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Seis sitios para disfrutar de la mejor tortilla de patata
  1. Gastronomía y cocina
En la capital

Seis sitios para disfrutar de la mejor tortilla de patata

Su origen no está muy claro, pero es uno de los platos estrella de la gastronomía española. Además es muy versátil, ya que se puede consumir en desayunos, comidas y cenas

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

El 9 de marzo se celebra el Día Internacional de Tortilla de Patata, un auténtico regalo para el paladar que se ha convertido en la estrella principal de reuniones familiares, pinchos y tapas en un bar con amigos, o como ingrediente principal de bocadillos y montados cuando nos falta el tiempo para sentarnos a comer.

Con o sin cebolla, con verduras, con queso…, como más te guste, la tortilla es uno de los platos más versátiles que existen, ya que se puede desayunar, comer o cenar.

A pesar de que su origen no está muy claro, según documentan las Crónicas de Indias, se sabe que las primeras tortillas de huevos se conocieron en torno al año 1519, tanto por los españoles como por los aztecas. Además, se ha descubierto que las patatas las trajo Pizarro de América a Europa en el año 1537 como comida para los animales, ya que en aquella época los alimentos que provenían de la tierra se consideraban venenosos para el consumo humano, por lo que tuvieron que pasar 200 años para que las personas pudieran consumirlas.

Para celebrar este día por todo lo alto os traemos seis sitios clave para saborear una buena tortilla española.

Restaurante José Luis, una de las más famosas de Madrid

De la mano del chef César Ruiz, hijo del fundador del Grupo José Luis, José Luis Ruiz Solaguren, podremos probar una de las mejores tortillas de patata. En sus tres restaurantes o en sus ocho cervecerías se puede degustar una de las más famosas de España. No en vano, la cocina del grupo es una de las más prestigiosas y reconocidas del país, una auténtica escuela de tradición gastronómica, con platos clásicos de la cocina vasca -don José Luis era oriundo de Bilbao- y de otros lugares de España, con un sabor tradicional y una presentación creativa.

El precio por tortilla grande es de 15 euros, la ración de la popular tortilla José Luis es de 12 euros y 2,10 euros el pincho, y se puede degustar en cualquiera de sus locales y hacer pedido por Deliveroo.

Mercado de la Reina, un clásico

placeholder Pincho de tortilla del Mercado de la Reina.
Pincho de tortilla del Mercado de la Reina.


Presentan su tortilla en pinchos y poco hecha, con cebolla caramelizada (sin añadir azúcar) y una patata rota bien ligada con el huevo. Según los responsables del restaurante, “el mejor maridaje de la tortilla será con un buen vermú de Petroni”.

Además, puedes acompañar esta exquisitez con otros platos tan populares como sus croquetas, sus huevos rellenos y patatas bravas. El pincho de tortilla clásico sale a 3,20 euros y se puede disfrutar en la calle Gran Vía, 12 (Madrid).

La Ardosa, para hartarte de comer

La casa Ardosa prepara una tortilla de patata para chuparse los dedos a base de patatas monalisa medianas, huevos camperos, cebolla en abundancia, aceite de oliva virgen extra Lorietta de los Montes de Toledo y una pizca de sal. Lo que la hace jugosa y exquisita.

Y si tienes más hambre, puedes probar sus croquetas o ensaladilla rusa, y el éxito estará más que asegurado. El pincho de tortilla clásico sale a 2,75 euros y se puede paladear en la calle de Colón, 13 (Madrid).

Colósimo, una novedad que triunfa

Este restaurante lleva dos años en Madrid y ha llegado para quedarse con su tortilla como bandera del local. José Manuel y Ricardo Romero son dos jóvenes hermanos gaditanos que cocinan como los ángeles recetas tradicionales versionadas, con sus personales toques y versiones.

El local no para de triunfar en la capital, y mucha culpa de ello la tiene su deliciosa tortilla de patata. Es el perfecto equilibrio de buena patata bien confitada, huevo poco cuajado y cebolla pochada en su punto óptimo.

Merece la pena visitar este restaurante por su majestuosa tortilla. El pincho de tortilla clásico sale a 3,50 euros y se puede disfrutar en la calle de José Ortega y Gasset, 67 (Madrid).

La Penela, un templo gastronómico

placeholder Tortilla de La Penela.
Tortilla de La Penela.


Las tortillas estilo Betanzos, como las que sirven en La Penela, son dignas de probar. Se trata de un restaurante coruñés y templo gastronómico de los amantes de la cocina gallega, de larga y sólida trayectoria instalado en Madrid, pero con sede también en A Coruña, Barcelona y Bogotá.

Nos proponen una selección breve de las propuestas más tradicionales de la casa, donde no faltan el pulpo a la gallega, la ternera y su afamada tortilla de patatas.

Aquí la preparan al más puro estilo de Betanzos: con huevo campero de gallinas alimentadas en libertad y a base de maíz -lo que aporta el color amarillo intenso-, patata de la zona de Coristanco, aceite de oliva y sal. El precio de la tortilla es de 8 euros y se puede disfrutar tanto en la plaza de María Pita, 12 como en la calle Velázquez, 96 (Madrid) o en plaza de la Moraleja (Alcobendas).

Pez Tortilla, cita obligatoria para gastrónomos

Desde el año 2015, Pez Tortilla no ha parado de crecer, ni en clientes, ni en buenas críticas. Su local es parada obligatoria para los buenos gastrónomos y sus especialidades: la tortilla, las croquetas y los más de 70 tipos de cervezas artesanales que ofrecen.

Aquí sirven una tortilla de patata poco cuajada para mojar pan. Pero los más valientes también pueden atreverse a probar a sus distintas versiones: desde tortilla de brie trufado con jamón hasta de pulpo a la gallega e incluso de berenjena con salmorejo.

El precio por tortilla entera es de 18 euros y de 3 euros el pincho, y se puede degustar en la calle de la Cava Baja, 42, en la calle del Pez, 36 y en Espoz y Mina, 13 (Madrid).

El 9 de marzo se celebra el Día Internacional de Tortilla de Patata, un auténtico regalo para el paladar que se ha convertido en la estrella principal de reuniones familiares, pinchos y tapas en un bar con amigos, o como ingrediente principal de bocadillos y montados cuando nos falta el tiempo para sentarnos a comer.

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