La bruschetta, el aperitivo italiano más tradicional y sabroso
De origen humilde, es uno de los antipasti más típicos que recoge los sabores característicos de la región. El tradicional lleva aceite de oliva y ajo, pero admite muchas más posibilidades
Sin duda, la gastronomía italiana nos ha regalado infinidad de placeres culinarios, que a día de hoy disfrutamos tanto que parecen que han surgido en nuestros fogones. Posiblemente, una de las incorporaciones relativamente más recientes es la bruschetta, uno de los antipasti -es decir, entrantes- más frecuentes y exitosos en las mesas italianas. La versión más tradicional se presenta como una rebanada de pan tostada, untada de ajo, pintada con aceite de oliva y sazonada con una pizca de sal.
El gran éxito entre los paladares italianos conllevó la aparición de otras propuestas que contemplan otros ingredientes como, por ejemplo, el tomate natural, los embutidos, el huevo, los pescados, los quesos como la mozzarella o los vegetales. Incluso algunas regiones han ideado versiones personalizadas. Así, en la Toscana adquiere la denominación de 'fettunta' y se sirve únicamente pintada con aceite de oliva. Suele degustarse mucho en noviembre al ser el mes en el que tiene lugar el prensado del aceite. Aunque la receta más castiza es la que hacen en Abruzzo, una región ubicada en el sur de Italia, donde le incluyen ventricina, un embutido similar al salami, que se hace con carne de cerdo aderezada con una mezcolanza de especias.
A día de hoy, es una auténtica delicia, a pesar de que sus orígenes son de lo más humildes. No en vano, surgió durante el siglo XV y los artífices fueron los campesinos, quienes comenzaron a elaborarla para dar salida al pan duro. Claro que algunas fuentes sostienen que nació antes, es decir, durante la época del Imperio romano. Según estas, los antiguos productores de aceitunas ya comprobaban la calidad del aceite que llevaban a la prensa local esparciendo una muestra sobre una rebanada de pan. Por ello, es común escuchar a los italianos decir que la práctica de mojar pan en aceite es más vieja que la propia Roma.
Consejos para un resultado delicioso
- La elaboración de la bruschetta no reclama ser un chef experimentado, pero sí disponer del menaje preciso para su elaboración. Es decir, lograr una versión italiana típica requiere tostar el pan en una brustolina, que es un horno-parrilla especial para tal fin. No obstante, también podemos hacerlo en el horno convencional, si bien es cierto que el resultado será diferente.
- Otro de los elementos fundamentales es el tipo de pan. No caben errores en su elección, por cuanto es el componente sobre el que se sustenta esta elaboración. Los italianos suelen usar la chapata -ciabatta-, el plugiese o el toscano, aunque también podemos optar por uno de hogaza o baguette, ya que es más accesible.
- Por su parte, el aceite de oliva desempeña igualmente un papel clave. Así que si elegimos la versión virgen extra, acertaremos de pleno, pues le otorgaremos más intensidad gustativa y aromática.
- Si optamos por incluir quesos, nos darán mucho más juego los de textura blanda y cremosa, como la mozzarella, la burrata o la ricotta, pues se derriten con más facilidad, integrándose mucho mejor con el resto de los ingredientes.
- En el caso de querer hacerla de pescado, lo más recomendable es elegirlos en su versión ahumada, especialmente las anchoas o el salmón.
- Los embutidos también son un ingrediente frecuente de este tentempié. Ahora bien, no todos proporcionan el mismo desenlace, siendo los más resultones el jamón, la mortadela y el salami.
Recetas
La ventaja es que es una receta rebosante de posibilidades, ya que admite todos los ingredientes y combinaciones que la imaginación del cocinero le lleve a incorporar. He aquí tres ideas.
De burrata
Ingredientes:
- 8 rebanadas de pan de chapata
- 250 g de burrata
- 400 g de tomate
- 3 dientes de ajo
- 1 dl de aceite de oliva
- Albahaca
- Sal y pimienta
Elaboración. En un bol, juntamos los tomates cortados en dados, la albahaca y dos ajos picados, una pizca de sal y otra de pimienta; mezclamos y dejamos reposar media hora. Mientras tanto, tostamos las rebanadas de pan (no deben tener más de 1 cm de grosor). Cuando estén crujientes, las sacamos y las untamos con ajo. Sobre ellas, extendemos la mezcla del tomate y una pizca de burrata, y regamos con aceite de oliva.
La bruschetta tradicional incluye únicamente ajo, aceite de oliva y una pizca de sal
Clásica
Ingredientes:
- 1/2 barra de pan crujiente tipo baguette o chapata
- 5 tomates maduros
- 4 dientes de ajo
- 10 hojas de albahaca fresca
- 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal
Elaboración. Comenzamos preparando los ingredientes: picamos la albahaca y dos ajos, cortamos los tomates en rodajas y el pan en rebanadas diagonales con un grosor de máximo un 1 cm. A continuación, tostamos las rebanadas en el horno durante unos minutos. Cuando estén doradas, las sacamos, las untamos con ajo y las regamos con aceite de oliva. Encima, colocamos las rodajas de tomate, la albahaca, los ajos picados y, finalmente, sazonamos. Podemos servirlas en frío o darle un toque de calor.
De atún
Ingredientes:
- 12 rebanadas de pan de baguette
- 250 g de atún en lata.
- 3 cebollas
- 40 g de aceitunas negras
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
- Orégano
Elaboración. En una sartén con una pizca de aceite de oliva, sofreímos a fuego lento las cebollas troceadas en medios aros sazonadas con una pizca de sal y pimienta. Mientras tanto, picamos las aceitunas en porciones pequeñas, desmenuzamos el atún y tostamos las rebanadas de pan. Sobre las rebanadas, extendemos el sofrito de cebolla, el atún, las aceitunas, una pizca de orégano y otra de aceite de oliva.
Sin duda, la gastronomía italiana nos ha regalado infinidad de placeres culinarios, que a día de hoy disfrutamos tanto que parecen que han surgido en nuestros fogones. Posiblemente, una de las incorporaciones relativamente más recientes es la bruschetta, uno de los antipasti -es decir, entrantes- más frecuentes y exitosos en las mesas italianas. La versión más tradicional se presenta como una rebanada de pan tostada, untada de ajo, pintada con aceite de oliva y sazonada con una pizca de sal.
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