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Las Brasas y La Sal del Mentidero reabren uniendo terraza y platos icónicos
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Las Brasas y La Sal del Mentidero reabren uniendo terraza y platos icónicos

Sin duda, la escapada más sabrosa sin salir de Madrid. Las mejores recetas de los dos restaurantes contiguos se fusionan en un refrescante espacio con la gamba blanca, el bacalao o el franguito como estrellas

Foto: Bacalao dourado de Las Brasas.
Bacalao dourado de Las Brasas.

El sur de España y de Portugal no solo conectan por carretera. Lo hacen también a las afueras de Madrid, en la Ronda de la Comunicación y frente al Distrito Telefónica, en el complejo gastronómico que Borja Anabitarte y Lara Alonso (Grupo Mentidero) han levantado allí.

Desde sus inicios en el restaurante El Mentidero de la Villa (ubicado actualmente en la calle Almagro) y con su valorado servicio de catering que derivó en la puesta en marcha de su finca de bodas en Alalpardo, la empresa ha sido referente de calidad y buen hacer. Su proyecto ha seguido creciendo hasta extenderse a este otro entorno natural en el norte, donde cuentan con tres conceptos diferenciados que comparten idílicos exteriores y nivel culinario.

Tiene un ambiente distendido, 'business casual' entre semana y animado en las noches de jueves a domingo

El último en llegar fue La Borda, un elegantísimo pajar pirenaico con espectacular decoración, como todos, del estudio Madrid in Love y proyecto paisajístico de Fernando Pozuelo. Fuego y montaña destacan en su carta. El Atlántico que besa Huelva y Portugal, por contra, inspiró en un sinfín de veranos a la pareja propietaria para diseñar las propuestas de La Sal y Las Brasas, que hoy nos ocupan, por primera vez juntas al fresco en un menú que sabe a vacaciones. Y apetece.

La inmensa terraza, con aforo para 140 personas, no pierde ese punto de calidez que le confiere el rústico caserío portugués en el que se ha basado el interiorismo de Las Brasas. Tampoco olvida las pinceladas sureñas de La Sal, ni en lo estético ni en lo que sale de los fogones.

placeholder Comedor de Las Brasas.
Comedor de Las Brasas.

Comenzamos con un picoteo en el que son obligatorias las gambas, por supuesto. Las hay blancas cocidas, en ensaladilla… hasta en gyozas (en el grupo siempre han gustado algunos toques del mundo) o en una cítrica y muy suave tosta gratinada con alioli de lima (10,50 €). Las croquetas son otro 'hit' de la empresa y aquí nos encandilaron las de ají de gallina (9,50 €) con esas notas igualmente picantes. Por seguir con los acentos del otro lado del Atlántico, nos decantamos asimismo por unos adictivos totopos de carrillera pibil (16,50 €). Más allá del gusto personal del matrimonio al frente o de buscar esa 'comfort food' para todos los públicos, no se entienden muy bien las acepciones latinas, si bien es cierto que están conseguidas y apetecen.

Sigue un apartado de huerta y de mar. Y los ojos, aquí, se van directos al bacalao à brás (16,90 €), dorado por el huevo y la patata frita y que, lástima, peca de sosería. De falta de sal, sin ir más lejos. Una pena porque, por lo demás, lo tiene todo.

De la carne y la parrilla, núcleo de la cocina (de ahí el nombre Las Brasas), elegimos de nuevo elaboración del país vecino y, entre los ocho platos carnívoros (entraña, lomo alto, hamburguesa…), tiramos de un jugoso franguito al carbón con la típica salsa piri-piri (13,90 €) de influencia africana, a base de chile. Probamos también la mezcla de ajo y limón que baña otra variante del plato, más sencilla. Nos quedamos, por carácter, con la primera. Y con las brutales patatas fritas.

placeholder Franguito a la brasa.
Franguito a la brasa.

Entre los postres dudamos si pedir la tarta de limón con merengue italiano, que recomiendan con fervor, pero nos decidimos (y acertamos) por el 'melhor bolo do mundo' (7,50 €), la famosa, ligera y deliciosa tarta de chocolate a base de merengue que popularizó el chef Carlos Braz Lopes en Lisboa en los 80 y que se ha hecho, en verdad, archiconocida mucho más allá.

Contenida selección de vinos con representación de las principales regiones y de algunas otras menos 'mainstream' como Madrid o Mallorca. El Insólito es la única referencia de Portugal y se echa en falta más copeo, por ponerle un pero.

Ambiente distendido, 'business casual' entre semana y animado en las noches de jueves a domingo. Es una opción idónea para descongestionarse de Madrid estando a un paso y comer con unos cuantos grados menos, cómodo, rico y sin agujerear demasiado el bolsillo. Este Grupo nunca defrauda.

Las Brasas del Mentidero

Dirección: Ronda de la Comunicación, 3. Madrid

Teléfono: 918 696 868

Horario: de miércoles a sábado de 13,:00 a 16:00 horas y de 20:30 a 23:30 horas. Domingo de 13:00 a 16:00 horas

Precio medio: 35€

El sur de España y de Portugal no solo conectan por carretera. Lo hacen también a las afueras de Madrid, en la Ronda de la Comunicación y frente al Distrito Telefónica, en el complejo gastronómico que Borja Anabitarte y Lara Alonso (Grupo Mentidero) han levantado allí.

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