El verdadero secreto de una pizza saludable está en su interior
Irresistible para casi todas las personas y patrimonio de la gastronomía italiana, lidia con la mala fama de ser 'fast food' y alimento procesado. Pero también las hay muy buenas, para el paladar y para la salud
Pocos son los que se resisten a ella. Hablamos de la pizza, uno de los platos nacionales favoritos de los italianos. Coincide todo el mundo en que su historia se remonta al empleo de pan por parte de la Humanidad, y parece existir consenso también en cuanto a la hora de situar su procedencia en Nápoles en el siglo XVII.
La combinación de su masa, salsa de tomate y queso mozzarella forman la base de este plato juzgado en muchas ocasiones como poco saludable, debido a su alto contenido en calorías, sodio y carbohidratos.
Se sabe que los nutrientes y calorías de la pizza pueden variar ampliamente según el tipo de la misma (congelada, de ‘fast food’, casera…). Al igual que todos los alimentos, las pizzas procesadas a menudo contienen elementos menos saludables que los que se aportan a la que se realiza en casa.
Las pizzas congeladas y de comida rápida pueden contener conservantes, colorantes y grasas no saludables. Sin embargo, todas ellas, sin importar cómo estén preparadas, generalmente se hacen con harina de trigo refinada. Este tipo de harina es baja en fibra. El consumo de productos de granos refinados se ha relacionado con un aumento de peso.
No solo es esto. Un estudio, publicado en el 'British Journal of Nutrition' con 1.352 personas de entre 18 y 69 años participantes en el ensayo ORISCAV_LUX (Estudio observacional de riesgo cardiovascular de Luxemburgo), encontró que las personas que consumían más de 70 gramos de productos preparados como pizza diariamente tenían más probabilidades de tener más grasa abdominal que las que consumían menos de esta cantidad al día.
Alimentos refinados
Algunos tipos son ricos en calorías, carbohidratos, sodio y azúcar. La mayoría tiene un alto contenido calórico y exceso de sal, ya que generalmente están cubiertas con queso y embutidos, entre otros ingredientes. Además, otras contienen azúcar añadida en la corteza o en las salsas. Se ha demostrado que el consumo regular de alimentos refinados ricos en azúcar añadido aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad y las enfermedades del corazón. Así lo demuestra un estudio publicado en 'Nutrients' que incide en que "los carbohidratos refinados, especialmente las bebidas azucaradas, aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por el contrario, los granos integrales y la fibra de cereales son protectores. Una o dos porciones adicionales por día de estos alimentos aumentan o disminuyen el riesgo en aproximadamente un 10% a un 20%".
Darse el capricho de vez en cuando de una porción de pizza de comida rápida o congelada probablemente no afecte a tu peso, pero comerlas de forma regular puede hacer que aumente la talla de tu ropa, además de elevar el riesgo de enfermedades crónicas. Por el contrario, la pizza de estilo tradicional, la casera, es un alimento relativamente simple, hecho con harina, levadura, agua, sal, aceite, salsa de tomate y queso fresco. La pizza casera hecha con estos ingredientes limitados puede ser bastante saludable. Además, cuando se hace en casa, el contenido de nutrientes se puede aumentar agregando ingredientes como las verduras o fuentes de proteínas saludables como el pollo a la parrilla.
Pizza congelada
Si bien hay excepciones, la mayoría son altas en calorías, azúcar y sodio. Por lo general, son altamente procesados y contienen conservantes artificiales, azúcar agregada y grasas no saludables.
- Calorías: 380
- Grasa: 18 gramos
- Carbohidratos: 39 gramos
- Azúcar: 8 gramos
- Sodio: 810 mg - 34% de la ingesta diaria recomendada
Si se eligen ingredientes como salchichas o queso extra, puede aumentar el contenido calórico.
De pizzería
Al igual que las congeladas, la de pizzería puede variar en ingredientes y métodos de preparación. Aunque el contenido nutricional no siempre aparece en la lista, algunas cadenas de pizzerías ponen a disposición de los consumidores información nutricional.
Las pizzas recién hechas a menudo contienen ingredientes más saludables que las más procesadas que se venden en tiendas y restaurantes de comida rápida. La mayoría de las pizzerías hacen su masa utilizando ingredientes simples como el aceite de oliva y la harina de trigo.
Dependiendo del restaurante, algunos usan salsas caseras sin azúcar agregada, quesos frescos y otros ingredientes saludables. Sin embargo, no importa si se elige pizza congelada o fresca, lo importante es tener en cuenta que acumular ingredientes adicionales puede transformarla en menos sana.
De comida rápida
La pizza que se vende en restaurantes de comida rápida es una de las opciones menos indicadas. Tienen más calorías, grasas no saludables, carbohidratos y sodio. Una porción grande (167 gramos) de este tipo de pizza contiene:
- Calorías: 460
- Grasas: 26 g
- Carbohidratos: 37 g
- Azúcar: 1 gramo
- Sodio: 900 mg - 38% de la recomendación diaria
Pocos son los que se resisten a ella. Hablamos de la pizza, uno de los platos nacionales favoritos de los italianos. Coincide todo el mundo en que su historia se remonta al empleo de pan por parte de la Humanidad, y parece existir consenso también en cuanto a la hora de situar su procedencia en Nápoles en el siglo XVII.