Por su parte, las afamadas Bodegas Marqués de Cáceres han comprado una bodega en Roa (Burgos), junto a 60 hectáreas de viñedo, para hacer vinos al amparo de la Ribera del Duero. Este nuevo proyecto ha sido bautizado como Bodegas Finca La Capilla y ahora se encuentra en proceso de reforma de las instalaciones.

Y el más reciente aterrizaje, también en la Ribera, es el del jerezano grupo González Byass tras hacer con la propiedad de O’ Fournier; una operación que incluye bodega, viñedos y vinos. Una de las pocas zonas de peso en las que a la compañía le quedaba por instalarse después de contar con bodegas propias en las denominaciones de Jerez (casa madre), Rioja, Rueda, Cava, Rías Baixas, Penedés, Somontano, además de en las indicaciones geográficas Vino de la Tierra de Cádiz y Vino de la Tierra de Castilla. La firma ribereña se localiza entre los pueblos burgaleses de La Horra y Roa de Duero, y dispone de 50 hectáreas de viñedo, algunos con más de setenta años.