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Spritz, el aperitivo italiano del momento con más de cien años antigüedad
  1. Gastronomía y cocina
LA DOLCE VITA EN UNA COPA

Spritz, el aperitivo italiano del momento con más de cien años antigüedad

Nació hace un siglo y únicamente tiene tres ingredientes: vino prosecco, Aperol y soda. Suave y refrescante, es el más aclamado en Italia y cada vez más en España

Foto: Spritz cocktail.
Spritz cocktail.

El spritz, el combinado por excelencia de Italia, que representa a la perfección el concepto de 'dolce vita', cada vez convence más en nuestro país, pues comienza a acaparar más protagonismo ya no solo a la hora del aperitivo. Posiblemente, su éxito estriba en su sencilla fórmula, pues tan solo incluye tres ingredientes: vino prosecco, Aperol o Campari y soda, cuya combinación da lugar a un brebaje de color naranja o rojizo (en el caso de la segunda bebida), con poco alcohol, refrescante y con un inédito sabor agridulce, que lo convierte en idóneo para disfrutar en cualquier momento del día.

Más de 100 años de antigüedad

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Foto: iStock.

Aunque en España lo conocemos desde hace poco, lo cierto es que esta bebida no es un invento novedoso. De hecho, tiene más de cien años de historia a sus espaldas. Sus orígenes se remontan al siglo XIX, época en la que los austrohúngaros dominaban las regiones de Véneto y Friuli-Venecia Julia. Parece ser que a los soldados el sabor del vino de la región se les antojaba demasiado fuerte debido a su elevada graduación alcohólica. Como no era la situación propicia para andar embriagados, se les ocurrió rebajarlo agregándole agua carbonatada. Así, por 'necesidad', como han surgido algunos de los grandes inventos culinarios, surgió esta bebida, que los militares no tardaron en bautizar como spritz, un vocablo que deriva del verbo alemán 'spritzen', el cual significa rociar.

El éxito de este combinado fue inmediato y su consumo se extendió como la pólvora al resto de los territorios italianos, especialmente Venecia, Trieste, Treviso y Padua, donde hoy es muy consumido. Tanto es así que no hay establecimiento italiano que no cuente en su carta de cócteles con esta bebida anaranjada, que los italianos disfrutan al mediodía, a la salida del trabajo o a media tarde, siempre acompañado de algo para picar, habitualmente aceitunas ascolanas o 'cicchetti', es decir, tapas hechas con diversos ingredientes como embutidos, queso, verduras asadas o pescado, entre otros. Tanta es su popularidad que incluso batió el récord Guiness del mayor brindis con Aperol Spritz en 2012, en la plaza de San Marcos de Venecia.

Surgió en el siglo XIX, durante la época de dominación del Imperio austrohúngaro de ltalia

Tras esta gesta, la popularidad y la aceptación de este combinado creció aún más. Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos, mucho menos cuando algo genera millones de opiniones. Sirva como ejemplo el artículo publicado recientemente por el prestigioso periódico americano 'The New York Times', cuya autora asegura que "no es una buena bebida". ¿Las razones? Según ella, "es un aperitivo azucarado, que se combina con prosecco de baja calidad, agua de soda y una rodaja de naranja descomunal, lo que da como resultado algo que se bebe como un Capri Sun (zumo de frutas de marca italiana) después de la práctica de fútbol en un día caluroso. No en el buen sentido".

A lo que añade que "el Aperol, aunque contiene ingredientes como las naranjas amargas y el ruibarbo, la botella tiene sacarina en el mejor de los casos y el vino espumoso que se agrega a la bebida a menudo también es un problema". Y si el Aperol Spritz no se sirve de inmediato, "el hielo se derrite y diluye los componentes, por lo que obtienes una versión diluida de algo que ni siquiera es la mejor expresión de la bebida". Por lo tanto, la "mayoría son pesados ​​en calidad terrible".

Cómo hacerlo

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Foto: iStock.

Aunque el artículo levantó una gran polvareda, lo cierto es que si no nos quedamos con la información superficial, comprobaremos que la crítica de la autora estaba dirigida a las versiones mal elaboradas, que además incluyen ingredientes de poca o baja calidad. Tal y como hemos anticipado, este combinado únicamente contempla tres ingredientes, que son el vino prosecco, la soda y el Aperol. Esta última constituye la clave del sabor y parte del éxito de esta bebida.

Surgió en Padua en 1919 y actualmente es comercializada por el Grupo Campari, que es el responsable de que el spritz haya adquirido popularidad internacional gracias a las incesantes campañas publicitarias, logrando rescatar del ostracismo esta bebida centenaria. Incluye ruibarbo, naranja amarga y una mezcolanza de hierbas, entre las que se encuentran la cinchona y la gentina, que le confieren "un sabor fresco y versátil y la capacidad para mezclarse con tantas otras bebidas", tal y como describe el grupo Campari en su web.

Para lograr una formulación deliciosa, agradable de beber, no solo hay que prestar atención a la calidad de los componentes, sino también a las proporciones y el proceso. Tal y como explica el grupo Campari en su web, se precisan tres partes de vino prosecco, dos partes de Aperol o Campari (al gusto) y una de soda, además de una rodaja de naranja.

Una vez preparados, comenzamos la elaboración. A diferencia de otros cócteles que reclaman coctelera para la correcta mezcla de los ingredientes, este se realiza directamente en la copa. Además, es preciso seguir un orden para evitar "que el Aperol se establezca en el fondo" y, por lo tanto, no se integre correctamente con el resto de los componentes, desembocando en un resultado poco apetecible. Así, comenzamos "agregando el hielo y una rodaja de naranja en una copa. Después, vertemos poco a poco el prosecco, luego el Aperol y finalmente una pizca de refresco de soda". Y no hay que mezclar enérgicamente los ingredientes, pues romperemos la burbuja y le restaremos calidad, sino removerlos suavemente desde el fondo.

El spritz, el combinado por excelencia de Italia, que representa a la perfección el concepto de 'dolce vita', cada vez convence más en nuestro país, pues comienza a acaparar más protagonismo ya no solo a la hora del aperitivo. Posiblemente, su éxito estriba en su sencilla fórmula, pues tan solo incluye tres ingredientes: vino prosecco, Aperol o Campari y soda, cuya combinación da lugar a un brebaje de color naranja o rojizo (en el caso de la segunda bebida), con poco alcohol, refrescante y con un inédito sabor agridulce, que lo convierte en idóneo para disfrutar en cualquier momento del día.

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