Menú
5 escapadas perfectas para los amantes del vino
  1. Gastronomía y cocina
De enoturismo por España

5 escapadas perfectas para los amantes del vino

Desde un recorrido subterráneo por bodegas a una visita a los tabancos tradicionales de Jerez. Planes de distintos presupuestos que te harán disfrutar del vino de forma especial

Foto: Abadía Retuerta.
Abadía Retuerta.

El enoturismo es uno de los planes de ocio favoritos de los españoles para alejarse de las grandes ciudades y vivir una experiencia en torno al mundo del vino. Según el último informe de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), las Rutas del Vino de España recibieron en 2018 un total de 2.961.379 visitantes y están implicados en ellas 642 municipios del país. La más visitada ha sido la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez (con 582.351 visitantes), seguida de la Ruta Enoturisme Penedès, con 441.467. En tercera posición encontramos la Ruta del Vino de Ribera del Duero; y otras que han obtenido más de 100.000 visitantes dicho año son Rioja Alta, Calatayud, Rioja Alavesa y Rías Baixas. Un volumen de negocio que según ACEVIN roza los 81 millones de euros.

Los planes son muchos y las ofertas, muy variadas. Estas que te proponemos van a satisfacer las expectativas de los amantes de este tipo de turismo.

Visita a los tabancos de Jerez

placeholder Vinos de Jerez.
Vinos de Jerez.

Hablamos de lugares con encanto y tradición, en los que el tiempo se detiene y solo existe el momento presente, perfecto para degustar el vino directamente de las botas, saborear unas tapas y disfrutar del flamenco gaditano. El tabanco más antiguo de Jerez de la Frontera es El Pasaje, inagurado en 1925. Hoy en día conserva los diferentes tipos de vino en pequeños barriles a la vista del cliente y los sirve junto a una oferta gastronómica sencilla, pero muy rica, en la que conviven las tostas de jamón de Jabugo y salmorejo con el solomillo de atún de almadraba, la mojama o las alcachofas marinadas al Pedro Ximénez. Otros tabancos con solera son San Pablo, El Guitarrón de San Pedro o Las Banderillas. Por otro lado, no podemos irnos de Jerez sin visitar alguna de sus 'bodegas catedrales'. González Byass, Osborne, Lustau... Un paseo por ellas, más allá de degustar sus espléndidos finos, manzanillas, amontillados..., es un lujo para los sentidos.

Bodegas subterráneas en Rueda

placeholder Bodegas De Alberto.
Bodegas De Alberto.

Valladolid cuenta con numerosas ofertas para disfrutar de sus vinos y una de las más atractivas es la que nos lleva hasta las bodegas subterráneas, excavadas en numerosos pueblos de la zona. Es el caso de las de Grupo Yllera, en la misma localidad de Rueda, cuna del verdejo. Esta cueva está a 20 metros de profundidad y en ella descansan en distintas salas que conforman un laberinto. Para que la experiencia sea más intrigante, han relacionado sus vinos con distintos episodios del mito del Minotauro. El visitante tendrá que desenredar el 'hilo de Ariadna', historia que da nombre a esta bodega, para conocer los secretos de sus vinos. También encontrarás galerías subterráneas en Bodegas de Alberto, enclavadas en una antigua casa de labranza fundada por los dominicos en el siglo XVII. Allí podrás hacer un recorrido y catar El Dorado de Alberto, directamente de la damajuana y de la barrica.

Restaurante Michelin en pleno viñedo

placeholder Abadía Retuerta.
Abadía Retuerta.

Una experiencia de puro lujo en Sardón de Duero (Valladolid). Allí se encuentra Abadía Retuerta LeDomaine, un hotel 5 estrellas y una bodega ubicados en un monasterio fundado por la orden premonstratense en el siglo XII que es hoy en día un exclusivo destino de enoturismo y gastronomía. Su restaurante Refrectorio cuenta con una estrella Michelin y ofrece una cocina de base clásica, pero con sorprendentes combinaciones de sabores, texturas y temperaturas, gracias al manejo de la técnica del chef Marc Segarra. También cuenta con Vinoteca, un restaurante que se encuentra sobre La Cueva, que alberga la colección privada de la bodega, 8.500 botellas. El sumiller Miguel Ángel García selecciona referencias regionales, nacionales e internacionales y presenta en Refectorio 400 etiquetas que representan casi la totalidad del mapa vitivinícola mundial, con especial representación de Ribera de Duero. La finca cuenta con 180 hectáreas de viñedos y si la visitamos tampoco es mal plan dejarse caer por su spa y disfrutar de sus tratamientos con vinos de Abadía Retuerta, combinados con las propiedades de la aromaterapia.

Experiencias bodegueras al norte de Granada

placeholder Bodegas Muñana.
Bodegas Muñana.

Frente al Parque Nacional de Sierra Nevada, a 1.200 metros de altitud se crían los vinos de Bodegas Muñana. Ofrecen distintas experiencias, la más sencilla consiste en visitar las instalaciones, degustar tres de sus vinos y acompañarlos de embutidos, quesos y aceites de la zona. Un plan más intenso añade al anterior una ruta de senderismo de hora y media de duración por sus viñedos. Un paseo en plena naturaleza antes de conocer paso a paso el proceso de elaboración de sus vinos y las crianzas en sus cuevas de arcilla, con una estabilidad térmica entre los 15º y los 18º. Si decides pasar unos días por la zona, este es un buen punto de partida para practicar el turismo activo a caballo, en bici o en kayak y conocer, por ejemplo, el Geoparque de Granada o los baños de Graena.

De casa rural en La Rioja Alta

placeholder Casona del Boticario.
Casona del Boticario.

Desconectar del ruido y la contaminación de la ciudad en un coqueto hotel frente a los viñedos. Lo tenemos en la Casona del Boticario, un alojamiento rural pensado especialmente para los amantes del vino. Se encuentra en San Vicente de la Sonsierra, a media hora de Logroño, y fue durante siglos la residencia de los farmacéuticos del pueblo. Hoy día, su propietaria, Mayang Sáez, conoce bien a los bodegueros de la comarca, por lo que diseña visitas para todos los gustos, tanto a las bodegas más grandes y conocidas de la comarca como a las más pequeñas y curiosas. Un paseo por la zona también resulta de interés enoturístico, ya que podrás ver los guardaviñas (antiguas construcciones típicas de piedra), el conjunto de Zabala (una bodega primitiva de elaboración de blancos y rosados) y distintos lagares rupestres, así como la prensa rústica mejor conservada.

El enoturismo es uno de los planes de ocio favoritos de los españoles para alejarse de las grandes ciudades y vivir una experiencia en torno al mundo del vino. Según el último informe de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), las Rutas del Vino de España recibieron en 2018 un total de 2.961.379 visitantes y están implicados en ellas 642 municipios del país. La más visitada ha sido la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez (con 582.351 visitantes), seguida de la Ruta Enoturisme Penedès, con 441.467. En tercera posición encontramos la Ruta del Vino de Ribera del Duero; y otras que han obtenido más de 100.000 visitantes dicho año son Rioja Alta, Calatayud, Rioja Alavesa y Rías Baixas. Un volumen de negocio que según ACEVIN roza los 81 millones de euros.

Vinos
El redactor recomienda