Menú
Cinco insuperables salsas para pasta que no necesitan queso
  1. Gastronomía y cocina
AMATRICIANA, ALFREDO, BOLOÑESA...

Cinco insuperables salsas para pasta que no necesitan queso

Es un compañero fiel de la pasta, pero no es imprescindible. Existen diferentes recetas para disfrutar de un buen plato italiano sin tener que recurrir a este ingrediente que, sin embargo, siempre nos salva

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

La pasta es uno de los platos más versátiles que existen. Gracias a su sabor neutro, admite casi cualquier combinación, al gusto del consumidor. Verduras, carnes, pescados o mariscos acompañan siempre bien a un buen plato de pasta.

Al igual que ocurre con otras cocinas del mundo como la mexicana, cuando traemos sus platos a España, tendemos a encharcarlo todo de queso. Este ingrediente estrella sin duda de la cocina italiana acaba siendo la base de todos los platos de aquel país que humildemente adoptamos. Sin embargo, no son pocas las recetas italianas de pasta que no incluyen queso en su lista de ingredientes, salvo que el comensal guste de espolvorear parmesano plato en mesa. Un gesto por otro lado habitual en cualquier restaurante u hogar de allá.

Es uno de los fieles acompañantes de la pasta, pero no es imprescindible. Es posible que queramos renunciar a él, bien porque no nos guste su sabor o bien porque tengamos algún tipo de intolerancia. Sean cuales sean los motivos, existen opciones para no recurrir al queso cuando cocinemos pasta, y los resultados son muy sabrosos.

Salsa amatriciana

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si vamos a un restaurante italiano de los 'de verdad', esta salsa no puede faltar en la carta. Lo mejor es que es bastante sencilla de preparar, por lo que podemos hacerla también en casa si nos quedamos con ganas de disfrutarla más o de darle nuestro toque personal.

Ingredientes:

  • 1 kg de tomates pelados y picados
  • 150 gramos de panceta fresca cortada en dados finitos
  • 2 ajos picados
  • 1 cebolla picada
  • Jengibre rallado, aceite y sal

Preparación:

En una sartén con un poco de aceite echamos el tocino y lo ponemos a dorar. A continuación añadimos la cebolla y los ajos, y también cuando doren un poco, sin llegar a quemarse, agregamos los tomates. Damos un toque de sal y jengibre y lo dejamos cocinar a fuego lento durante 30 minutos, removiendo cuando lo necesite para que no se pegue.

Salsa carbonara

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

No, la salsa carbonara original italiana no lleva nata. Aunque lo habitual es espolvorearla en el último paso con un poco de queso rallado, nos lo podemos saltar y disfrutar del sabor de la auténtica carbonara a base de huevo. Si le damos un buen toque, conseguiremos un resultado espectacular.

Ingredientes:

  • 200 gramos de panceta fresca cortada en dados finitos
  • 6 yemas de huevo
  • Aceite, pimienta y sal

Preparación:

Ponemos a freír la panceta en una sartén con un poco de aceite. Cuando esté doradito y cocinado, añadimos las yemas de huevo, la sal y la pimienta, le damos un par de vueltas en apenas unos segundos y lo apartamos del fuego rápidamente. Es importante que el huevo apenas permanezca unos segundos en el fuego, para que se caliente un poco. Si lo dejamos más tiempo se cocinaría, convirtiéndose en una especie de tortilla que arruinaría nuestra receta y no conseguiríamos la carbonara ideal. Una vez que la salsa esté lista, vertemos inmediatamente sobre la pasta previamente cocida y removemos bien, para que todo se impregne.

La verdadera carbonara no lleva nata, el huevo es el principal protagonista en la receta italiana

Salsa boloñesa

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

La salsa boloñesa es una de las preferidas por adultos y niños. Sabe principalmente a tomate y a carne y, aunque hay diferentes formas de prepararla, la más rápida es esta. Debemos tener en cuenta que el tipo de tomate se puede adaptar a nuestros gustos (triturado, frito, natural, concentrado…).

Ingredientes:

  • 250 gramos de carne picada
  • 50 gramos de mantequilla sin sal
  • 1 cebolla picada
  • 1 zanahoria picada
  • Tomate triturado
  • Aceite, sal y pimienta

Preparación:

La salsa boloñesa es otro clásico de las recetas italianas y no lleva queso. Ponemos a calentar el aceite y la mantequilla en una sartén y añadimos el resto de ingredientes, excepto el tomate. Lo dejamos cocinar a fuego lento, hasta que la carne empiece a dorarse. Ahora, vertemos el tomate para que todo se siga haciendo. Para que salga una buena salsa boloñesa, debemos prepararlo a fuego lento.

Salsa de setas

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si queremos darle un toque funghi a nuestra pasta, la salsa de setas sin queso es una opción perfecta para disfrutar de un plato delicioso y muy rico a nivel nutricional.

Ingredientes:

  • 100 ml de agua
  • 30 gramos de setas secas
  • 30 ml de vino blanco
  • 1 cebolla picada
  • Concentrado de tomate
  • Aceite y sal

Preparación:

Hidratamos las setas antes de comenzar nuestra receta, dejándolas en remojo durante una hora. Cuando estén listas, las escurrimos y las picamos. En una sartén con un poco de aceite ponemos a freír a fuego lento las setas y la cebolla, durante aproximadamente cinco minutos. Añadimos el agua, la sal y el vino y, cuando se haya evaporado, agregamos el tomate y dejamos cocinar a fuego medio.

Salsa Alfredo con gambas

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Si conocemos bien la cocina italiana, sabremos que la salsa Alfredo, en sus orígenes, estaba formada principalmente por queso y mantequilla. Ha evolucionado y ahora tenemos diferentes variaciones que nos permiten prescindir del queso en las recetas que la llevan, como esta cocinada con gambas que le dará un toque marinero a nuestro plato. También le podemos añadir almejas, siempre que estén bien lavadas para evitar cualquier resto de tierra.

Ingredientes:

  • 200 gramos de gambas peladas picadas
  • 100 ml de leve evaporada
  • 3 tomates en dados
  • Aceite, harina, pimienta y sal

Preparación:

Normalmente, la salsa Alfredo se suele acompañar por pasta rigatoni, aunque podemos usar cualquier otra variedad. Lo primero que tenemos que hacer es dorar las gambas y los ajos en una sartén con un poco de aceite. Cuando esté doradito, retiramos y añadimos una cucharada de harina junto con la leche evaporada, removiendo bien para que se cree una especie de salsa. Volvemos a verter las gambas, los ajos y decidimos el punto de sal y dejamos cocinar hasta que la salsa espese. Cuando tenga la consistencia adecuada, añadimos los tomates y la vertemos sobre la pasta, previamente cocida.

La pasta es uno de los platos más versátiles que existen. Gracias a su sabor neutro, admite casi cualquier combinación, al gusto del consumidor. Verduras, carnes, pescados o mariscos acompañan siempre bien a un buen plato de pasta.

Alimentos
El redactor recomienda