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Erre: Urrechu a la brasa en el Gran Meliá Don Pepe
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En Marbella

Erre: Urrechu a la brasa en el Gran Meliá Don Pepe

Reabre el icónico hotel para lucir como nunca sus últimas reformas, sus renovados sabores y contando con Urrechu en su restaurante principal. Carnes, verduras y pescados a la brasa conquistan la Costa del Sol

Foto: El icono Don Pepe, sede de Erre.
El icono Don Pepe, sede de Erre.

Un asador-vinoteca de gran nivel en uno y otro ámbito. Es la apuesta de Gran Meliá Don Pepe que reabre así, tras menos de un año de cierre, confiando en una temporada de recuperación. Renovadas estancias, habitaciones y suites de limpias y vanguardistas líneas con vistas a la sierra o a esos maravillosos jardines y piscinas y sus servicios de lujo, con su RedLevel a la cabeza, están a punto para un huésped que encontrará, asimismo, una de las mejores propuestas gastronómicas de Marbella también abierta a comensales que no se alojen.

"Usamos madera de encina para la carne, madera de naranjo que da un toque cítrico a las verduras y madera de olivo para el pescado; damos mucha importancia al mar y a la huerta"

Esto último, tan difícil de conseguir en los hoteles, más aún en los gran lujo como este, ya es un punto ganado a su favor. Erre & Urrechu está hasta la bandera y muestra uno de los ambientes más animados de la zona, la llamada Milla de Oro marbellí, sin caer en el exceso. Ayuda un conseguido interiorismo que se aleja de la frialdad habitual en estos establecimientos hoteleros y transforma el restaurante, situado en el lobby, en un luminoso y cálido rincón cosmopolita, a modo de moderna 'steakhouse', entre los oscuros y dorados a lo Gatsby y alineado con las tendencias y estilos de cualquier buen restaurante 'cool' de cualquier gran capital.

El arte de las brasas

Erre significa 'quemar' en euskera. De ahí viene el guiño al arte de asar en las brasas que ha querido establecer el cocinero Íñigo Pérez (más conocido como Urrechu, con homónimos y reconocidos restaurantes en Madrid) como hilo conductor de este reciente concepto. Su experiencia, propia y derivada de su formación con Martín Berasategui, entre otros, y algunos de sus platos estrella vertebran una cocina que comanda Víctor Carracedo. Este, chef ejecutivo del hotel desde hace años y al frente del resto de espacios gastro, ha construido junto al vasco un baile de carbón y fuego que no solo se limita a carnes: también tiene en cuenta al público vegano.

placeholder Tartar de remolacha.
Tartar de remolacha.

“Usamos madera de encina para la carne, madera de naranjo que da un toque cítrico a las verduras y madera de olivo para el pescado; damos mucha importancia al mar y a la huerta”, nos cuenta Carracedo al darnos la bienvenida. No obstante, quizá porque uno llegue con ganas de dejar el pescado por una noche tras unos días en la costa, sus carnes, en una pequeña cámara de maduración junto a la cocina y parrilla vista, llaman la atención: “Para nosotros no es tan importante tener gran cantidad de razas, sino tenerlas muy buenas y con el punto de maduración óptimo”, continúa. Nos señala la simmental, wagyu de Santa Rosalía y su pieza más emblemática, asegura, la frisona. Se mueven entre 30 y 40 días de añejamiento, nada extremo, y qué bien. Fueras de carta completan esta oferta.

El pequeño huerto

De un pequeño huerto allí mismo brotan parte de las alternativas vegetales, con una importante sección en el menú. Lo local brilla asimismo en una bodega expuesta con en torno a 200 referencias que regenta el espléndido sumiller José Antonio Cosano, quien nos guía un fantástico maridaje con mucha etiqueta del sur y de levante centrándose en proyectos pequeños y muy singulares. Una delicia.

placeholder Diversos platos a la brasa.
Diversos platos a la brasa.

Una manzanilla de Navazos abre apetito y prepara para unas ostras con un toque de brasa o unas sabrosas croquetas de gamba blanca de Huelva (14 euros). El picantón, finísimo y explosivo brioche de changurro es una de las recetas más queridas de Urrechu y una de las estrellas de la velada. Clama su protagonismo el fresco tartar de remolacha cortada al momento y asada a la sal, con aguacate y manzana (16 euros). Una sidra de hielo, de las escasas manzanas verdialonas y panquerinas, la acompaña, dando paso a un sensual bobal de Utiel Requena para el plato fuerte de carne. La chuleta de frisona llega poco hecha, tierna y jugosa. Lamentablemente algo fría, cosa que se corrige enseguida porque no la dejan sobre la mesa, la van trayendo a medida que se va consumiendo (52 euros). Una decena de guarniciones, entre las que sobresalen los pimientos asados al carbón (5 euros), pueden elegirse.

El toque final

Entre los postres, la caipiroska, en realidad un refrescante coulis de mango y fresa con vodka, da idea, por su presentación, de la buena mano en coctelería de la que también presume Erre & Urrechu. La tarta de queso horneada con salsa de galleta María es marca de la casa e imprescindible en un restaurante que no busca críticas ni guías, solo una cocina de calidad y producto, confortable y cercana. Esta es la línea culinaria del Don Pepe y es un gusto saborearla con acierto, tanto aquí como en el resto de sus conceptos: el novísimo Audrey lounge & bar, Bardot, de cocina marinera, o el nipón Tahini. Si busca una cómoda y deliciosa escapada a Marbella frente al Mediterráneo, aquí la encuentra.

ERRE & URRECHU

Gran Meliá Don Pepe

Calle José Meliá. 29602 Marbella, Málaga

Precio medio: 50 euros

Tlfno: 952 85 82 38

www.erremarbella.com 

 

Un asador-vinoteca de gran nivel en uno y otro ámbito. Es la apuesta de Gran Meliá Don Pepe que reabre así, tras menos de un año de cierre, confiando en una temporada de recuperación. Renovadas estancias, habitaciones y suites de limpias y vanguardistas líneas con vistas a la sierra o a esos maravillosos jardines y piscinas y sus servicios de lujo, con su RedLevel a la cabeza, están a punto para un huésped que encontrará, asimismo, una de las mejores propuestas gastronómicas de Marbella también abierta a comensales que no se alojen.

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