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Los trucos para aprovechar las sobras de un pollo asado
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Los trucos para aprovechar las sobras de un pollo asado

Ya sea porque hemos comprado más de la cuenta o porque no nos gustan las piezas más secas, siempre acaba sobrando algo de este ave. Pero podemos darle una nueva vida

Foto: Pollo asado.
Pollo asado.

La facilidad a la hora de prepararlo, su precio económico y gusto exquisito hacen que el pollo asado sea una de las elaboraciones más habituales en nuestras mesas, cuyo consumo es posiblemente más recurrente durante el fin de semana, pero como no como contenido del táper que llevamos a la oficina. Tan tradicional es degustarlo como que sobren algunos restos, ya sea porque hemos comprado más cantidad para que nadie se quede con hambre o porque nuestros comensales han rehusado la pechuga y otras piezas similares, ya que como tienen una textura más seca se antojan menos apetecibles. Al final, acaban confinadas en la nevera con la idea de consumirlas a posteriori. En realidad, ese momento nunca llega y, finalmente, acaban en la basura.

No obstante, es posible darle una nueva vida a las sobras, en tanto que aceptan un sinfín de recetas, todas ellas sumamente sabrosas. En esta idea se basa la cocina de aprovechamiento, también denominada 'trash cooking', o lo que hacen las abuelas desde tiempos inmemoriales: aprovechar cualquier resto de comida para convertirlo en un exquisito plato principal. Por ejemplo, podemos hacer un caldo con la carcasa, los huesos y algunas verduras, ya sea para consumir en el momento, como base de otras recetas o para futuras ocasiones. Otra alternativa es crear rellenos para sándwiches y bocadillos e incluso como ingrediente de pasteles. Sin embargo, también tenemos la opción de transformar las sobras en otras recetas. Estas son algunas ideas.

Quesadillas

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Foto: iStock.

Ingredientes:

  • Sobras de pollo asado
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 8 tortillas de harina
  • 150 g de queso parmesano
  • Aceite de oliva, sal y pimienta negra

Comenzamos haciendo el relleno que integrarán las quesadillas. Sofreímos la cebolla cortada en juliana en una sartén con aceite de oliva. Cuando esté tierna, agregamos el ajo, el pollo picado, el queso, una pizca de sal y otra de pimienta; mezclamos bien y cocinamos durante unos minutos. Después, extendemos el relleno sobre cada quesadilla, las doblamos por la mitad, asegurándonos de presionar los extremos para que queden correctamente selladas, y las freímos en una sartén con aceite de oliva.

Canelones

Ingredientes:

  • 1/2 pollo asado
  • 16 placas de canelones
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • 2 cucharadas de harina
  • 125 g de queso rallado
  • 1 vaso de salsa de tomate
  • 1/2 litro de leche
  • Aceite virgen extra, sal y nuez moscada

Ponemos a hervir abundante agua con sal en una cazuela. Cuando llegue al punto de ebullición, echamos las placas una a una, cocinamos durante diez o doce minutos y reservamos. Continuamos haciendo la bechamel. Para ello, doramos tres cucharadas de harina en una sartén con un chorro de aceite de oliva. Cuando tome color, vertemos la leche despacio y sin cesar de remover, sazonamos con sal y nuez moscada, y cocemos hasta que quede ligada y carente de grumos.

A continuación, hacemos el relleno de los canelones. Pochamos la cebolla y el pimiento picados en una sartén con aceite de oliva. Cuando estén tiernos, incorporamos el pollo desmigado y salteamos un par de minutos. Después, extendemos el relleno sobre las placas de canelones, las enrollamos, las cubrimos con la bechamel, espolvoreamos queso rallado y horneamos a 220 grados durante cinco o siete minutos.

Croquetas

placeholder Croquetas de pollo.
Croquetas de pollo.

Ingredientes:

  • 1 litro de leche
  • 100 g de harina
  • 200 g de restos de pollo asado
  • 1 cebolla
  • 2 huevos
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva y sal

Para hacer la masa de las croquetas, sofreímos la cebolla picada en una sartén con aceite de oliva y, cuando esté dorada, agregamos el pollo cortado en porciones pequeñas, y rehogamos durante unos minutos. A continuación, rectificamos el punto de sal, echamos la harina y removemos hasta que los ingredientes estén bien mezclados. Después, vertemos la leche poco a poco y sin dejar de remover. Cocinamos hasta que la salsa adquiera el espesor deseado y la dejamos reposar durante unas horas para que se cree la masa. Para concluir, damos forma a las croquetas, las pasamos por harina, huevo y pan rallado y, finalmente, las freímos en una sartén con abundante aceite de oliva.

Ensalada César

Ingredientes:

  • 1 lechuga romana
  • 300 g de pechuga de pollo
  • 50 g de pan de molde
  • 2 dientes de ajo
  • Queso parmesano rallado y en dados
  • 200 g de mayonesa
  • 4 filetes de anchoa
  • Vinagre de vino blanco

Cortamos las rebanadas de pan en dados pequeños, los extendemos sobre una bandeja de horno, regamos con una pizca de aceite de oliva y horneamos a 200 grados durante unos minutos. Mientras, elaboramos la salsa. Para ello, trituramos las anchoas y los ajos pelados con la batidora. Cuando estén bien desmenuzados, incorporamos un chorro de vinagre, el queso rallado y la mayonesa; mezclamos hasta que los ingredientes estén completamente integrados y reservamos. Finalmente, juntamos la lechuga troceada y el pollo cortado en dados en una ensaladera, regamos con la salsa y decoramos con los dados de pan tostado y queso.

Champiñones rellenos de pollo

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Foto: iStock.

Ingredientes:

  • 1 pechuga de pollo
  • 4 champiñones grandes
  • 1 tomate pequeño
  • 1/2 cebolla blanca
  • 1 diente de ajo
  • 50 g de queso rallado
  • Aceite de oliva, sal y pimienta negra molida

Sofreímos la cebolla y el ajo en una sartén con aceite de oliva. Cuando estén dorados, agregamos el tomate y los tallos de los champiñones picados, sazonamos y cocinamos hasta que estén pochados. Después, incorporamos el pollo desmigado y pochamos un par de minutos más. Finalmente, rellenamos los champiñones, los cubrimos con queso ralladado y gratinamos a 180 grados durante veinte minutos, aproximadamente.

La facilidad a la hora de prepararlo, su precio económico y gusto exquisito hacen que el pollo asado sea una de las elaboraciones más habituales en nuestras mesas, cuyo consumo es posiblemente más recurrente durante el fin de semana, pero como no como contenido del táper que llevamos a la oficina. Tan tradicional es degustarlo como que sobren algunos restos, ya sea porque hemos comprado más cantidad para que nadie se quede con hambre o porque nuestros comensales han rehusado la pechuga y otras piezas similares, ya que como tienen una textura más seca se antojan menos apetecibles. Al final, acaban confinadas en la nevera con la idea de consumirlas a posteriori. En realidad, ese momento nunca llega y, finalmente, acaban en la basura.

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