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Cinco 'snacks' ligeros que te sacian antes de dormir
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Cinco 'snacks' ligeros que te sacian antes de dormir

Todos ellos son bastante rápidos de preparar y perfectos para que, tras comerlos, nos vayamos a la cama sin el miedo de que el estómago ruja y no podamos tener el ansiado sueño reponedor

Foto: Un pequeño snack de almendras.
Un pequeño snack de almendras.

Sentir el estómago rugir antes de ir a dormir es una sensación que, posiblemente, a pocas personas les resulte agradable. A veces cenamos pronto y nos acostamos tarde o simplemente no comemos demasiado. Es entonces cuando el hambre puede apretar en los instantes previos al sueño. Bien sea porque no apetece ponerse a perder tiempo o por seguir una dieta, hay quienes no toman nada y se duermen hambrientos. No obstante hay una solución: los snacks ligeros. Pequeñas porciones de comida que puedan saciarnos lo suficiente sin ingerir demasiadas calorías y sin que tengamos que hacer grandes esfuerzos.

En Alimente hemos seleccionado cinco simples snacks ligeros que te ayudarán a no irte a dormir nunca más con hambre ni con el temor de incurrir en un superávit calórico que te haga ganar peso.

Queso fresco con tomate

La proteína es un macronutriente con gran poder saciante. Por ello, los alimentos que la contienen son siempre muy interesantes para regular el apetito. Los lácteos poseen una elevada cantidad de dicho nutriente y el queso no es una excepción. Es por esto que un queso fresco acompañado con unas rodajas de tomate y sal pueden conformar un snack perfecto.

Los que apuestan por los lácteos para calmar el apetito encontrarán en los yogures una opción rápida y efectiva

Es rápido de preparar pues solo hay que contar con el típico queso fresco que se vende en pequeñas unidades, ya preparado para abrirlo y degustarlo. Y el tomate se lava y se corta en pocos minutos. La mezcla de ambos casa muy bien e incluso se puede optar por sustituir el queso fresco por un poco de mozzarella para casi conformar lo que sería una típica ensalada caprese italiana en versión mini.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.


Yogur proteico con frutos secos

En la línea de apostar por los lácteos para comer algo saciante, los yogures son siempre una opción rápida y efectiva. Si son proteicos, cada vez más extendidos en los supermercados españoles, el resultado es mucho mayor. Por apenas 60 o 100 calorías, uno de estos yogures puede calmarnos el hambre y aportarnos interesantes nutrientes. Además, se le pueden añadir frutos secos como un pequeño puñado de nueces para darle un contraste crujiente, una nota diferenciadora en el sabor y un añadido nutricional muy interesante en forma de grasas saludables.

Zanahorias con hummus

Los vegetales y las verduras tienen un gran poder saciante. Esto es así por su elevada cantidad de fibra y su baja densidad calórica (pocas calorías con relación a la cantidad de alimento). Partiendo de esta noción, comerlas antes de dormir puede ser una buena idea para evitar el hambre. No obstante, en dicho momento del día igual no apetece ponerse a preparar una ensalada. La solución es fácil: acudir a aquellos vegetales que se puedan comer rápidamente sin mucha preparación. Y un claro ejemplo son las zanahorias crudas.

Solo hay que pelar las zanahorias, lavarlas y disfrutarlas. Al estar compuestas en buena parte de agua, estas no aportarán apenas calorías. No en vano, comerlas solas puede ser algo soso y en estos casos es interesante mezclarlas con alguna salsa o crema. Un hummus casero puede ser la solución. Este está elaborado con garbanzos, cuyo aporte proteico puede ayudarnos. Solo hay que coger las zanahorias y dipear –o mojar– sobre el hummus.

placeholder Zanahorias y hummus. (Flick/Bark)
Zanahorias y hummus. (Flick/Bark)

Vaso de leche con cacao desgrasado

El vaso de leche con chocolate instantáneo antes de dormir es un clásico. Es rápido de preparar y ayuda a conciliar el sueño y calmar el hambre. No obstante, hay una manera de hacer que este sea mucho más efectivo: añadiendo cacao desgrasado en polvo en lugar del típico chocolate soluble. El primero tiene más fibra y no posee apenas azúcar, a diferencia del otro. Esto contribuye a mantener bajos los niveles de glucosa en sangre que afectan a la regulación del apetito. Obviamente, este snack está pensado para aquellos que disfrutan con el sabor amargo del cacao.

Huevo pasado por agua

Lo más complicado que tiene este snack es la preparación del huevo. Este se puede elaborar a la plancha con poco aceite donde apenas hay que invertir un par de minutos o se puede cocer para tomarlo duro o pasado por agua. Para quienes quieran tener este recurso a mano y no perder tiempo, en los supermercados ya se venden incluso cocidos para que solo haya que quitarles la cáscara y comerlos inmediatamente.

placeholder Huevos.
Huevos.

El huevo tiene un gran poder saciante y se puede combinar con medio aguacate pequeño para crear un aperitivo sabroso y que nos haga olvidar el hambre durante la noche. Juntando ambos se crea un snack algo más calórico que los anteriores, pues huevo y aguacate tienen una mayor cantidad de grasa saludable, pero sigue siendo ligero y además muy nutritivo.

Sentir el estómago rugir antes de ir a dormir es una sensación que, posiblemente, a pocas personas les resulte agradable. A veces cenamos pronto y nos acostamos tarde o simplemente no comemos demasiado. Es entonces cuando el hambre puede apretar en los instantes previos al sueño. Bien sea porque no apetece ponerse a perder tiempo o por seguir una dieta, hay quienes no toman nada y se duermen hambrientos. No obstante hay una solución: los snacks ligeros. Pequeñas porciones de comida que puedan saciarnos lo suficiente sin ingerir demasiadas calorías y sin que tengamos que hacer grandes esfuerzos.

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