Desayuno con diamantes: huevos fritos de corral con trufa negra

Holly Golightly, la protagonista de 'Breakfast at Tiffany´s', tiene la extravagante costumbre de desayunar delante del escaparate de la joyería más famosa de piedras preciosas de Nueva York, Tiffany & Co. En la vida real, tenemos la oportunidad de disfrutar de un excelso desayuno con diamantes -aunque no sea mineral sino un hongo-, sentados en una mesa sencilla pero bien vestida con mantel y vajilla de loza y cubiertos de metal.

Mi propuesta es enfrentarnos a un plato de huevos fritos con trufa. A partir de aquí, probablemente, veremos con otros ojos lo que vendrá a lo largo del día. Comer y disfrutar a la vez, síntomas de cultura y sabiduría. ¿Acaso hay algún otro elemento que refleje mejor la autenticidad y la singularidad de un territorio que la comida?

Admirar los minerales y recrearse con la contemplación de la forma y color con que les ha dotado la naturaleza es comprensible, pero tanto o más bello (y más efímero) es poder admirar un alimento con los cinco sentidos. El diamante al que hago referencia es la trufa negra de invierno, posiblemente el alimento con más glamour, personalidad, carácter y elegancia que ha dado la tierra para el disfrute de los humanos.

Este hongo hipogeo (también conocido como diamante negro, emperatriz subterránea, gema de las tierras pobres o Mozart de las setas) es un condimento único, que hace las delicias del más profano y que todavía hoy esconde un buen número de aspectos que lo hacen merecedor del interés popular que despierta.

¡Qué mejor forma de disfrutar de un diamante que con los cinco sentidos!

Huevos fritos con trufa negra de invierno

Ingredientes (4 personas)

• 8 huevos de corral
• Cebolla (variedad blanca babosa)
• Aceite de oliva virgen extra
• Trufa negra (variedad melanosporum)
• Sal

Elaboración

• Limpiar las colas de la cebolla, lavar, cortar en rodajas finas y reservar
• Calentar el aceite, freír los huevos con puntilla y emplatar
• En el mismo aceite, freír las colas de la cebolla durante un minuto a fuego suave, e incorporar sobre los huevos
• Elegir una trufa fresca limpiar y laminar encima de los huevos. Sazonar y aliñar con unas cucharadas de aceite caliente

Consejo

Comer sin demora, acompañar de buen pan, mejor vino y excelente compañía para saborear la vida en todas sus formas.

¡Buen provecho!

Ismael Ferrer es profesor -desde hace 24 años- de cocina y pastelería. Divulgador de patrimonio alimentario, ha prospectado más de 500 semillas de Aragón (algunas únicas, conservadas en el Banco de Germoplasma de Hortícolas y Legumbres de Zaragoza).

Autor del blog Alimentación del Presente