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Si te gustan las calas españolas, en estas seguro que disfrutarás
  1. Gastronomía y cocina
CON VISTAS AL MAR

Si te gustan las calas españolas, en estas seguro que disfrutarás

Desde las espectaculares Ibiza y Menorca hasta la preciosa Costa Brava, la turística Costa Blanca o la desconocida Costa Tropical. Son todo un paraíso con bonitos restaurantes al mar

Foto: Menorca. (iStock)
Menorca. (iStock)

Para disfrutar de una buena comida debemos poner los cinco sentidos al servicio de nuestro estómago. En este caso, la experiencia final no solo la evaluaremos con el paladar: unas bonitas vistas a una cala encantadora, el olor a mar y sal o el rumor de las olas son los mejores acompañantes para la temporada estival.

En nuestras costas tenemos muy buenos restaurantes en calas con increíbles vistas, con diferentes especialidades y para diferentes bolsillos. Sobra decir que con las impresionantes playas y calas de España, el restaurante tiene gran parte del camino hecho.

Cala Bandida (Jávea, Alicante)

Cala Bandida es uno de esos lugares que por fuera no llaman la atención, pero será difícil resistirse a querer volver cada verano. En Jávea se encuentra una joya de cocina mediterránea a escasos centímetros del mar. Su terraza da a él, por lo que las vistas son un lujo, de noche y de día.

En su carta cuentan con opciones tradicionales del país, como la ensaladilla rusa o las patatas bravas, pero también con otras más sofisticadas y básicas de la cocina actual, como el tartar de atún o la burrata. Un imprescindible es su arroz, el producto típico de estas tierras y que aquí les sale estupendo. También es muy popular la torrija de helado de leche merengada. A considerar que no se admiten reservas, por lo que se recomienda ir pronto, aunque no suele haber problema con las mesas, si vamos muy tarde podemos encontrar el cartel de completo y quedarnos sin disfrutar del lugar.

Dirección: Calle Muelle Pesquero, s/n

Horario: De lunes a viernes, de 09.00h a 00.00h

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Foto: iStock.

Cala Bona (Tossa de Mar, Girona)

La Costa Brava es uno de los destinos de mar más bonitos que tenemos en nuestro país. Aunque la mayor parte del turismo de Cataluña se lo lleva Barcelona, por su oferta cultural, histórica y de ocio, si nos adentramos en los pueblecitos de la costa encontraremos auténticas joyas. Un ejemplo es Tossa de Mar, en Girona, donde encontramos calas como la que sirve de marco a este chiringuito. Cala Bona ofrece vistas inmejorables en plena cala, un enclave mágico que se complementa con una cuidada y deliciosa gastronomía.

Sus platos estrella son la paella, el pulpo a la brasa y los mejillones, tampoco faltan las viandas típicas de la tierra, como la butifarra, o las ensaladas gourmet. Cierra bastante pronto, algo condicionado especialmente por su ubicación, por lo que la mejor opción es ir para el aperitivo o la comida, alargando la sobremesa con un buen café para seguir disfrutando de estas vistas.

Dirección: Carretera de Blanes a Sant Feliu

Horario: De lunes a viernes, de 10.00h a 20.00h

Si hablamos de calas, las islas Baleares ganan por goleada por sus aguas turquesas

Amante (Cala Llonga, Ibiza)

Ibiza es probablemente uno de los mejores destinos que tenemos para disfrutar de las más increíbles calas de la geografía española. Injustamente se la suele relacionar principalmente con fiesta y desenfreno, pero su paisaje hace de esta isla un tesoro del Mediterráneo. En Ibiza podemos encontrar la paz que necesitamos, con un cóctel en una mano y la vista puesta en uno de sus preciosos atardeceres en una de sus muchas paradisiacas calas. Un ejemplo de restaurante donde vivir estos momentos es Amante. Este restaurante de tan sugerente nombre busca rescatar esta esencia ibicenca, a la vez que conquista a sus comensales a través del estómago.

El restaurante, con mobiliario de madera y a varias alturas, goza de unas terrazas (sí, en plural) maravillosas, justo frente al mar, donde poder disfrutar de una comida o una cena inolvidable, acompañado de un cóctel posterior, bien servido en mesa o en hamaca.

Su carta no es nada económica, pero merece la pena guardar parte del presupuesto de las vacaciones para disfrutar de una noche romántica aquí. El arroz negro, la lubina, los mariscos y los postres son espectaculares.

Dirección: Cala Sol d'en Serra. Calle Afueras, s/n

Horario: De lunes a viernes, de 11.00h a 00.00h

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Foto: iStock.

Cova Sa Nacra (Ciudadela, Menorca)

Nos vamos a la isla vecina, Menorca, mucho menos turística pero con unos paisajes y calas también espectaculares. Con una buena relación calidad-precio, más comedido que la opción anterior, el restaurante Cova Sa Nacra ofrece también una terraza para comer justo encima del mar, con espectaculares vistas a las aguas turquesas de la isla. Su interior recuerda a una cueva, bien conservada, y cuenta con figuras talladas en la roca.

En la carta destaca, como no podía ser de otra manera, el arroz, pero también tenemos opciones de mariscos, pescados o incluso pizza, si vamos con los más pequeños o si simplemente nos apetece un menú más desenfadado sin tener que renunciar a unas bonitas vistas.

Dirección: Carrer de Sa Nacra. Santandría - Sa Caleta

Horario: De lunes a viernes, de 13.00h a 16.00h y de 19.00h a 22.00h

Restaurante El Peñón (Salobreña, Granada)

Esta última sugerencia no es una cala propiamente dicha, pero no queríamos dejarla fuera. El restaurante El Peñón de Salobreña se encuentra sobre una roca con el mismo nombre y con vistas a una pequeña playa con forma de herradura. Podemos elegir sentarnos en las mesas a pie de playa o para las noches más fresquitas, incluso para la temporada de invierno, en el interior, junto a los ventanales acristalados sobre el mar.

En su carta encontramos principalmente pescados y mariscos. Son especialmente destacables los espetos de sardinas, cocinados sobre una barca frente al comensal y las frituras y parrilladas variadas. También hay opciones de carne y ensaladas.

Dirección: Paseo Marítimo s/n

Horario: De lunes a viernes, de 12.00h a 00.00h

Para disfrutar de una buena comida debemos poner los cinco sentidos al servicio de nuestro estómago. En este caso, la experiencia final no solo la evaluaremos con el paladar: unas bonitas vistas a una cala encantadora, el olor a mar y sal o el rumor de las olas son los mejores acompañantes para la temporada estival.

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