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Tarta Pavlova de fresas de Rosa Tovar, todo un placer
  1. Gastronomía y cocina
El placer de la fruta

Tarta Pavlova de fresas de Rosa Tovar, todo un placer

La escritora nos cuenta en la Guía Repsol que las fresas son quizá una de las frutas que más llaman la atención de los pequeños. Y no es de extrañar. Menos tratándose de este postre

Foto: Una tarta fácil y resultona.
Una tarta fácil y resultona.

La escritora Rosa Tovar nos cuenta en la Guía Repsol que las fresas son quizá una de las frutas que más llaman la atención de los pequeños y que más les gustan. Es, de hecho, una de las que se añaden con más frecuencia, aunque sea en esencia, bastante conseguida, por cierto, y con tintes sintéticos, a yogures, quesos frescos y cremas especiales para niños, porque tienen muy buen sabor, suave y dulce, además de perfumado, y un color muy bonito.

Comensales: 5-6 personas. Tiempo de preparación: 15 minutos. Tiempo de cocción: 45-50 minutos + tiempo para enfriar

Ingredientes

  • 1-2 cucharadas de azúcar molida
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • 200 g de azúcar (40 g granillo y 160 de azúcar molida)
  • 300-350 ml de nata batida sin azúcar
  • 300 g de fresas
  • 3 cucharadas de almendras fileteadas tostadas
  • 5 claras (unos 200 g)

Elaboración

Encender el horno a 125 ºC. Batir las claras hasta que comiencen a espumar –pueden batir los niños con ayuda de un adulto–. Añadir el zumo de limón y seguir batiendo con el azúcar en granillo de cucharada en cucharada –40 gramos son 4 cucharadas– y continuar con el azúcar molido hasta que estén muy rígidas, dejen picos consistentes en los batidores y no se note el azúcar cuando se frotan pulgar e índice con un poco de merengue.

Dibujar con un lápiz por el envés del papel de horno un círculo del tamaño que se quiera –en este caso de 25 cm–, cosa que también pueden hacer los niños. Darle la vuelta al acostarlo en la bandeja –porque el lápiz mancha el merengue–. Encargar a los niños que pongan 4 pegotes de merengue en las esquinas de la bandeja de horno y que peguen las esquinas del papel. Así no 'volará' con el aire del horno. Pedirles que en el centro del círculo dibujado en el papel echen la mayor parte del merengue y que, con la espátula, lo extiendan, con la ayuda de un adulto, para que cubra todo el perímetro. Deben marcar en el centro una especie de recipiente, como una caldera de volcán bien amplia, y con la espátula sacarle puntas por los bordes. Darles un colador con azúcar molida para que la esparzan sobre la pavlova.

Al introducir en el horno, bajar la temperatura del mismo a 100ºC. Hornear durante unos 45 minutos o hasta que el fondo esté rígido, apagar el horno, dejar una rendija para que se ventile y esperar a que se enfríe. Pasar a la fuente de servicio.

Mientras, los niños también pueden batir la nata –35% de MG mínimo– bien fría en un cuenco más alto que ancho y unos batidores también muy fríos, sin azúcar. Dejar en el frigorífico hasta su uso. Su misión ahora es rellenar el hueco con la nata batida, colocar por encima las frutas y adornar con las almendras fileteadas.

Truco final

La mitad de la nata se puede sustituir por mascarpone, que, batido antes, dará a la nata mucha consistencia cuando se termine de batir con el queso. Esta pavlova se puede perfumar con un poco de cardamomo molido. Va en gustos, pero le va que ni pintado al merengue y a las fresas.

La escritora Rosa Tovar nos cuenta en la Guía Repsol que las fresas son quizá una de las frutas que más llaman la atención de los pequeños y que más les gustan. Es, de hecho, una de las que se añaden con más frecuencia, aunque sea en esencia, bastante conseguida, por cierto, y con tintes sintéticos, a yogures, quesos frescos y cremas especiales para niños, porque tienen muy buen sabor, suave y dulce, además de perfumado, y un color muy bonito.

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