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La barbacoa de costillar de cerdo con dos salsas y miel de Óscar Manresa
  1. Gastronomía y cocina
Clásico del verano

La barbacoa de costillar de cerdo con dos salsas y miel de Óscar Manresa

Buena materia prima, tres condimentos y tiempo es lo único (y no es poco) que hace falta para degustar una sabrosa carne a la brasa. Desde Barcelona, el chef de Kauai nos enseña, a través de Guía Repsol, a triunfar con esta maravilla

Foto: Foto: Unplash/@emersonvieira.
Foto: Unplash/@emersonvieira.

Uno de los clásicos del verano en España, cuando el tiempo acompaña y las noches se hacen más largas, es la barbacoa. Nada supera el sabor y la gracia de una buena carne (o un buen pescado, o unas buenas verduras) que ha pasado el tiempo justo, ni más ni menos, en la parrilla, acariciada por las llamas de la mejor leña

Desde la playa de Gavà (Barcelona), el chef Óscar Manresa utiliza la barbacoa de su restaurante, el Kauai, para provocar la envidia de todos aquellos que creen que un costillar de cerdo es uno de los mayores manjares a los que puede aspirar un ser humano con hambre.

Ingredientes

  • Costillar de cerdo
  • Miel
  • Salsa barbacoa
  • Salsa teriyaki

Preparación

Buenos ingredientes y una buena técnica son los requisitos para que el resultado sea exquisito. Un costillar, un par de salsas y miel basta para preparar un verdadero manjar.

A menos que dejemos el asunto en manos de profesionales y nos sentemos a degustar una cerveza, el costillar de cerdo a la barbacoa requiere un plus de atención para evitar disgustos en forma de carne chamuscada. También es bueno tener presente que la primera parte del proceso debe alejar la carne de las brasas. Y que todo lo bueno toma su tiempo.

Truco final

Asar la carne en la parte superior de la barbacoa, alejada del fuego, durante al menos una hora, y después bajar la parrilla hasta casi tocar las brasas. Ir pintando el costillar con las salsas durante el asado.

[Pinche aquí para ver las recetas Repsol anteriores]

Uno de los clásicos del verano en España, cuando el tiempo acompaña y las noches se hacen más largas, es la barbacoa. Nada supera el sabor y la gracia de una buena carne (o un buen pescado, o unas buenas verduras) que ha pasado el tiempo justo, ni más ni menos, en la parrilla, acariciada por las llamas de la mejor leña

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